Este año el sol le dio un sí rotundo a la XXVIII Marcha del Orgullo en la Ciudad de Buenos Aires. Clima de fiesta y alegría en las calles que rodean Plaza de Mayo y Congreso. En la ciudad se siente la distensión post elecciones del 27 de octubre, y la población lgbt+ no es ajena a este clima. El año pasado, el cálculo de los organizadores contabilizó 300 mil asistentes. La marcha del sábado superó esa cifra.
Bajo la consigna “Por un país sin violencia institucional ni religiosa. Basta de crímenes de odio”, la columna de la comisión organizadora comenzó a marchar pasadas las 16, desde Plaza de Mayo hasta Congreso. Ya habían pasado por el escenario armado en cercanías de la Pirámide de Mayo los shows musicales de The Queen, Mala Fama y Marilina Bertoldi. Un camión de la Estación 5 de los Bomberos Voluntarios de Barracas, ocupado por integrantes de la organización La Fulana, anunció con su sirena que se venía la marcha. Un emblema muy fuerte y una reivindicación para muchas lesbianas mayores, ya que por años las más “masculinas” debieron soportar que se las llamara despectivamente “bomberos”. Los aires de estos tiempos de apertura conducen a que --desde las políticas de reparación lgbt-- se recuperen viejos términos discriminatorios con sentido positivo. Lo mismo ocurre con el vocablo “torta” --por “tortillera”--, que muchas jóvenes lesbianas reivindican hoy con orgullo identitario.
En las calles se hizo palpable el clima de tranquilidad y reclamos canalizados por las organizaciones sociales, que se vive en Buenos Aires luego de las elecciones presidenciales. Sin embargo, la comisión organizadora de la marcha se encontró este año con que el gobierno nacional de Mauricio Macri le negó el palco para el acto de cierre que todos los años se lleva a cabo en Plaza Congreso. Resultó haber consonancia entre los principios expresados por el presidente Macri durante la campaña electoral, en la que se embanderó abiertamente con los pañuelos celestes que representan oposición al derecho al aborto seguro, legal y gratuito, a los movimientos por la libertad sexual y religiosa, y a la separación de la Iglesia católica y el Estado argentino. No tomó la misma actitud el Gobierno de la Ciudad a cargo de Horacio Rodríguez Larreta, que cedió el palco para que se realicen el festival y las actividades en Plaza de Mayo.
Como contrapartida a la actitud de Macri, Alberto Fernández tuiteó: “En una sociedad que nos educó para la vergüenza, ser libres es la mejor respuesta. Vamos a construir una Argentina con más derechos, en la que reinen el amor y la igualdad. Vamos a construir una Argentina para todos, todas y todes. #Orgullo”. El tuit lo acompañó con una foto de la marcha.
Por primera vez en muchos años, la marcha del orgullo no lleva las siglas de la diversidad sexual. Esta vez no fue Marcha del Orgullo LGBTIQ sino mucho más amplia en términos de diversidad y disidencia sexual. “Quitamos las letras porque dejaron de ser representativas. Cada día empiezan a visibilizarse nuevas identidades que rompen con las normas sobre la sexualidad”, explica Mariana Spagnuolo, integrante de Zona (espacio de nuevxs activistas de la Federación Argentina LGBT) y de la comisión organizadora de la marcha.
La seguridad de la marcha estuvo a cargo de activistas y militantes de la comisión organizadora, a quienes se veía cubriendo todos los espacios en las calles, en el escenario y en las dos plazas. “Trabajamos seis meses en este tema, y la consigna fue empatía, amor y cuidado. En cualquier situación pedimos respeto. Contratamos además a un cuerpo de seguridad con instrucciones precisas de seguir nuestras órdenes. Además hablamos con la Policía de la Ciudad y le pedimos que sus efectivos no estén en nuestra marcha y no intervengan si no se lo solicitamos”, cuenta Barbi Iñíguez, integrante de Fuegas Feminismo Disidente y de la comisión organizadora.
SÚBETE A MI CAMIONA
Además de los concurrentes que recorrieron caminando la marcha, participaron los tradicionales camiones o carrozas con música y activistas a bordo, que este año se llamaron informalmente “camionas”, una de tantas señales de que la marea feminista está atravesando al movimiento lgbt+ (así como en la década de 1990 se comenzó a dar la situación inversa: la presencia de parte del movimiento lgbt en el feminismo). Hay una tendencia dentro de la marea feminista de asignarles nombres femeninos a las cosas. El uso más corriente es “cuerpa”, en lugar de “cuerpo”. Lo curioso es que con el término “camiona” ocurre algo parecido a lo señalado con la palabra “bombero”. En Chile, se le llama despectivamente “camiona” a la lesbiana “masculina”. Otro ejemplo de recuperación positiva de un término considerado abyecto y sumamente negativo para la sociedad. En una especie de tiro por elevación y reivindicación identitaria llamar a las carrozas de esta manera.
Muchas de las “camionas” o carrozas participantes este año se embanderaron con el Frente de Todos. Entre ellos el del Frente de Diversidades Sexuales y Disidencias de La Cámpora, que lucía banderas con los rostros de la vicepresidenta electa Cristina Fernández de Kirchner, de Néstor Kirchner y de Milagro Sala. Sobre el camión, muchos y muchas militantes llevaban remeras con la imagen del presidente electo Alberto Fernández, con bigote y corbata pintados con los colores del arcoíris. La “camiona” de Mala Junta Poder Feminista llevaba un cartel pidiendo por el cupo laboral trans y muchas de sus activistas estrenaron pestañas postizas con los colores de la diversidad. Y la de La Sublevada (Mujeres, Tortas, Bis, Putos, Travas y Trans) y Géneros de Disidencias de Nuevo Encuentro llevaba como consigna “El feminismo es para todxs”.
Por primera vez Lxs Irromplibles participaron con “camiona” propia y como parte del recientemente fundado Frente de Géneros y Diversidades. Sus consignas fueron “La alegría como herramienta de lucha” y “El orgullo como respuesta política”. En la parte trasera, lucía los rostros de los Fernández, Alberto y Cristina. Acompañando la “camiona” de Fuegas Organización Feminista disidente había militantes de Kolina, algunas de ellas del distrito de Almirante Brown. Las y los militantes de El Hormiguero Por la Liberación de la Patria y la Liberación Social, con pañuelo verde “Aborto legal, seguro y gratuito” arrancaron muy temprano con el baile y algunas de sus integrantes se animaron a lucir senos pintados de colores, al viento. “Es el único día que puedo andar pintada, en tetas, y no tengo miedo de que me muelan a palos por ello. Como colectivo creemos que nos quieren reprimir y normalizar. Como respuesta, oponemos alegría y nuevas formas de militar”, dijo Mailén Defrancisco.
El Movimiento Evita también tuvo “camiona”. El responsable de provincia de Buenos Aires, Matías Aguirre, se quejó de la falta de escenario en Plaza Congreso. “Se ve lo que le importan al gobierno que se va los derechos humanos y la diversidad. Esta es una marcha histórica, donde peleamos por los derechos los que venimos de abajo y nos refugiamos aquí en los nuestros, porque nuestras familias por lo general nos expulsan”. Mientras tanto, sonaba por los altavoces en la Plaza “Si vos querés Larreta también”, cantado por Sudor Marika.
BURBUJEANTES
Para aflojar un poco el calor y dar un toque más “capitalista” y comercial en la marcha, se instaló en Plaza de Mayo un gazebo que repartía gratis latitas de la gaseosa con sabor lima-limón que estrenó recientemente el comercial “Orgullo Gay”, donde madres, padres y familiares acompañan a personas lgbt+ en los preparativos para asistir a la marcha del orgullo. La marca se pintó con los colores del arcoíris. Las filas en el stand eran larguísimas, pero las burbujas alcanzaron para todos, todas y todes. También se instaló un stand de una marca de cerveza brasileña con el hashtag #Orgullo. Avisaron que estaban filmando un aviso e iban a usar las imágenes de la marcha. También había stand con vodka, de la marca más conocida en Argentina. Cada vez más empresas apuestan a la población lgbt+ para fidelizarla con sus productos. Y también se hicieron presentes los vendedores ambulantes de siempre, aunque ayer más lgbt y veloces que nunca, proveyéndose de bebidas en los supermercados chinos del barrio. Aliviaron el calor a los manifestantes, como sucede en Buenos Aires --con diferentes modalidades-- desde tiempo de la Recova, siempre que los gobiernos de turno no los repriman e incauten la mercadería.
Del lado opuesto del espectro político-partidario, participaron de la marcha los intregrantes del espacio de Diversidades de la Coalición Cívica, Libres & Orgullosxs. Es la primera vez que tienen una carroza. “Somos del partido de Elisa Carrió. Este año queremos consolidar un espacio de diversidad y derechos humanos, retomar la consigna de la separación Iglesia-Estado, tener agenda parlamentaria propia y apoyar las políticas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”, señaló Marco Gammaro.
Por fuera de la comisión organizadora de la marcha, participó la columna Orgullo & Lucha, integrada por un amplio espectro de organizaciones de la diversidad y disidencia sexual. La columna incluyó, entre otras agrupaciones, a 100% Diversidad y Derechos, la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL), Conurbanes por la Diversidad, La Rosa Naranja, Mujeres Trans Argentinas, Asociación Civil Infancias Libres, 7 Colores Cooperativa teatral, Agrupación Xangó por la Inclusión y la Justicia Social, Afros LGBTD, Asamblea Popular Feminista y otras. “Ante el contexto de cambio de gobierno, queremos que se hagan realidad las políticas de inclusión y reparación a la población lgbt+. Sobre todo reclamamos que se incorpore en educación la perspectiva socioeconómica de la pobreza y la diversidad social, porque la educación es la base de los valores de la sociedad”, dijo Martín Canevaro, de 100% Diversidad y Derechos.
RACISMO Y VIOLACIONES EN CHILE
Hubo una columna Antirracista, intregrada por negras, indígenas, racializadas, lesbianas, trans, travestis, bi, no binaries y gordxs. Denuncian los diversos genocidios racistas y contra travestis y trans, llevados a cabo en la Argentina, y el racismo estructural que viven en nuestro país.
Finalmente la Columna Orgullo en Lucha, que lleva cuatro años de participación en la marcha bajo este nombre, aportó su mirada de izquierda con un camión de los clásicos que se utilizan para realizar fletes, decorado con materiales reciclados. No tienen voceros y prefieren dan un panorama de manera colectiva. “Pensamos que no nos corresponde pagar a nosotres la deuda externa. Una de nuestras consignas tiene que ver con que nos sentimos “rotxs, cansadxs y ardientes, y seguiremos ocupando las calles”. Se encuentran muy preocupados por la situación en Chile. Reportan dos casos de “maricas” (entendido como término identitario sexual) que fueron violadas en Santiago por efectivos de Carabineros y muchas otras violaciones correctivas no denunciadas por temor. (“Violación correctiva” es el abuso sexual que se aplica como castigo a la población lgbt+, con el falso objetivo de “corregir”, aunque el objetivo real sea causar terror). También denuncian la persecución a la dirigente trans chilena Shane Cienfuegos. Aunque como aspecto positivo de la rebelión en territorio chileno destacan la formación de “asambleas disidentes” en distintas ciudades, entre ellas, el Bloke Disidente Temuco.