La audiencia de visualización de código fuente que estructura el funcionamiento de las máquinas que confeccionan e imprimen la Boleta Única Electrónica, dejó disconformes a los fiscales informáticos del Frente de Todos, debido a que prácticamente no pudieron revisar nada de dicho código, según expresaron al final.
El FdT sospecha de los resultados de las Primarias del 6 de octubre, en la que quedaron muy relegados con respecto al candidato macrista Gustavo Sáenz, por eso a esta audiencia concurrió con dos expertos que llegaron desde Buenos Aires, Eliseo Zurdo y Hernán Rondinella, que tomaron notoriedad en estos últimos días por las fuertes objeciones que realizaron al sistema de escrutinio provisorio de las elecciones nacionales a cargo de la empresa Smartmatic, por las fallas de seguridad que presentaba.
Al inicio de la audiencia, en la que la empresa Magic Software Argentina (MSA), dueña del sistema y diseñadora del código fuente, debía mostrar dicha información, el presidente del Tribunal Electoral, Guillermo Catalano, advirtió que las objeciones se iban a recibir exclusivamente por escrito.
Sin embargo, los informáticos del FdT intentaron realizar una serie de preguntas a los responsables de MSA, pero fueron cruzados por el abogado del Frente Sáenz Gobernador, Carlos Saravia, que les exigió que acaten el pedido de Catalano de presentar todo en forma escrita.
Los técnicos de la empresa aclararon que se trataba de una audiencia de visualización del código y no de una auditoría, por lo que no iban a facilitar el código a los expertos para su análisis.
“Se logró hacer una revisión ocular al código fuente en solo un uno por ciento, porque no es una auditoría como dice la ley, solo se pudo mirar y esto va a constar en actas. De las 30 mil líneas de código que puede llegar a tener el software, como corroboramos hoy nosotros, tan sólo pudimos ver alrededor de 1000 líneas. Hicimos algunas preguntas puntuales por que no se puedo ver todo, no se puede tener conciencia de lo que tiene el software porque vimos algo muy resumido, tampoco podemos correrlo con otro software para auditarlo”, expresó Zurdo al respecto.
Por otra parte Rondinella, en una nota a Radio Nacional Salta, asemejó lo sucedido ayer con lo que les pasó la semana pasada con Smartmatic: “el problema radica en que generalmente el código fuente lo tenes que adquirir comprándolo, pero esto es un comodato como con Smartmatic, y tienen el derecho de no entregar el código fuente”.
Las principales sospechas al sistema de Boleta Electrónica radica en que, tal como explica el apoderado del Frente Grande, Diego Saravia, al momento de imprimir salga otra opción diferente a la optado por el votante. Solo el 30 % revisa lo impreso antes de introducirlo en la urna.
Lo otro es que el chip que se marca al momento de la impresión y que es usado para el recuento de votos provisorio, pueda tener información errada y transmitir otro nombres de los que figuran en la boleta.
Ante la imposibilidad de revisar el código fuente y poder detectar vulnerabilidades o fallas del sistema, tanto Diego Saravia como Rondinella expresaron que bajo estas condiciones la única posibilidad de evitar que exista una adulteración de la voluntad del votante es a través de los propios ciudadanos realizando un control de la boleta impresa.
“Al ser Boleta Electrónica no hay manipulación de datos, como puede suceder si es voto electrónico, pero sí puede pasar que se imprima cualquier cosa y que esa boleta termine en la urna transformándose en válida”, advirtió Zurdo.
Carlos Saravia: el converso
Uno de los protagonistas de la audiencia fue el apoderado del Frente Sáenz Gobernador, Carlos Saravia que con un “batallón” de unos 15 abogados se hizo presente para defender el uso de la Boleta Electrónica, y tuvo una discusión con los informáticos del FdT, ya que cuando estos hacían preguntas a los representantes de MSA, les exigió que respeten lo dispuesto por el Tribunal y que las objeciones fueran por escrito.
Lo llamativo del más conocido como “Uluncha” Saravia es que pasó de ser detractor acérrimo del voto electrónico a uno de sus más fervientes defensores. Paradójicamente, en junio del 2015, el propio Carlos Saravia, en representación del por entonces candidato a gobernador Juan Carlos Romero, acudió a la Corte de Justicia para que se declare la inconstitucionalidad de este sistema de votación.
En esa oportunidad se quejó de la poca permeabilidad de la Justicia para recepcionar sus planteos y además denunció que el Gobierno pensaba renovar el contrato con MSA, empresa de la que ayer fue un circunstancial aliado.
La del 2015 fue la última elección en la que Saravia cuestionaría la Boleta Electrónica, ya que dos años después el romerismo tendría un muy buen resultado con ese sistema, triplicando los votos que había obtenido en las PASO. Mientras que ahora, luego de las Primarias, los números otra vez le fueron favorables a dicho sector, lo que convirtió definitivamente a Saravia en un defensor del sistema.