Desde Santa Fe

El equipo de Omar Perotti volvió a alertar esta semana sobre la "situación económica y financiera" de la provincia que dejará Miguel Lischitz el 10 de diciembre, con "problemas de caja", la caída a pique de la recaudación tributaria, el aumento del gasto por encima de la inflación y un déficit en las cuentas públicas que estima superior "a los 19.000 millones de pesos". "Este contexto es lo que se definiría como emergencia económica y social" que demanda al gobernador saliente "el cumplimiento de los compromisos asumidos" con el electo, exigió. Mientras el presidente del Partido Justicialista, Ricardo Olivera, que integra el equipo de Perotti, fue aún más claro: admitió la "posibilidad" de que el próximo gobernador envíe a la Legislatura una ley que declare a Santa Fe en "emergencia económica". "Si la realidad lo requiere, no tiene que sorprender porque la provincia va estar en emergencia. No tengo dudas". "Me parece que no es descabellado plantearlo", afirmó.

En un documento al que tuvo acceso Rosariol12, el equipo de Perotti recordó que apenas se inició la transición con Lifschitz en la Casa Gris, el 3 de julio, hace ya cuatro meses, alertó sobre "la situación económica y financiera de la provincia", su "proyección al cierre del ejercicio" en diciembre, cuando asuma Perotti y los "objetivos" que debía cumplir Lifschitz para garantizar un "traspaso" del poder sin sobresaltos. En esa línea, abrió un sitio web (www.transicionsantafe.com) para informar los "avances del proceso de transición" y garantizar "la transparencia y calidad de la información".

Sin embargo, y a pesar de la advertencia política de Perotti, el "contexto de recesión económica y la caída de la recaudación en términos reales", el gobierno de Lifschitz "mantuvo un alto nivel del gasto", con un "crecimiento interanual por encima de los índices de inflación", explicó.

Ya en esa primera reunión con los ministros de Lischitz, en julio, en la Casa de Gobierno, el equipo de Perotti reveló que el déficit del primer semestre "ascendía a 10.580 millones de pesos" y si se "mantenía la caída de la recaudación" y el aumento de "gastos corrientes y de capital" por encima de la espiral inflacionaria, el "déficit ascendería en diciembre por encima de los 19.000 millones de pesos". "Este contexto se definiría como emergencia económica y social" que demanda a Lifschitz el "cumplimiento de los compromisos asumidos" con Perotti.

Y le recordó al gobernador saliente cuáles son esas "medidas de orden fiscal, presupuestarias y financieras" que debe adoptar para "garantizar el cumplimiento de los compromisos asumidos" con el electo:

*"El pago de las obligaciones salariales y previsionales en el marco paritario vigente".

*"La cancelación de las obligaciones con proveedores, contratistas, municipios y comunas y terceros".

*"El sostenimiento de las políticas de atención social".

*"Y el normal funcionamiento del Estado, manteniendo un nivel de disponibilidades y de deuda flotante que permita un razonable proceso de transición".

 

Ante las "manifestaciones públicas" del ministro de Gobierno Pablo Farías que "generó dudas" sobre el pago de sueldos y aguinaldo en el sector público y el "cumplimiento de otras obligaciones" como la "suspensión de entrega de insumos médicos a hospitales, demoras en los pagos a contratistas y proveedores y prestadores del sistema de salud y la deuda con municipios y comunas", el equipo de Perotti insistió en que Lifschitz debe adoptar las "medidas fiscales, presupuestarias y financieras" que el gobernador electo le reclamó hace cuatro meses. Esto es, cumplir "los compromisos asumidos": "pagar las obligaciones salariales y previsionales" como se comprometió en los acuerdo paritarios con los gremios, cancelar las "obligaciones con proveedores, contratistas, municipios y comunas y terceros", sostener "las políticas de atención social, salud y educación", el "normal funcionamiento del Estado" y "un nivel de disponibilidades y deuda flotante" que permita una "razonable" sucesión del poder de Lifschitz a Perotti.