Desde el 7 al 13 de noviembre se desarrollará la 16º edición del Festival Internacional de Cine Judío en la Argentina (Ficja) en el Cinemark Palermo (Bulnes y Beruti). Creada y programada por Luis Gutmann, la muestra promete una semana cinematográfica a lo largo de la cual se exhibirán diez películas de esa temática, provenientes de diferentes latitudes (también de Israel) que permitirá conectar a un público diverso con la cultura, la historia y la cultura judía.
“Mantenemos como siempre el rigor en la selección de películas. Vemos entre treinta y cuarenta películas para elegir diez. De esa manera podemos mantener un alto nivel de calidad”, cuenta Gutmann. “No es sólo para la comunidad judía sino también para los cinéfilos que están atentos al buen cine. Esto lo tratamos de mantener año tras año. Y lo nuevo son las películas, porque el criterio es algo que se mantiene permanentemente. El común denominador es la temática judía. Puede pasar por identidad, raíces, historia, Holocausto o, inclusive, la vida cotidiana de las comunidades judías en las grandes metrópolis hoy en día”. El Ficja también incluye producciones de Israel que, a veces, pueden no tener una raigambre de temática judía específica. “Pero Israel es el único Estado judío que hay en el mundo y entiendo que un festival de temática judía tiene que incluir cine israelí, sobre todo por el hecho de que en los últimos años ha venido creciendo muchísimo desde el punto de vista artístico y hasta con premios en festivales”, asegura Gutmann.
Uno de los films destacados es Solos en Berlín, protagonizado por Emma Thompson y Brendan Gleeson. Relata, en clave de ficción, cómo un sector de la población alemana era resistente a Adolf Hitler y qué fue lo que hicieron para resistirlo. En este caso, los personajes encarnados por los actores mencionados conforman un matrimonio que está abocado a esa tarea. También se destaca Promesa al amanecer, película francesa que narra la historia de Romain Gary, uno de los más grandes escritores franceses, de origen judío. “Fue el único en ganar dos veces el premio Goncourt. En realidad, cuando se otorga ese galardón, el autor que ya lo ganó no puede volver a presentarse. Y Gary tuvo la picardía de presentarse nuevamente con un seudónimo y lo ganó por segunda vez”, relata Gutmann sobre la anécdota del personaje real. Promesa al amanecer está basada en una novela autobiográfica de Gary, que cuenta su niñez en Polonia, luego su adolescencia y adultez en Francia. Llegó a ser un aviador destacado de la Segunda Guerra Mundial, fue también diplomático y llegó a dirigir dos películas.
“En cuanto a la producción israelí, por ejemplo, hay una película que destaco particularmente, Somos nosotras, que fue producida por Shlomi Elkabetz, quien codirigió con su hermana Ronit la trilogía Tomar una esposa, Siete días y Gett. Shlomi es productor, director y actor. Somos nosotras relata la vida cotidiana de tres chicas palestinas viviendo en Tel Aviv. Es la primera película en toda la historia del cine israelí que se aboca a mostrar la vida cotidiana de gente palestina viviendo en Israel y donde no aparece la ocupación, ni la protesta ni el enfrentamiento israelí-Palestina”, destaca Gutmann. En realidad, lo que está mostrando “es que es un país cosmopolita, sobre todo Tel Aviv como ciudad es cosmopolita: allí conviven todas las razas, todas las religiones, todos los credos”. La política está presente en la situación general del país, “pero en la vida cotidiana muchas veces no es algo que interfiera con la vida social”, señala el director del Ficja.
La muestra también presenta dos documentales. “Uno de ellos, de producción norteamericana, es Quién escribirá nuestra historia, sobre gente que en el gueto de Varsovia luchaba no con las armas sino a través de las ideas. Era un grupo que imprimía diarios y folletos y los distribuía dentro y fuera del gueto como una manifestación de resistencia a los nazis”, relata Gutmann. El otro documental, Tu boca en los cielos, fue dirigido por el español Miguel Angel Nieto. “Está centrado en una mujer sefaradí de más de 80 años que les escribe metafóricamente una carta a los Reyes Católicos (que fueron los que expulsaron a los judíos de España), manifestándoles que, en realidad, los judíos expulsados no les guardan rencor. Merced a eso y como un beneficio secundario se creó una vida en lo que ellos llaman el Magreb; es decir, Túnez, Marruecos y Argelia. Fue una vida de convivencia entre musulmanes, judíos y cristianos durante 500 años, con una cultura sumamente interesante. Esta mujer escribe su carta, la cierra en un sobre y va a depositarla al sarcófago de los Reyes Católicos en Granada. Es muy visceral y emocionante como mensaje”, afirma el director del Ficja.
Una bolsa de bolitas, film de Christian Duguay, aborda una historia que transcurre en la Francia ocupada, en la que Joseph y su hermanito Maurice son librados a sus propios medios para disimularse como no judíos, dada la invasión enemiga. Estos dos chicos aplican una increíble dosis de astucia, valentía e ingenio con el objetivo no sólo de escapar de la invasión sino de tratar de reunir nuevamente a su familia. La israelí Subiendo la pendiente, de Oren Shtern, es una efectiva comedia sobre los avatares de los Geva, una familia burguesa de Jerusalén. Padre e hijo son cirujanos plásticos, pero hay allí una rivalidad latente que, en determinado momento, eclosionará. La madre es docente y también una destacada maratonista que atravesará una impensada situación que pondrá en jaque a toda la familia y que convertirá a su hija Shlomit en una inesperada heroína.
La coproducción israelí-polaca Andamios, escrita y dirigida por Matan Yair, tiene como personaje central a Asher, un adolescente de 17 años que siempre fue problemático e impulsivo. Le resulta difícil concentrarse en clase, donde le suelen brotar rasgos de irritación e inconducta. Sin embargo, no le falta carisma y una buena cuota de astucia callejera. Mientras su estricto padre espera que Asher sea su sucesor en el negocio familiar, el joven encuentra un modelo diferente en la figura de su gentil profesor de literatura, con el que establece una especial conexión. Dividido entre estos dos mundos, el joven busca una salida hacia una nueva vida y una nueva identidad. Cuando una imprevista tragedia sucede, deberá enfrentar la definitiva prueba hacia la madurez.