El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anticipó ayer que solicitará un incremento de 54.000 millones de dólares en el gasto en Defensa, que ya alcanza 600.000 millones, una iniciativa que definió como un incremento presupuestario “histórico” para volver a “ganar guerras”.
Durante un encuentro con la Asociación Nacional de Gobernadores en la Casa Blanca, Trump agregó que su presupuesto para el año fiscal 2018, que entregará al Congreso en marzo, estará centrado en la “seguridad” de los Estados Unidos. Una fuente de la Casa Blanca que solicitó el anonimato dijo a la prensa que el gobierno pedirá al Congreso un aumento equivalente al 9 por ciento del presupuesto militar, que será compensando con ajustes en otros sectores de la máquina pública.
“La mayor parte de las agencias federales tendrán que registrar recortes de sus presupuestos”, explicó la fuente, quien se negó a comentar reportes de prensa que mencionan substanciales cortes en el Departamento de Estado y en la agenda de protección ambiental. Los grandes lineamientos presupuestarios fueron presentados ayer a los diversos organismos de gobierno, entre ellos los relacionados con la defensa y seguridad, cuyos fondos Trump consideró “agotados” aunque ya tienen un presupuesto de 600.000 millones de dólares. Para Trump, el agotamiento se percibe en que “nunca ganamos las guerras”, especialmente en el “avispero” de Medio Oriente, informó la CNN.
Al respecto, e(EI) en Siria e Irak, que Trump solicitó el 28 de enero, dándole a los militares 30 días de plazo, y ahora deberá evaluar.
Según confirmó un alto funcionario estadounidense, la Casa Blanca recibió ayer el documento con planes y alternativas para intensificar la guerra contra el jihadismo en Siria e Irak, donde grupos como el Estado Islámico (EI) o Al Qaida gozan de autonomía y territorio pese a la campaña militar de Estados Unidos y más de dos años de bombardeos aéreos.
Por otro lado, la prensa estadounidense reportó que el nuevo decreto de Trump sobre inmigración se conocerá probablemente mañana, después de su intervención en el Congreso. El decreto sustituirá la prohibición de la llegada de personas de siete países de mayoría musulmana, rechazado por el sistema judicial y enfrentado a un largo procedimiento en varios estados del país.
El presupuesto estadounidense para defensa aprobado para el año fiscal en curso (incluye el Departamento de Defensa, actividades nucleares de defensa y otras relacionadas) asciende nada menos que a 615.000 millones de dólares. Este presupuesto en casi el triple del de China, que tiene el segundo mayor en términos militares, y casi ocho veces superior al de Rusia, de acuerdo con el instituto especializado sueco Sipri.
La propuesta de presupuesto federal de Trump, cuyo valor asciende a unos 4 billones de dólares, deberá conocerse en las próximas semanas, y se espera que traduzca en números lo que prometió durante su campaña presidencial.
Tradicionalmente los gastos militares y de defensa se llevan la mitad del presupuesto federal.
Ante los gobernadores, a los que les dijo que el gobierno federal se convertirá en el “mejor amigo” que puedan tener, aseguró que el país está “lleno de baches” mientras gasta miles de millones de dólares en el “avispero” de Medio Oriente. Pero más allá de la vialidad y de la defensa y seguridad, otras áreas sufrirán bajo el gobierno de Trump, quien aseguró a los gobernadores que el suyo será un gobierno “austero” que fortalecerá los poderes de los Estados.
Según las fuentes de Reuters, que pidieron anonimato porque el presupuesto aún no se hizo público, Trump requerirá fondos para la construcción de barcos, aviones militares y el establecimiento de “una presencia más sólida en vías fluviales y cuellos de botella internacionales clave”, como el estrecho de Ormuz y el Mar del Sur de China. El presupuesto del Departamento de Estado, en cambio, podría reducirse en hasta un 30 por ciento, lo que obligaría a una reestructuración importante y la eliminación de programas.
“Conocerán detalles mañana (por hoy) en la noche”, dijo Trump a la prensa, en referencia al discurso ante el Congreso. “Será un evento enorme, un mensaje al mundo en estos tiempos peligrosos, sobre la fuerza y la determinación de Estados Unidos”, adelantó el mandatario. En la visión de Trump, Estados Unidos debe “volver a ganar guerras”. “Cuando yo era joven, todo el mundo decía que Estados Unidos jamás había perdido una guerra. ¿Lo recuerdan? Ahora, ya no ganamos ninguna guerra más”, dijo.
Las declaraciones de Trump provocaron reacciones inmediatas en todos los cuadrantes. El líder del Partido Demócrata en el Senado, Chuck Schumer, afirmó que el presupuesto militar adelantado por Trump era simplemente “moralmente indefendible”. “Este presupuesto moralmente indefendible del presidente Trump va a enviar más y más dinero hacia el Pentágono (el Departamento de Defensa) en perjuicio de los más pobres y del planeta. Es una pésima idea”, comentó el legislador. Este aumento en los gastos militares forzará recortes en programas “que benefician a la clase media, protegen a los consumidores y aseguran la calidad del aire y del agua”, añadió.
En la región de América Latina, el canciller de Ecuador, Guillaume Long, expresó en la red social Twitter que el aumento del presupuesto militar anunciado por Trump “es una nueva afrenta a la paz que los pueblos buscan construir”.
Al inicio de febrero, durante audiencias en el Congreso, jefes militares estadounidenses afirmaron que las Fuerzas Armadas se encontraban claramente debilitadas luego de años de recortes presupuestarios y más de dos décadas de participación en conflictos. El presidente anterior, Barack Obama, aplicó recortes en el presupuesto de defensa después del fin de las masivas operaciones estadounidenses en Irak y Afganistán.