Los cinco fiscales que integran el “consejo evaluador” que debe dictaminar sobre el futuro del fiscal federal Carlos Stornelli , comenzaron a redactar sus votos y podrían dar a conocer su resolución esta semana. Analizan si los seis faltazos de Stornelli a la indagatoria a la que lo citó el juez Alejo Ramos Padilla, así como su papel en la organización dedicada al espionaje ilegal que investiga, son motivos para abrirle un juicio político. Ese sería el único camino que podría determinar que pierda los fueros y deba presentarse a declarar como sospechoso. De todos modos, no es la única alternativa que analiza el equipo de fiscales en este proceso disciplinario burocrático en el que --paradójicamente-- el fiscal se ha recostado. También prevén opciones intermedias, como la que propuso el fiscal que lo sumarió, Marcelo Retes, que planteó un apercibimiento y una intimación. Como sea, la última palabra la tendrá el procurador interino Eduardo Casal, aunque lo que diga el consejo tiene fuerte peso.
El consejo evaluador está integrado por los fiscales Julio Piaggio, Adriana García Netto, Alejandro Alagia, Guillermo Pérez de la Fuente y Oscar Ciruzzi. Ellos mismos fueron los que recomendaron a Casal a mediados de mayo que se le abriera un sumario a Stornelli por no presentarse a la indagatoria, por lo que fue declarado rebelde hace siete meses. En aquella resolución incluso detallaron ocho graves imputaciones contra el fiscal federal que había expuesto Ramos Padilla al llamarlo a indagatoria. El sumario, una cuestión de puro derecho que no requería analizar pruebas, estuvo en manos del fiscal Retes hasta el mes pasado, cuando fue intimado por las autoridades de la Procuración para que lo terminara. Finalmente dijo que Stornelli había cometido una falta grave, que debía presentarse a indagatoria como cualquier ciudadano de a pie y que merecía un apercibimiento, pero no habló de quitarle los fueros, lo único que habilitaría a que sea buscado por la fuerza pública si no se presenta.
Pero los cinco fiscales no solo analizan ahora las conclusiones de ese sumario sino las de otra investigación, que estuvo a cargo del secretario Juan Casanovas, centrada en las imputaciones contra Stornelli en el expediente de Dolores, aunque armó un gran combo con otras causas judiciales en las que el fiscal y sus aliados políticos --como Elisa Carrió--fueron denunciantes. O sea, son causas donde se intentó debilitar o cuestionar el expediente por espionaje que tiene Ramos Padilla. En éste último, el primero en denunciar al fiscal fue el empresario Pedro Etchebest, después que viajó a Pinamar con el falso abogado Marcelo D’Alessio, quien le pedía dinero para salvarlo del caso de los cuadernos. D’Alessio y Stornelli se reunieron en un balneario, mientras Etchebest observaba, aunque luego se saludaron. Pero la pesquisa fue llevando a otros hallazgos que lo implicaron, por ejemplo, en seguimientos al ex esposo de la actual esposa de Stornelli, el piloto Jorge Castañón, al que D’Alessio monitoreaba supuestamente a pedido del fiscal, e incluso hablaron de plantearle algo ilegal, quizá droga, en su valija. También se lo vinculó con el apriete al empresario de Pdvsa Gonzalo Brusa Dovat, las extorsiones a un ex secretario de Cristina Fernández de Kirchner, Pablo Barreiro, y la planificación de cámaras ocultas a abogados ligados a la causa de los cuadernos.
Los fiscales del consejo evaluador no tienen posiciones uniformes, según pudo saber PáginaI12 a través de allegados a la deliberación. Un punto de discusión que buscaban zanjar en los últimos días tiene que ver con la interpretación respecto de cuándo se puede hacer un jury. Algunos alegaban que, si no hay resolución judicial alguna que atribuya un delito a Stornelli, no se podría avanzar. Pero eso lleva a una situación absurda: ¿cómo va a dictar el juez un procesamiento, por caso, si no lo pudo indagar y el imputado sigue rebelde? Sin embargo, una lectura posible es que la Ley de Fueros prevé que cuando un funcionario no se presenta a la indagatoria el tribunal debe pedir el desafuero para hacerlo posible. Entre los fiscales evaluadores, la posición más rígida interpreta que Stornelli puede no presentarse como parte de su estrategia de defensa. Otros discrepan y creen que no hacerlo con tan evidente reticencia es una infracción, la clave estará en lo que le sugieran a Casal: que lo intime al fiscal con un ultimátum, que si es incumplido derive en el proceso de juicio político, o directamente la apertura del jury. Los argumentos planteados por Stornelli, como que este caso se quiso usar para perjudicar su investigación de los cuadernos, no parecen ser el eje del análisis.
Es posible que la conclusión se conozca en breve, pero tampoco será aún el final del proceso disciplinario, ya que la decisión será tomada por el procurador interino, Casal. La primera citación a indagatoria a Stornelli se remonta al 28 de febrero y la rebeldía fue declarada un mes después. Cuando salió a la luz el caso del ex marido de su esposa, el hombre (Castañón) aportó chats donde ella le decía que no se prestara a la discusión y a ser testigo/víctima en la causa, porque el fiscal ya había hablado con “Mauricio” para que Ramos Padilla fuera destituido. De hecho fue denunciado, en uno de los tantos atropellos por los que el relator de la ONU sobre independencia judicial pidió explicaciones al Poder Ejecutivo.