Desde Córdoba
A nivel nacional Carlos Alberto Caserio, senador por Córdoba desde 2015, atrajo todas las miradas cuando ante el insólito salto de Miguel Pichetto al macrismo, se le animó a su propio estupor: “Fue un acto de cangurismo como nunca ví en mi vida”, dijo, ese 25 de junio. Desde entonces sus colegas le confiaron la jefatura de la bancada justicialista, puesto que pretende seguir ejerciendo con Alberto y Cristina Fernández en el poder.
En diálogo con Página/12, el senador niega encontronazo alguno con el gobernador Juan Schiaretti y una y otra vez afirma su intención de "trabajar hacia adelante, reconstruir el país y mejorar la situación de la gente hambreada”. Pero es sabido que Caserio y el gobernador no se dirigen la palabra desde que Schiaretti con su (ya famosa) prescindencia terminó siendo funcional a Macri (o lo apoyó sin declamarlo); y el senador tomó partido por Les Fernández. La tensión llegó a su máximo punto 48 horas antes de los comicios, cuando Caserio dio un sonoro portazo y renunció nada menos que a la presidencia del PJ cordobés.
-¿Cuál será su actividad? ¿Habló con Alberto Fernández sobre este tema?
-El ámbito donde estoy es donde tengo más interés en participar. Todavía no se armó la composición futura del Senado. Mi idea es seguir trabajando en el Senado y si tengo la posibilidad, seguir siendo presidente del bloque. Y ver de qué modo salimos para adelante. Nosotros tenemos 21 senadores, algunos se van, pero otros vienen. Y la idea es ser una fuente de apoyo para Alberto en esta gestión, que sabemos que será difícil. Todo está muy muy complicado y esperemos que el Congreso sea un ámbito para defender el proyecto. Habrá dos grandes bloques del peronismo, y todavía no se habló si vamos a tener una actividad en común.
-A nivel provincial, ¿se produjo un quiebre, un sisma en el peronismo?
-De parte nuestra no… Esto empezó muy simple: una mirada distinta sobre lo nacional. El gobierno de Córdoba hizo la lista corta y a nosotros no nos parecía lo ideal, pero de todos modos la aceptamos con la proposición de que para arriba se trabajara abiertamente para el candidato que cada uno considerara. Nosotros ya habíamos trabajado nuestro apoyo a Alberto. Esto creó un clima de tensión no buscado, teníamos todo el derecho a apoyar esta fórmula, que es la fórmula del peronismo. Se empezó a trabajar en dos grupos. Nosotros formamos un grupo provincial que trabajó con fuerza el voto de Alberto. Y no queremos hacer ningún sisma, porque no hay una interna en el peronismo ni la va a haber, simplemente queríamos que se nos respete la decisión. Vamos a seguir trabajando para Córdoba, pero también con una mirada nacional más potente.
-¿Cree que Schiaretti se equivocó en la estrategia que tomó?
-No... mire, creo que no vale la pena analizar eso porque lo que ya está está… Pero si se miran los resultados, parece que no fue buena. No me toca juzgarlo ni quiero crear más diferencia de la que existe. Yo tomé una decisión porque consideré que era la mejor, sigo pensando que fue la mejor y voy a seguir trabajando para Alberto, para que el presidente peronista cambie la realidad del país. Porque creo que el único modo de mejorar la situación de la Argentina es apoyar al presidente. Y voy a seguir con esa actividad. Y yo estimo que el peronismo de Córdoba es muy probable que también haga lo mismo, pero no lo sé. El que debería dar esa respuesta es el gobernador. Y yo no me quiero poner a analizar lo que hizo… En los hechos, al final nos quedamos con un solo legislador (de los dos que habían logrado en las Paso). Pero nunca hubo una voluntad manifiesta de juntarnos. Creo que se podría haber hecho una sola lista que apoyara a Alberto, pero no se logró.
-Esa tozudez, ese atrincheramiento en la posición de Schiaretti ¿a qué se debe? ¿O tal vez sobreestimó el poder que tiene sobre su electorado?
-Mire, sinceramente no me parece seguir en eso… No quiero crear más tensión innecesariamente. Creo que la autocrítica la tiene que hacer él. Primero había que priorizar al país. Creo que lo único que puede modificar la trágica situación que tiene el país hoy es un presidente distinto, con un modelo distinto. Ahora el país, Alberto, necesita a todos los argentinos. Nos necesitamos. Es necesario encontrar coincidencias en políticas de Estado. Con semejante crisis, este gobierno nunca se reunió con los gobernadores. Macri terminó la campaña diciendo cosas que no son.
-¿Cuál es su expectativa hasta el 10 de diciembre?
- Más allá de las voluntades, están las realidades. Y la realidad del país es muy mala. Ahora se hace el cepo, pero es una sangría permanente. Al paso que vamos nos quedamos sin reservas. Y un país sin reservas, que encima tiene que emitir para cumplir la deuda interna, ni hablemos de la deuda internacional… Esto no se solucionará de un día para el otro. Lo veo complicado al panorama. Alberto está preocupado por las reservas.
-¿La titularidad del PJ provincial quedó vacante?
-Ya mandé la carta. Veremos qué contestan. Y cuando llegue la respuesta la haré pública. No tengo nada que esconder. Llevo muchos años como presidente del Partido. Al partido hay que renovarlo. Me parece que las diferencias que tuvimos esta vez fueron profundas. Lo cual no significa ningún sisma... Pero me parece que una provincia como la nuestra no puede traccionar a un gobernador y a un presidente del partido que tengan visiones distintas de estas políticas. Porque esto no nos favorece. Todo esto significó que hace meses que Schiaretti y yo no hablamos… No se puede estar así. Si tenemos pensamientos muy diferentes, me parece que yo estoy de más. Además fue muy duro para mí compartir el voto de Macri. Es una cosa que me dolió profundamente. Para mí no era lo mismo votar a cualquiera.
-Se habló de cien mil votos entregados (para Macri con la boleta corta)
-Y no sé cuántos fueron… Pero la verdad es que vos ibas al partido nuestro y no es que estaba lleno de votos, los intendentes también recibían los de Alberto.
-No es lo mismo un presidente que otro…
-El tiempo dirá… Pero no solamente un presidente no es lo mismo que otro. No es lo mismo un modelo que otro. Yo no creo en este modelo neoliberal que está hambreando a los argentinos. Y además es un fracaso. Hay que buscar otra alternativa. La gente empobrecida, las Pymes se funden, los servicios son carísimos, a los únicos que les va bien son a los que especulan financieramente… Me parece que ese no es el camino.
-¿Qué significó para usted el 18 de mayo, cuando Cristina designó a Alberto?
-Un día muy importante. Cristina es una persona muy inteligente. Alberto fue y es una gran elección y ha permitido la unidad del peronismo. Creo que hay muy pocos peronistas en el país que no apoyan esta fórmula. La actitud de Cristina fue inteligente y generosa. Histórica. Ahora hay que apoyar y fortalecer a Alberto.