La Policía de la Ciudad detuvo a dos supuestos dirigentes de una organización poco conocida, el Movimiento Popular 22 de agosto. En un allanamiento concretado en un pequeño campo de Almirante Brown se habría encontrado una especie de arsenal que, según expertos balísticos y en explosivos, consta esencialmente de armas más bien en desuso y artefactos caseros, del estilo de los que se usaron contra cajeros automáticos. La impresión del juez federal Luis Rodríguez, a cargo de la investigación, es que el grupo se dedicaba esencialmente a cometer delitos, al punto que se les encontraron tres autos robados y que toda la pesquisa se inició a raíz de la detención de dos motochorros en Constitución, el 10 de octubre pasado, tras haberle arrojado un caño con pólvora a un patrullero.
El MP 22 de agosto es una organización diminuta, supuestamente piquetera, cuyo nombre viene de los fusilamientos de Trelew, la masacre de 16 integrantes del ERP, FAR y Montoneros, que fueron capturados después de un intento de fuga de la base Almirante Zar cercana a Trelew en 1972. La justicia condenó en 2012 a reclusión perpetua a los tres militares que perpetraron los fusilamientos.
El MP 22 de agosto se ubicaba como una organización social, aunque su presencia era más bien escasa. No tiene relación con La 22 de agosto, que es otra organización social, ligada a la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), que lidera Juan Grabois. Uno de los dos detenidos de este fin de semana es Daniel Rodríguez, que ya cumplió con una condena a cuatro años de prisión por tenencia de armas, y que tiene como historia conocida el haber impulsado la toma del Ministerio de Desarrollo Social en La Plata, en 2007. O sea que en 12 años registra poca actividad, aunque la poca que se le conoce fue tanto contra el gobierno kirchnerista como el macrista. La página de Facebook de la organización no tiene posteos desde el 22 de junio de 2016, o sea hace más de tres años.
Según consignó ayer el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, el material encontrado tiene poder de daño y que pudo haber terminado con la vida de policías que tripulaban un patrullero en la zona de Constitución. Aunque no hay evidencias, en el juzgado creen que el artefacto que tenían armado --un caño casero-- iba a ser lanzado contra la central de la Policía Federal en la avenida Belgrano. A esos dos detenidos, el juez Rodríguez les imputó tentativa de homicidio, porque consideró que el explosivo que arrojaron era idóneo para matar.
Expertos en balística y explosivos le señalaron a este diario que entre las armas secuestradas durante el fin de semana había fusiles de caza de calibre importante, pistolas semiautomáticas, todo muy mal cuidado y sin uso durante años. Incluso se menciona la posibilidad de que esas armas hayan estado enterradas. Los explosivos son caseros, pólvora para recargas y morteros muy artesanales, posiblemente de pirotecnia.
De los dos detenidos de este fin de semana, Daniel Rodríguez, de 56 años, aparece como el líder del grupo y ayer se negó a declarar. El otro apresado sólo dijo que es ajeno a los hechos y también se negó a seguir declarando o a contestar preguntas. Los delitos son numerosos, asociación ilícita, intimidación pública, tenencia de armas y explosivos y también la tentativa de homicidio perpetrada por los detenidos a raíz del incidente en Constitución.