Tierra del Fuego tiene una transición complicada. El gobernador electo, Gustavo Melella, rechazó con duras críticas el convite de la gobernadora saliente, Rosana Bertone, para “avanzar en el proceso de transición” entre ambas administraciones. Melella, adujo “cuestiones de agenda” para eludir la convocatoria de su predecesora pero luego cargó contra Bertone.
El intendente de la ciudad de Río Grande, que ganó la gobernación en primera vuelta, hizo pública una misiva en la que le recrimina a Bertone los últimos “cuatro meses y medio de gestión”, cuestiona que se haya dedicado a su candidatura a diputada nacional y no administrar la provincia, y donde hace notar su “preocupación” por “el ingreso a planta permanente de funcionarios de rango político”, y por la “celeridad” con que “se vienen llevando adelante procesos de licitación y contratación de obra que afectan y condicionan la futura administración”.
En la carta, Melella le solicita a la gobernadora que “imparta las directivas a los fines de entregar la documentación e información solicitada a quienes forman parte de mi equipo en esta transición”, en particular sobre temas de “obra pública, salud, educación y contrataciones”, entre otras cuestiones.
"Nos deja sin la oportunidad de mejorar la transición y evitar pérdidas de tiempo frente a una situación social crítica por la caída del poder adquisitivo y del empleo en todo el país, y que afecta a nuestra provincia”, replicó Bertone, tras el faltazo de Melella y agregó: “Ninguna diferencia puede postergar las prioridades de los fueguinos. Espero que la agenda de Gustavo Melella empiece a incluir un espacio de diálogo y discusión seria sobre el futuro de la provincia con todos los actores, sin exclusiones”.