El panorama económico y social que deja el gobierno de Mauricio Macri es, por supuesto, mayor desigualdad para las mujeres y personas lgtbiq+. Con un presupuesto mísero destinado a víctimas de violencia de género, un desempleo del 26% en mujeres jóvenes según el Indec y aún mayor en la comunidad trans-travesti, sin Justicia reproductiva La resistencia feminista, que organizó el primer paro a Macri, generando así las alianzas necesarias para establecer la lucha en las calles, como se vio en los paros del 8M y en las vigilias por el aborto legal del año pasado denunció esta situación que no será fácil de revertir.
Con la llegada de un cambio de gobierno se abren muchísimas preguntas en materia de género: feminicidios y tranfemicidios, violencias machistas, justicia reproductiva, división sexual del trabajo -y la enorme injusticia de las tareas de cuidado sobre las espaldas de las mujeres como trabajo no pago-, la desocupación y la brecha salariala son algunos de los temas más urgentes para mujeres y personas lgbtiq+; hasta ahora, la política más clara expresada por el Frente de Todes en la campaña es la creación de un Ministerio de la Mujer, la Igualdad y la Diversidad. Dora Barrancos, Lara Bertolini, Mariela Labozzetta, Patricia Laterra y Verónica Aspiroz Cleñán, referentes feministas, reflexionan sobre la agenda urgente y sobre la efectividad o no de la herramienta ministerial.
Dora Barrancos: Todo el país con ESI
Investigadora, socióloga e historiadora feminista. Formó parte del directorio de CONICET hasta mayo de este año cuando renunció en protesta por la reducción presupuestaria que afectó a la institución y a la ciencia en general. Su reciente candidatura a senadora por la Ciudad de Buenos Aires la mantuvo sin respiro: “Fue un acto de entrega que hice con mucho desapego”.
-Se está hablando mucho de tu nombre para el Ministerio de la Mujer, la Igualdad y la Diversidad que se crearía en la gestión de Alberto Fernández, ¿es así?
-No, no hay nada de eso. Es un bello movimiento de alta sororidad, pero tengo un íntimo convencimiento de que es fundamental renovar y de que sea la hora de que quien se haga cargo tenga disponibilidad absoluta. Porque tiene que encarar una serie de enormes tareas, para lo cual se requiere preparación, convicción feminista y que abrace a todas las causas de las diversidades.
-También está la cuestión de si las demandas feministas deben concentrarse en un ministerio o ser transversales. ¿Qué opinás respecto de este punto?
-Esa es la tarea del Ministerio. Además de crear políticas de prevención, la primera tarea es hacer la transversalidad y hacer que todo el gabinete entre en relación dinámica con las políticas generadas en cada uno de los espacios y no únicamente el gueto administrativo o burocrático de las cuestiones de género. Es una de las tareas fuertes del ministerio.
-¿Cuáles son los desafíos que encara ahora el gobierno de Alberto Fernández para la agenda feminista?
-El gobierno de Macri y el Instituto de la Mujer dejan una sub ejecución dramática. Creo que el Instituto no tuvo los recursos que necesitaba para poder llevar adelante una política responsable. No hubo articulación con el Ministerio de Educación, no hubo planes de prevención de violencia. La prevención no es sólo entregar botones anti pánico y tobilleras. Es una cosa más grande, más intensa y extensiva. Por eso, primero tenemos que hacer prevención de la violencia. Hay que llevar adelante políticas aceitadas en el poder judicial. Ver cómo articular la formación permanente de magistradas y magistrados. Está la Ley Micaela, pero, además hay que proponerles a todos los organismos de justicia en cada jurisdicción que haya una formación permanente en estos temas. También debe haber estimulación para que los Estados provinciales complementen con la Ley de Educación Sexual Integral y formación antipatriarcal.
Además, necesitamos que el Estado entre muy fuertemente en el mercado laboral con diversos mecanismos. Primero se necesita prohibir los mensajes sexistas en la demanda de empleo. El mercado laboral tiene mucha misoginia. Sobre todo, en algunos rubros como, por ejemplo, la ingeniería electrónica, mecánica, petrolera, etc.
¿Cómo ves el futuro de la Ciencia con el cambio de gobierno?
-Bueno, lo veo con un optimismo absoluto, no de la noche a la mañana porque, aun cuando entendemos la gravedad del retroceso que hubo, todos y todas estamos conscientes de que no va a ser la prioridad número 1 el día 10 de diciembre. Obviamente hay que resolver las deterioradas condiciones de vida de nuestro país, pero obviamente hay que ver cómo se aumenta el presupuesto, la cuota de ingreso de investigadoras e investigadores al Conicet que cayó en un 50%, tenemos que volver a ese crecimiento extraordinario que hubo con el gobierno que terminó en 2015. Hay muchísimas cuestiones que hay que hacer, el re-empinamiento del Conicet con una ampliación notable de la captación para la carrera, aumento de los subsidios y articulación importante para los 10 planes estratégicos de desarrollo tecnológico y productivo en el país, que es una tarea que va a tener el ministerio -recuperado- de ciencia y tecnología en articulación con las provincias. También tenemos que ver qué condiciones de trabajo habrá en las becas.
-Con respecto a la Interrupción Voluntaria del Embarazo, ¿cómo ves la nueva conformación del Congreso?
-Creemos que estamos a un diputado o diputada para el quórum propio, según la información que manejo. Igualmente hay que pensar varias cosas en este aspecto. Primero, no toda la representación de nuestro Frente adhiere al proyecto. Pero cambia el Senado también, esperemos que ahí haya muchas más chances. Igualmente estoy segura de que volveremos a tratar la ley en estos próximos años. Será ley.
Patricia Laterra: Socializar las tareas de cuidado
Patricia Laterra es Licenciada en Economía por la Universidad de Buenos Aires, Maestranda en Estudios de Género por la Universidad de Ciencias Sociales y Empresariales (UCES) y becaria doctoral del CONICET en temas de economía feminista
-¿Qué balance haces de la gestión económica de Macri y cómo afectó a las mujeres y personas lgtbiq+?
-La economía del macrismo fue perjudicial para las mujeres y disidencias. El ajuste fue sostenido principalmente en los cuerpos de las mujeres y las personas LGTBI, que son quienes más se encuentran en estado precario. Las mujeres cis fundamentalmente, porque sostienen todas las tareas de cuidado y crianza; donde el Estado no llegaba o se recortaba, era suplido con trabajo no pago. Podemos ver cómo el aumento del endeudamiento de las familias que se debió al estallido de la crisis más el trabajo no pago de las mujeres cis sortearon uno de los períodos más duros desde la vuelta a la democracia. Esto se vio en los índices de desocupación en mujeres jóvenes- 1 de cada 5 jóvenes de 14 a 29 años es desempleada- y en las tasas de participación en el mercado de trabajo. En el caso de las personas LGTBI no sólo sufrimos estigmatización, sino que el presupuesto dedicado a las poquísimas leyes que hay a nuestro favor, se redujo en términos reales.
-¿Qué respuestas tendrá que dar el gobierno de Fernández en políticas de género asociadas a la economía?
-Tímidamente empieza a estar en boca de parlamentarios el Sistema Nacional de Cuidados. Se habló de desigualdad y el cuidado es un eje fundamental para revertirla. Socializar el cuidado a través de políticas públicas es una medida que impactaría de forma inmediata y firme en el bienestar, no sólo de las mujeres sino en el conjunto de la sociedad. Lo que se necesita es hacer públicas las tareas de cuidado, eso implicaría inversión para realizar estas políticas, trabajo debidamente remunerado y claro consumo.
Mariela Labozzetta: Una agenda feminista transversal a todos los ministerios
Mariela Labozzetta es la titular de UFEM (Unidad Fiscal Especializada en violencia contra las Mujeres). UFEM recibe denuncias, lleva adelante casos en los que cientos de mujeres no pueden denunciar en comisarías comunes por no tener acceso o no ser escuchadas. El proceso judicial es revictimizante y, en muchos casos, deriva en fallos patriarcales como el caso de Lucía Pérez. Si se crea un Ministerio de la Mujer y la Diversidad, ¿cómo se articulará con el sistema judicial?
-¿Qué desafíos tiene el próximo gobierno respecto de la justicia y género?
-Lo primero que hay que pensar es en el anuncio del Ministerio que se aboque a políticas públicas específicamente de género o una coordinación ministerial, así no quedas acotada, como el Inam, y el punto no es cerrar la agenda del feminismo a la violencia, sino pensar en la economía, en la seguridad, en trabajo. Hay muchos temas trasversales a tratar. Hay que ver como se bajan las políticas públicas a todas las carteras del Estado.
-¿Qué se puede hacer con la justicia patriarcal, capacitación a magistradxs, fallos de casos de violencia?
-En el tema de la justicia en particular, hay mucho para hacer. El ministerio público todavía tiene un trabajo acotado. Hay que pensar desde ahí una política criminal a nivel federal, cada provincia tiene su propia lógica y una diversidad absoluta de enfoques en cuanto a femicidios y a las violencias en general. Números unificados de los casos de violencia de género; una política centralizada de cómo se abordan los crímenes de género, cómo se van a seguir y que dejen de estar en la agenda judicial de manera secundaria detrás de temas como el crimen organizado. No se pude centralizar la política de seguridad pensando que las fuerzas de seguridad van a solucionar la violencia machista, es un error punitivizar. Hay que pensar en prevención, en grupos de atención que estén preparados también para enseñar a los grupos de seguridad. En cada pueblito hay una comisaría, seria interesantísimo hacer una red. Si podemos trabajar en formación, concientización, que haya agencias del estado que puedan recibir denuncias de las mujeres. Pensar un trabajo articulado entre justicia y seguridad es interesante.
Verónica Aspiroz Cleñan: revertir el despojo territorial de los pueblos originarios
Verónica Aspiroz Cleñán es integrante de la comunidad mapuche Epulafquen de Los Toldos, provincia de Buenos Aires. La pelea por la plurinacionalidad la llevó a dar el debate en las asambleas previas al Encuentro de La Plata y a los talleres hace dos semanas. El reclamo por el reconocimiento de las naciones pre-existentes a la conformación del Estado y sus múltiples reivindicaciones data de muchos gobiernos ya.
¿Qué temas pendientes tiene el nuevo gobierno en materia de género y en especial para las mujeres de pueblos originarios?
-Tiene varios. Primero, incorporar la variable étnica y lingüística en el sistema de información del nuevo ministerio. Segundo, diseñar políticas de género con pertinencia cultural, es decir, el género y los vínculos de género son particulares a cada cultura, no se puede homogeneizar, blanquear y urbanizar a todas las mujeres porque no somos todas urbanas, blancas. Tercero, Deben facilitar los procesos de justicia en casos de violencia de género y que cada pueblo o nación originaria la pueda aplicar basada en el valor de reparación del daño. El pluralismo jurídico es posible si hay reconocimiento de derechos sociales y políticos que tenemos las mujeres que venimos de sistemas matriarcales. También, el reconocimiento de la primera violencia de género de parte del Estado patriarcal: el genocidio mapuche y de pueblos originarios y el despojo territorial.
-¿El despojo territorial es un tema fundamental para la nueva gestión?
- La hermandad entre las mujeres de pueblos originarios es primero con el territorio-vida y después con las pares. Sin territorio no es posible reproducir nuestro modo de vida y no queremos ni nos merecemos ser despojadas por el agronegocio, ni la megaminería ni cualquier empresa trasnacional. El Estado debe refundarse y hacer viable un modelo de transición hacia el Buen Vivir. No fuimos ni seremos depredadores del agua, ni del bosque, ni de la cordillera. Seremos vida donde nos han sembrado.
Lara Bertolini: desocupación, travesticidios e invisibilización
La falta de estadísticas oficiales sobre las condiciones de vida de la comunidad trans-travesti es una de las causas por las que carecen de políticas públicas que sirvan a mejorar factores como la salud, el acceso al empleo y la vivienda. Por un análisis realizado en 2014 se sabe que las cifras de desempleo alcanzan a un 80%. Pero no hay datos de organismos oficiales. Lara Bertolini es activista del colectivo LGTTBIQ+, luchadora incansable, estudiante de derecho en la UNDAV y traVajadora judicial.
¿Qué deja el gobierno actual en las condiciones de vida de la comunidad trans-travesti?
-Yo no puedo tener Orgullo porque mis hermanas no tienen subsidio habitacional por discriminación-, porque la Justicia no respeta sus identidades; donde mis hermanas no reciben el boleto estudiantil, por ejemplo, el Mocha Celis, que hoy no tiene acceso al boleto. Hay una herencia sistematizada y una regresión en derechos y políticas públicas abismal. Rechazo a la entrega de tratamientos hormonales, rechazo a la entrega de medicamentos a compañeras trans-migrantes por el hecho de serlo, cuando el derecho a la salud es un derecho humano a nivel nacional y a nivel internacional. Todas estas consecuencias de las acciones económicas en beneficios de latifundistas, esta pseudo comandanta Patricia Bullrich que ha armado un aparato siniestro de persecución y de represión que afectó a los grupos sociales más vulnerados, la doctrina Chocobar que habilita el gatillo fácil. Las trans y las travas no estamos registradas como una clase social marginal. Vemos que el movimiento feminista ha sido precursor de resistencia, de lucha colectiva. La falta de estadísticas oficiales de la Nación, estadísticas que haga el INDEC, eso crucial para entender cuál es el estado de nuestro colectivo. Desde el 2012 el cupo laboral trans en provincia está legislado pero no está reglamentado, en CABA tampoco. Lo positivo que nos queda es la resistencia que dimos en estos años y el paro del 8M que hicimos las mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries.
¿Cómo ves la creación del Ministerio de la Mujer, Igualdad y la Diversidad?
-Yo creo que habría que pensarlo desde algo superior, porque está avanzando el concepto plurinacional, pluri identitario. Hay que crear un Ministerio de la Identidad, más allá de ese jugo multifruta que dice ser la “diversidad”, cuando cada grupo social necesita políticas particulares. No se pueden aplicar políticas que son para la mujer para la población trans, porque son diferentes en muchos puntos. Si seguimos aplicando políticas binarias a un colectivo donde la identidad es ajena al binarismo, no van a cubrir todas las necesidades. La multiplicidad de género es un derecho fundamental. Es un error crear el Ministerio de la Mujer y la Diversidad, estaría cometiendo las mismas falencias de restricción de derechos que hizo durante décadas el machismo y la heterosexualidad.