El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, negó ayer conflicto de intereses entre las nuevas rutas aéreas autorizadas para la firma Avianca y la familia Macri. Esta aerolínea privada, que recibió permiso para realizar vuelos de cabotaje de bajo costo, es la que le compró a Franco Macri la empresa de taxis aéreos MacAir y nombró a su CEO Carlos Colunga al frente del grupo. El funcionario insistió que “es totalmente descabellado” creer que hubo un beneficio puntual para un grupo empresario y negó que busquen vaciar Aerolíneas Argentinas, aunque no pudo desmentir con datos que muestran como se busca privilegiar a estas nuevas firmas en detrimento de la línea de bandera.
“La concesión de vuelos de cabotaje e internacionales no es un negocio con el Estado”, indicó ayer Dietrich, al ser consultado en una entrevista radial por las irregularidades registradas en el proceso de otorgamiento de permisos para Avianca y para Flybondi, cuyo dueño es Richard Guy Gluzman, quién se desempeñó como vicepresidente del fondo de inversiones Pegasus, propiedad del actual secretario de coordinación de la Jefatura de Gabinete, Mario Quintana.
“Lo que el Estado está generando es que vengan empresas privadas, soliciten rutas en un sistema de competencia y el sector público las otorgue”, apuntó Dietrich. Anticipó que se aprobarán todos los pedidos de las empresas cuestionadas. PáginaI12 reveló el domingo que a la irregularidad de Macri otorgando permisos para Avianca se sumó la asignación preferencial para esta empresa en los hangares del aeropuerto Jorge Newbery. Los hangares recibidos implicaron un perjuicio para Aerolíneas que debió ceder los espacios. La persona que entregó estos hangares fue Carlos Martín Cobas, director de Logística de la Secretaría General de la Presidencia. Hasta hace pocos meses, Cobas se desempeñaba como gerente de MacAir y en los registros de aportes de la seguridad social figura como empleado de Avianca. La firma, además de recibir los hangares, fue liberada de una deuda que tenía MacAir y pasó a ser de Avianca.
El ministro de Transporte no sólo intentó desligar al presidente sino que también afirmó que es ilógico hablar de un negocio entre Flybondi y Quintana. “Es un accionista entre tantos. No se crea conflicto. Esta persona, que no se cómo se llama (por Gluzman), no está más en Pegasus y Mario Quintana tampoco”, apuntó. Agregó que “en Flybondi está un tal Cook, que es un suizo que tiene toda la historia en el mercado aeronáutico mundial y junto a Parisier armaron la empresa y salieron a buscar inversores”. Destacó que Cook y Parisier consiguieron 100 millones de dólares para invertir en el país y puntualizó que el proyecto de Flybondi incluye dejar a nuevo el Aeropuerto El Palomar con una inversión de 40 millones. “Esto significa que millones de personas que viven en el oeste del conurbano tendrán un aeropuerto para tomar un avión para todo el país, con piloto, tripulación y mecánicos argentinos”, dijo el funcionario. Luego insistió con que “es totalmente descabellado el planteo de conflicto de intereses”, pese a que la evidencia demuestra lo contrario y ya hay varias denuncias presentadas en la Justicia.