El gobierno de Mauricio Macri concluye su mandato con al menos 1.198 femicidios durante su gestión, 275 en lo que va del año. Estos datos surgen del relevamiento que iniciamos desde el Observatorio de las Violencias de Género “Ahora Que Sí Nos Ven” pasado el 3 de junio del 2015, luego de las masivas movilizaciones por #NiUNaMenos, a partir del análisis de más de 230 medios gráficos y digitales de todo el país. Estas cifras dan cuenta de la falta de voluntad política asumida por el gobierno de Cambiemos para prevenir, sancionar y erradicar la violencia machista en la Argentina.
En lo que va del 2019 relevamos un femicidio cada 26 horas, es decir, la violencia machista se cobra la vida de una mujer casi por día en nuestro país. Combatir este flagelo no fue parte de agenda del Gobierno nacional en estos cuatro años. Por el contrario, el presupuesto asignado al actual Instituto Nacional de las Mujeres (Inam) se vio seriamente afectado, ya que al ínfimo monto otorgado para aplicar la Ley 26.485 se le sumaron recortes y sub-ejecuciones. Nos cansamos de visibilizar que para el Estado nacional las mujeres valemos tan solo 11 pesos, menos que un boleto de colectivo, y que muchos de los anuncios realizados quedaron sólo en palabras. Fuimos testigxs de anuncios oportunistas en plena campaña surgidos del Ministerio de Seguridad, carentes de toda perspectiva de género, parados en una lógica punitivista omitiendo que la violencia machista es un problema estructural de las sociedades patriarcales y que son las asimetrías de poder las que generan la violencia contra las mujeres y las disidencias. Pero no es casual, un gobierno que asentó sus principales políticas sobre el empobrecimiento y la desocupación del conjunto de la sociedad muy lejos está de ver o asumir las terribles consecuencias que esas mismas políticas traen para más del 50 por ciento de la población, las mujeres y las disidencias.
Macri y sus políticas neoliberales nos dejan un país sumergido en el infierno, con terribles índices de embarazo adolescente y una ley de ESI que deberemos volver a impulsar fuertemente en todo el país a partir de la nueva gestión; con el mayor índice de desocupación de la historia para las mujeres jóvenes, quienes vieron afectados todos sus derechos durante estos años; con miles y miles de pibas y pibes bajo la línea de pobreza comiendo en las escuelas y los comedores, y como en todas las épocas de crisis económica, las mujeres asumiendo colectivamente el rol de proveedoras de las tareas de cuidado dentro y fuera de nuestras casas. Asimismo, los feminismos populares, organizados y en las calles, resistimos a las políticas de ajuste, empobrecimiento y precarización de nuestras vidas y nos constituimos como un actor determinante para darle salida a Macri. Irrumpimos como nunca antes en la historia de nuestro país, generamos las mayores movilizaciones de los últimos tiempos: el #NiUNaMenos, los cuatro paros nacionales y la marea verde dan cuenta de ello, e iniciamos una revolución que está en marcha y no tiene vuelta atrás. Asumimos el compromiso en la nueva etapa que se inicia luego del 10 de diciembre de ser quienes, sin abandonar las calles, impulsemos los cambios necesarios para transformar nuestra realidad en un sentido de mayor equidad y justicia social que nos permita vivir una vida libre de violencias.
*Presidenta del Observatorio de las Violencias de Género "Ahora Que Sí Nos Ven”. Referente del Movimiento MAREA Feminista Popular y Disidente, y del Movimiento SOMOS.