Este cuento lo escribí en el 2014, convocada por el ciclo “Función Privada”, que conducen Leonardo Oyola y Hernán Lucas en la librería Aquilea. Partimos de algo muy divertido, cuatro escritores y cuatro películas de los ‘80, a mí me tocó Rocky IV.
Lo primero que hice fue ver la película nuevamente. La temática fue el disparador. Desde chica me gusta el boxeo, es algo que mis hermanas y yo compartimos con papá. Sobre ciertas peleas emblemáticas, aun hoy mantenemos un ritual para esperar despiertos el sábado y verla en directo. Recuerdo que he visto el mordiscón de Tyson a Holyfield en el momento que ocurrió. Un hecho histórico.
La remera de Cobra es un recuerdo de mi infancia. La Semana Santa del levantamiento carapintada y del famoso “Felices Pascuas” nos cruzamos a Asunción a pasar los feriados. Fuimos a conocer, pero esos días estaba todo cerrado y recuerdo que lo más divertido fue ver el estreno de la película Cobra. A la salida del cine vendían la remera y mi hermana adolescente fue la privilegiada. Años de ver a mi hermana usar la remera de Cobra, que al final se habrá desintegrado de tanto uso.