El mercado argentino cuenta con un millón de tarjetas de crédito menos respecto de las registradas en 2018. También se perdieron más de un millón de clientes de tarjetas regionales no bancarias activas desde mediados de 2016. Así lo informó la Cámara de Tarjetas de Crédito y Compra (Atacyc). El director ejecutivo de la entidad, César Bastien, planteó que “estos datos grafican la tremenda crisis que atraviesa el sector”. El referente aseguró que los problemas se explican por “sucesivas malas regulaciones realizadas desde el Estados, que van desde sobrecarga impositiva hasta exigencias operativas excesivas”: El millón de plásticos menos representa alrededor del 6 por ciento del total de tarjetas activas en el sistema, lo que marca no sólo un cambio de tendencia respecto a lo que venía ocurriendo en los últimos años en el país, sino que va a contramano de lo que sucede en el mundo. Para Bastien “cuando los incentivos son negativos, como lo son las regulaciones distorsivas, que llevan a una empresa a perder dinero con su actividad, la reacción natural es a achicar el negocio”.