La Cámara de Representantes abrió una nueva etapa en la investigación del escándalo conocido como Ucraniagate. Tras una histórica votación, la mayoría demócrata dio un paso clave para avanzar hacia el juicio político contra el presidente estadounidense, Donald Trump. El voto favorable permite a los legisladores interrogar públicamente a los testigos del caso. Además, los abogados del presidente podrán participar de las audiencias. El propio Trump se refirió al proceso como una "caza de brujas". La demócrata Nancy Pelosi calificó el voto como una cuestión de "patriotismo" y no de "partidismo", buscando de esa forma despegarse de los legisladores republicanos, que se refirieron a una persecución "injusta" y "antiestadounidense".
Como es habitual, Trump eligió a la red social Twitter para hacer sus primeros comentarios. Calificó al proceso de impeachment como "la mayor caza de brujas en la historia de Estados Unidos". El mandatario reaccionó segundos después de que la Cámara de Representantes votara a favor de avanzar en el juicio político por el llamado Ucraniagate, escándalo internacional que lo involucra directamente. “La farsa del impeachment está perjudicando nuestro mercado de valores. ¡A los demócratas que no hacen nada eso no les importa!”, agregó.
La Cámara de Representantes, donde los demócratas tienen 224 de los 435 escaños, votó a favor de la resolución que le brinda un marco formal a las investigaciones y autoriza la organización de audiencias públicas. La votación se realizó tras cinco semanas de interrogatorios a puerta cerrada, que incluyó la presencia de testigos. El último en hacerlo fue el teniente coronel Alexander Vindman, del Consejo de Seguridad Nacional (NSC). El 29 de octubre , el funcionario dijo haber estado presente durante la polémica conversación telefónica entre el presidente de Estados Unidos y su par ucraniano, Volodímir Zelenski.
Pese a que la resolución le otorga al presidente el derecho a defensa, la vocera de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, definió el proceso formalizado como un “intento partidista". "Los demócratas eligen cada día perder el tiempo en un juicio político falso, un intento descaradamente partidista de destruir al presidente", señaló la funcionaria a través de un comunicado. "Esto es injusto, inconstitucional y fundamentalmente antiestadounidense", agregó.
Antes de la votación, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, llamó a los republicanos a apoyar la moción para que el proceso sea público. "Yo no sé por qué los republicanos le tienen miedo a la verdad. Todos deberían apoyar que el pueblo estadounidense escuche los hechos por sí mismo", expresó. Más tarde agregó: “Nadie viene al Congreso a procesar a un presidente. Llevar adelante la investigación no es una cuestión de partidismo, sino de patriotismo”.
Los republicanos por su parte eligieron abroquelarse detrás del mandatario. Kevin McCarthy, el líder de la bancada en la Cámara, dijo que la investigación es "injusta" y "antidemocrática" e insistió en que Trump no quebró ninguna ley. "Los demócratas están continuando su campaña permanente para socavar su legitimidad", dijo McCarthy, en referencia al presidente. "Durante los últimos tiempos han predeterminado su culpabilidad, nunca han aceptado la elección de sus votantes para convertirlo en presidente", insistió.
La resolución aprobada por el Congreso autoriza al Comité de Inteligencia a hacer públicas sus audiencias y elaborar un informe con el objetivo de que el Comité Judicial decida si redacta artículos para iniciar un juicio político contra Trump, a desarrollarse en el Senado. Allí los republicanos cuentan con una estrecha mayoría, con lo cual la destitución es un escenario actualmente improbable.
La resolución también permite que los abogados de Trump participen de las audiencias, y que los republicanos convoquen testigos y soliciten documentos, aunque para ello necesitarán el consentimiento de una mayoría de legisladores. Si el presidente se niega a cooperar con los requerimientos del Congreso, sus peticiones correrían el riesgo de ser negadas.
El pasado 24 de septiembre, la líder demócrata Pelosi anunció la decisión de su partido de adoptar la vía del juicio político, tras conocerse información sobre una polémica llamada telefónica entre Trump y su par ucraniano, Volodímir Zelenski, en la que el mandatario estadounidense le pedía a su interlocutor investigar al demócrata Joe Biden y a su hijo Hunter, por sus negocios en Ucrania.
Por esa conversación, hecha pública por un denunciante anónimo, los demócratas acusaron a Trump de haber abusado de su poder con fines personales, teniendo en cuenta que Biden está bien posicionado dentro de la interna del partido y podría convertirse en el rival del actual mandatario durante los comicios presidenciales de 2020. Presumen que Trump usó el poder que le otorga la presidencia de Estados Unidos para presionar al gobierno ucraniano y obligarlo a investigar a la familia de Biden.
La Constitución estadounidense aborda a grandes rasgos la posibilidad de una destitución presidencial. El Artículo 2, sección 4 de la Ley Suprema, expresa que “El Presidente, el Vicepresidente y todos los funcionarios civiles de los Estados Unidos serán separados de sus cargos al ser acusados y declarados culpables en juicio político, de traición, cohecho u otros delitos y faltas graves”. A la Cámara de Representantes le corresponde hacerse cargo de la acusación, y sobre el Senado cae la responsabilidad del juicio político.