El logo del festival aniversario es un corazón bombeando duro y parejo. Vital. El nombre da con la intención: “Imparable”. Así se sienten viejos y nuevos militantes del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) que velan por los derechos humanos, en sus más abarcativas aristas, desde hace cuarenta años. “El objetivo de fondo del encuentro es la celebración de estos años de lucha por los derechos humanos en la Argentina, y de cómo esto se fue ampliando a través de la emergencia de nuevos problemas, y de nuevos actores”, abre Gastón Chillier, actual director de la organización, ubicando un marco al encuentro que sucederá hoy domingo entre las 14 y las 23 horas en el Estadio Malvinas Argentinas (Gutenberg 350). “La idea es ensamblar, combinar música, talleres y charlas sobre el mundo del trabajo, el feminismo, la discriminación, acceso a la tierra y territorio con la intención de dar respuesta a una pregunta básica ¿Cómo deberían ser los activismos en estos tiempos tan complejos que se viven en la Argentina y en el continente, donde los derechos humanos están amenazados?”, dispara Chillier.
Las respuestas, entonces, no habrá que buscarlas en el viento sino en todas las actividades previstas para la jornada. Habrá ponencias sobre las políticas del odio a cargo de Nacho Levy, de la Garganta Poderosa y Nora Cortiñas de Madres Línea Fundadora (15 hs). También sobre derecho al futuro en voces y pensamientos del filósofo Darío Sztajnszrajber y Leonardo Fosatti de Abuelas (17 hs) y, media hora después, sobre el mundo del trabajo, a cargo de Lita Boitano (Familiares de detenidos desaparecidos) y Daniel Yofra, de la Federación de aceiteros, entre más. En concomitancia con tales actividades, funcionarán dos carpas en las que se debatirá sobre una enorme cantidad de temas. Feminismos; cultura y medios; autogestión en tiempos de crisis; violencia institucional y organización de trabajadores en la carpa 1. Y ley de alquileres, soberanía alimentaria, educación sexual y cannabis legal, en la carpa 2.
“Es interesante abordar cómo se deberían articular las estrategias de los diversos movimientos frente a una avanzada de nuevos gobiernos de derecha, que construyen políticamente en base al miedo del fin del mundo binario en el sentido de género, de inmigración, etc. Y esto es posible porque los cuarenta años de vida transcurridos muestran una organización que nació con un mandato en medio de la emergencia del terrorismo de Estado, y que supo ampliar la agenda e incorporar cuadros para trabajar por la defensa de derechos humanos en democracia”, sostiene Chillier. La feria de organizaciones también prevista para la jornada, argumenta su relato. En ella expondrán, entre otras, Amnistía Internacional, el Bachillerato Popular “Mocha Celi”, la Campaña Nacional por el Aborto Seguro Legal y Gratuito; el Frente de Artistas del Borda; la Intersindical de Derechos Humanos (CTA-CGT); los sindicatos de Dragado y Balizamiento (FEPIMRA) y el de prensa de Buenos Aires (SiPreBA).
Respecto de la pata musical, comprometieron su presencia la murga uruguaya Ecolecuá, Hilda Lizarazu, Bruno Arias, Miss Bolivia, La Bomba de Tiempo, La Delio Valdez, Mala Fama, Mariana Baggio y Paula Maffia. “Estoy muy feliz de participar en Imparable, porque el CELS es un organismo que siempre me ha generado un respeto mayúsculo”, afirma Maffia. “Sabemos que la gente del CELS viene luchando desde las entrañas del infierno, y siempre ha estado del lado de las personas del bien. Me parece también muy interesante que den una pluralidad de voces para que podamos leer diversas publicaciones y notas. Esto garantiza participar no solo como artistas sino también como público. Me gusta que la información no esté servida y digerida en bandeja sino que sea una exposición honesta de los tópicos ineludibles que nos atraviesan”, asegura la cantante y compositora que acaba de publicar Polvo, su segundo disco solista.
El festival por los derechos humanos contará también con pinturas en vivo (la muralista Ailén Possamay andará en eso), intervenciones sonoras, a cargo del colectivo Memoria Sonora, ideado y coordinado por Martín Liut, y variedad de actividades participativas que Chillier lee como un antídoto contra todos los males del macrismo. “Estos cuatro años de macrismo generaron una situación muy preocupante respecto de los derechos humanos. Hubo regresiones en todos los niveles, desde algunas situaciones de negacionismo respecto de memoria, verdad y justicia hasta una criminalización de la protesta social, que empezó con la detención de Milagro Sala, por parte de Morales, y siguió con mensajes autoritarios como se vio en el caso de la desaparición por 78 días de Santiago Maldonado, y su posterior muerte. También la justificación del asesinato de Rafael Nahuel y, lo que mejor refleja la posición del gobierno, la doctrina Chocobar, cuyo mensaje a la sociedad fue claramente autoritario. Ni hablar del impacto social y cultural de la crisis económica, claro. Por eso, poder aprovechar este hito de 40 años de existencia del CELS para visibilizarlo desde varias perspectivas es un hecho alentador”.