Juana Azurduy fue una heroína de la independencia continental. Lideró ejércitos de indios y mestizos, donde llegó a ser Teniente Coronel. Perdió cuatro de sus cinco hijos en batalla, Manuel Belgrano le regaló su sable y luchó junto a Güemes. Como otras figuras de la Independencia, murió en la pobreza y casi en soledad. Esta vida es la que se cuenta en Juana ¡vive!, con la dirección de Rosa Celentano y Luisa Kuliok en la piel de Azurduy. “Celentano me decía que la hagamos, y yo la iba postergando porque era un enorme desafío meterme en la piel de un ser que había llevado adelante esa gran gesta”, dice a Página/12 la protagonista, pero asegura que últimamente “necesitaba expresar a una mujer así, feminista antes de conocer ese término. Todo lo que ella significa y el amor que le tenía su gente. Nunca imaginé que iba a hacerla en un momento en que nuestra Latinoamérica está tan caldeada”, se entusiasma por el estreno de este sábado a las 21 en el Teatro Roma (Sarmiento 109, Avellaneda).
La obra, basada en un texto de Andrés Lizarraga de 1972, imagina un supuesto juicio a la líder independentista, en el que en el diálogo con el abogado de oficio recorre su historia, sus acciones y sus convicciones momentos antes de ser juzgada. “Es un momento ficcional, donde se supone que ella ya ha peleado, se terminaron las luchas independentistas, los países de América del Sur siguen como siguen y la encarcelan a ella”, explica Kuliok. “El abogado, impuesto por el poder, le va haciendo las preguntas para prepararla antes de llevarla al tribunal que la está esperando”, adelanta. “Por qué Lizarraga hizo esta obra en forma de juicio no tengo la menor idea”, ríe la actriz, aunque analiza que al ser una excusa creativa para contar la vida de Azurduy “ofrece un salto de la imaginación, que es una gran oportunidad. En la obra la van a juzgar, ¿pero quiénes? ¿Los hombres? ¿La historia? Cuando la vean, el público verá qué es lo que puede obtener de esta mujer”, promete.
-¿Por qué contar la historia de Juana Azurduy en estos tiempos?
-Es una mujer que ponía el cuerpo permanentemente. Pero además está fundamentada en las ideas de (Juan José) Castelli, que trajo la Revolución Francesa a este continente. Era una mujer de pensamiento, lo llevaba al extremo de arriesgar todo por la Patria y por los demás. Me parece que es una gesta que hay que tener muy presente, que son tiempos en los cuales hay que acercar cada uno desde su lugar a estas grandes figuras que son inspiradoras para que uno se anime, tome sus mejores cualidades, que hacen que no pensemos solamente en nuestro beneficio personal, y se animen a pensar en grande. Incluso en los trabajos que he hecho en televisión me importaba la posibilidad de acercarnos a lo mejor que tenemos. Todos tenemos sombras, miserias, cometemos errores, pero también sabemos que hay una manera de dominar nuestros propios demonios. Como actriz me siento comprometida en la necesidad de subirme hoy a un escenario para contar la historia de una gran libertadora, una luchadora por la soberanía de los pueblos.
-En ese sentido, el arte da a conocer partes de la historia que durante mucho tiempo fueron ocultadas o ninguneadas ¿El teatro puede ser parte de la formación de los pueblos?
-Por supuesto. Nunca es el teatro solo, la transformación de una sociedad tiene que hacerse con todos los participantes que forman parte. Mi herramienta es el teatro, y estoy convencida de que es un excelente lugar para hacerlo, porque las personas necesitamos de las historias para vivir. Siempre. Necesitamos tener una historia para ser contada, la propia, nuestra identidad, como la búsqueda de Abuelas por los nietos para que tengan su verdad, que es esencial. El teatro es la oportunidad de contar una historia con verdad. Puede estar mejor o peor actuada, pero el relato que se cuenta tiene valores, que tienen que ser de reflexión y emoción para los espectadores. El teatro es un espacio vital. Es profundísima la posibilidad de que cale un pensamiento a partir de este hecho maravilloso y ritual.
Este año, Kuliok recibió el premio María Guerrero por su actuación en Juegos de amor y de guerra, y está nominada en los ACE por Las de Barranco. "En el primer caso era una mujer dañina, perteneciente a la oligarquía, y en la otra hacía a María Barranco, una mujer víctima de su época", cuenta, pero “ahora tenía ganas de hacer una mujer que mostrara los valores con los que crear una sociedad más justa", apuesta, y recupera un hecho poco conocido de la vida de Azurduy para dar su toque en la obra: un soldado bajo las órdenes de Azurduy y Padilla en los ejércitos independentistas escribía poesía y canciones, y Kuliok quería homenajear esa dimensión artística de las luchas. "Me tomé la libertad de incluir la caja chayera en el mundo de Juana. Y hago unos toques porque la caja es la presencia del corazón. Podés ser una gran música, como Leda Valladares, o podés simplemente andar por los caminos con una caja que es el pulso de tu corazón. Y para honrar a los pueblos del norte, que tanto tienen que hacer para lograr una vida digna", resalta.
-Eligió el Teatro Roma para estrenar, y llevará Juana ¡vive! por salas del interior del país el año que viene (ver recuadro). ¿Qué libertades le permiten este tipo de circuitos teatrales?
-Tanto el teatro comercial, como el oficial, el off o federal siempre tienen distintas posibilidades, y hay ideas para contar aún desde una comedia que parezca simple. Pero siempre hay una elección de algo que estás contando. Tengo un enorme respeto por lo que es el teatro comercial. Hay propuestas muy interesantes, pero a mí no me han llegado, entonces prefiero no hacerlo porque he tomado siempre un compromiso con mi trabajo y con los espectadores. Yo tengo una responsabilidad con la comunidad, porque mi tarea es contar historias, y para mí tienen que tener una conciencia social, de comunidad. Siempre me interesó buscar esas historias, y con la Juana creo que es un punto muy alto. Creo que el teatro off ofrece que las actrices y actores podamos desplegar lo más profundo que sentimos. Me parece un ámbito maravilloso porque en el teatro off hay algo que es muy noble, y a mí me gusta mucho esa nobleza del teatro alternativo, aún cuando la mayoría de las veces ganás muy poco dinero.
Gira federal
El estreno de este sábado es un anticipo de la "gira federal" que Kuliok planea para Juana ¡vive!, una obra con la que cumple el sueño de actuar junto a Roberto Romano, su marido. Pero este puntapié inicial no fue azaroso: la elección del Teatro Roma tuvo que ver con la gestión en cultura que se está haciendo en Avellaneda, con inversión y espectáculos a precios populares. "Es una gestión para incluir a todos, para que la gente pueda ir y participar", destaca la actriz, y anticipa lo que será parte de su trabajo en 2020, que en marzo vuelve al ruedo: "Hacemos esta función especial como una especie de pre-estreno, porque nuestro proyecto es llevarla a las provincias y el Gran Buenos Aires el año que viene. Quiero hacer un proyecto verdaderamente federal. Creo que de eso se trata: que nos corramos del centro y vayamos compartiendo nuestro trabajo por los caminos. Eso forma parte de nuestro sueño", confiesa.
Abriendo caminos
Luisa Kuliok sigue siendo recordada por las telenovelas que protagonizó y que le dieron un gran reconocimiento popular. Amo y señor, Más allá del horizonte o La extraña dama, entre otras, la llevaron a millones de hogares desde la pantalla chica. "Vengo de una familia muy humilde y la vida me fue abriendo caminos", señala, y afirma que siempre priorizó, más allá de lo económico, "la historia que contaba. Me fue bien con las novelas: La extraña dama tuvo el éxito que tuvo porque planteaba un problema ético que a mí me importaba enormemente. O en Más allá del horizonte hacía a una mujer que peleaba por los derechos de los indios, que había sido terrateniente y arriesgaba todo", aclara. ¿Hay algo que una a esos personajes con el que va a interpretar en Juana ¡vive!? "Esta obra asocia a ciertas cualidades de pasión, de no entrega, de rebelión que siempre me gustó contar en las novelas. Tenía muchas ganas de contar a una mujer con una pulsión de vida, de pensamiento y por los demás", compara, y agrega que el tema de la Patria le da vueltas por la cabeza, y “la conciencia de que no podemos ser ni hacer nada solos. Siento que la Juana hoy condensa todos los sentimientos y pensamientos de lo que tengo ganas de contar. Y que creo que es necesario contar", reflexiona.