Los creadores de hits como “los brotes verdes” y “el segundo semestre” sumaron a sus filas un nuevo exponente: Nicolás Dujovne. El titular del Palacio de Hacienda aseguró ayer que “la recesión en la Argentina ha terminado”. La actividad económica anotó una caída del 2,3 por ciento en 2016 y, según informó el Indec, en diciembre hubo una merma del 0,1 por ciento respecto de igual mes del 2015. Sin embargo el funcionario que reemplazó a Alfonso Prat-Gay aseguró que durante el último trimestre del año se observó un “crecimiento muy sólido” donde se “expandió tanto la inversión como las exportaciones y el consumo”. El optimismo de Dujovne que la semana pasada se refirió a una supuesta mejora en el poder adquisitivo de los salarios contrasta con el pobre desempeño exhibido en la actividad industrial y la construcción, dos termómetros para el nivel de actividad donde las señales de recuperación no logran hacer pie.
“Pensamos que es el inicio de un proceso muy sostenido de crecimiento, que va ir ganando fuerza y tracción a lo largo de 2017”, afirmó el ministro. La explicación ofrecida durante una entrevista con el diario La Nación es, ante todo, estadística: “En el cuarto trimestre la economía se expandió respecto del tercer trimestre de 2016. Es el primer trimestre en el que la economía crece respecto del precedente, después de cuatro trimestres de contracción. El primer trimestre en el que la economía se contrajo respecto del precedente fue el cuarto de 2015. Luego tuvimos contracciones sucesivas, y en el cuarto trimestre de 2016 tuvimos un crecimiento muy sólido”, sostuvo Dujovne. “Cuando la economía empieza a recuperarse y se empiezan a crear empleos a un ritmo sostenido vemos que algunos sectores de la oposición bien definidos empiezan a adoptar una actitud más agresiva”, apuntó Dujovne al referirse a la creciente “conflictividad” asociada a las paritarias donde los trabajadores pretenden recuperar parte de la pérdida de poder adquisitivo experimentada el año pasado. El funcionario consideró que los reclamos responden a intereses políticos que “buscan que al Gobierno le vaya mal”. Desde su perspectiva, “hay sectores que ven este momento en el que la economía empieza a andar mejor como la última chance de debilitar al Gobierno para debilitar la economía”.