“El 30 de octubre de 2023 vamos a dedicarle el mejor homenaje cuando se cumplan 40 años de aquel día al padre de nuestra democracia”, prometió, o se prometió, el presidente electo Alberto Fernández respecto a lo que será el final de su mandato, en un homenaje realizado anoche a Raúl Alfonsín por dirigentes radicales del Frente de Todos. Fernández ironizó por la polémica alrededor de su famoso dedo índice. “Alfonsín levantó el dedo todas las veces que hizo falta para marcar las cosas que estaban mal en Argentina", subrayó. Al cumplirse los 36 años de la victoria electoral de Alfonsín, que significó además la vuelta de la democracia, el presidente electo reconoció que entonces no lo votó por disciplina partidaria pero que el legado del ex presidente radical hoy es parte de su conformación política.
Fernández contó una anécdota con Alfonsín. De la época cuando era jefe de Gabinete y con Néstor Kirchner lo invitaron a viajar al Vaticano para la asunción del papa Benedicto. Kirchner los invitó a comer pizza a un restaurante de Piazza Navona. Fernández y Alfonsín fueron juntos en el auto. El ex presidente estaba preocupado por la situación terminal del radicalismo después de la experiencia de la Alianza y sondeó a Fernández qué le parecería que asumiera como titular de la Convención de la UCR. El entonces jefe de Gabinete le dijo que él ya era el ex presidente de todos los argentinos y que, en su opinión, debería dejar que los asuntos partidarios los resolvieran otros dirigentes. "Pero el radicalismo está muy mal", insistió Alfonsín. Fernández le reiteró, palabras más, palabras menos, el mismo concepto de que él debería sobrevolar los problemas de la interna. Alfonsín, inesperadamente, se enojó. "¿Pero usted quién es para opinar de las cuestiones del radicalismo? Usted es peronista, ¿qué tiene que opinar?", le tiró el ex presidente para la risa de la platea compuesta por referentes radicales. Fernández interpretó aquella salida que Alfonsín se sentía, por más ex presidente que fuera, antes que nada un militante político.
El invitado especial se demoró más de la cuenta en llegar con una agenda cargada de actividades. En auditorio en la UMET estaba colmado desde bastante antes. Carmela Moreau se encargó de la conducción del acto y sobre el escenario se ubicaron otros dirigentes de origen radical como Gustavo López, Nito Artaza y Magdalena Odarda. En las primeras filas se ubicaron Leopoldo Moreau, Sergio Palazzo, Mario Secco, Maurice Closs y Gisela Marziotta, entre muchos otros. Hubo una entrega de distinciones a personalidades que acompañaron aquel momento del '83 como el hoy juez Juan Ramos Padilla y el cantante Víctor Heredia, quien recordó al resto de artistas que abrió espacios culturales desde la música. el teatro y la poesía. "Yo soy uno más", mencionó.
Hubo dos videos. Uno que recreó fragmentos de discursos de Alfonsín que terminó con Antonio Cafiero hablando en un homenaje en La Plata en el que sostenía que su figura ya pertenecía a todos los argentinos. El segundo video fue de varias personalidades que acercaron su saludo y su recuerdo por la fecha conmemorativa. La primera fue Taty Almeida, de Madres Línea Fundadora. "Hay gobiernos constitucionales y democráticos. Pero algunos son sólo constitucionales", definió Taty. En la primera categoría colocó el de Alfonsín, en la segunda el de Mauricio Macri. Y se mostró convencida de que luego de las elecciones del domingo pasado vendrá un gobierno "constitucional y popular".
En las declaraciones de los dirigentes radicales que participaron del encuentro, la coincidencia fue emparentar aquel 30 de octubre con el pasado 27, en referencia a la vuelta de una esperanza para la gente y de un gobierno que tenga en cuenta los intereses populares.
Micrófono en mano, Fernández recordó su adhesión al peronismo como una manera de sumarse a una fuerza reactiva a lo que existía en ese momento. Pero que el retorno democrático lo encontró, a los 24 años, prestando atención a lo que decía ese "dirigente radical de bigotes". Incluso que lo fue a ver con sus amigos a uno de aquellos ya míticos actos en la Federación de Box, en los que hablaban antes los jóvenes integrantes de la Junta Coordinadora Nacional. Mencionó a Moreau, que estaba allí sentado, al que destacó como orador.
Si bien no votó a Alfonsín, luego fue convocado por el ministro Juan Sourrouille para un cargo en el área jurídica de Economía cuando trabajaba como apoderado del PJ Bonaerense. "Y trabajé maravillosamente bien", destacó Fernández, quien tiene una foto de aquella época con Alfonsín que suele exhibir como uno de sus trofeos políticos. "Fue lo mejor de la política lo que salvó la democracia. Hombres como Alfonsín, como Cafiero", definió Fernández, que no ahorró elogios para recordar al ex presidente homenajeado. "Ojalá fuera un pedacito así de Alfonsín. Es el mejor ejemplo que la política puede dar", concluyó.