Las petroleras y refinadoras de crudo esperan con expectativa "alguna señal" del gobierno con respecto al aumento de precios que podrán aplicar sobre los combustibles a partir del 14 de noviembre, cuando venza el congelamiento por tres meses del precio en surtidor, dispuesto por el poder ejecutivo nacional tres días después de las PASO del 11 de agosto. Con esa medida, el oficialismo intentaba contener el humor social de los usuarios y el traslado a precios de los aumentos de los fletes, después de la estrepitosa performance electoral en aquel primer turno de votación.
Por el lado de las empresas, en cambio, se generó una gran diosconformidad por el atraso en los precios, medidos contra la evolución del dólar y los índices de inflación. En general, en el sector estiman que el atraso suma entre 17 y 20 por ciento, aunque no creen posible recuperarlo de una sola vez. En cuanto a la petrolera estatal YPF, calculan que la pérdida de ingresos por el congelamiento sumó unos 120 a 130 millones de pesos por mes, que "afecta en forma directa a las inversiones, ya que la política es invertir todo el excedente que ingresa".
Entra las firmas del sector estiman que el ajuste de precios que se autorizará rondaría en torno al cinco por ciento, aunque dicen que todavía no se han iniciado las conversaciones. "Hasta el 14 (de noviembre) no podemos modificar los precios, porque rige el congelamiento de 90 días que se dispuso en la semana siguiente a las PASO, pero a partir de ese día deberíamos empezar a recuperar precio, luego de tres meses de alta inflación y fuerte devaluación", señaló a Página 12 un vocero del sector. "Todavía no hubo ninguna señal de parte del gobierno, lo cual sería de desear para llevar cierta tranquilidad. La situación actual podría definirse como de mucha expectativa, tanto en el sector de refinación como en la producción, porque al quedar congelado el precio también se han postergado algunos planes de inversión", indicó la fuente.
Este es el caso, puntualmente, de YPF, firma desde la cual informaron a este diario que "es política de la empresa que cada peso extra que ingresa se destina a la inversión, por lo cual este congelamiento de precios está afectando directamente a las inversiones. Nosotros vendemos en el país e invertimos en el país, es decir que si ingresan menos pesos se invierten menos pesos también. Calculamos que el impacto de este congelamiento fue de unos 120 a 130 millones de pesos menos de ingresos por mes, a lo largo de estos tres meses en que estuvo vigente", precisaron desde la empresa bajo control estatal.