Los trabajadores del área de Diagnóstico por Imágenes del Hospital de Pediatría Garrahan realizaron un paro de doce horas en reclamo de condiciones laborales seguras, el reconocimiento del título de licenciados en producción de bioimágenes y la tarea insalubre que realizan por el manejo de equipos con radiaciones ionizantes. Según advirtieron desde la Asociación Civil y Gremial de Profesionales y Técnicos "el 60 por ciento de la trabajadoras del sector perdieron embarazos". La titular de la Asociación, Norma Lezana dijo que "si bien no son datos estadísticos sino testimoniales, cuando se ve que no están dadas las condiciones de seguridad porque faltan los elementos de protección, y los búnkers (cabinas) desde donde se dispara la imagen no son herméticos, es fácil darse cuenta que algo grave está pasando".
Los trabajadores vienen reclamando desde hace meses al Consejo de Administración del hospital que los equipos de rayos X son obsoletos y que tienen que ser renovados. Que de las tres salas, sólo una funciona, y que las otras dos tiene fallas recurrentes porque son aparatos con mas de 20 años de antigüedad que obligan a repetir las tomas y producen demoras. Además, sostienen que los trabajadores no cuentan con los elementos de protección como las gafas plomadas, los guantes plomados, ni los chalecos y los percheros especiales para que los chalecos no se resquebrajen.
Los otros dos ejes del reclamo son la convalidación del título con el pase inmediato al tramo profesional manteniendo el mismo nivel en la carrera hospitalaria, y el reconocimiento de que la tarea de radioscopia es insalubre, como establece la Superintendencia de Riesgos del Trabajo.
Insalubridad del área de Radiología
Con respecto a este último punto, Lezana recordó a este diario que hay una denuncia presentada por el Inspector de Trabajo de la Ciudad de Buenos Aires, el Ingeniero Edgardo Castro, para que se declare la insalubridad del área de Radiología del hospital. Denuncia que posteriormente fue ampliada por la Asociación Civil y Gremial de Profesionales y Técnicos.
"Irradiarse lo menos posible durante el menor tiempo no se puede cumplir si las salas no reúnen los requisitos que tienen que tener para garantizar la seguridad, y si tenés que hacer cinco disparos para obtener una placa. Son cuestiones graves", remarcó Lezana y agregó que "los aparatos están para desguace porque son obsoletos".
En ese contexto, de 10 trabajadoras, seis perdieron embarazos, algunas en dos ocasiones. "Dos abortos ocurrieron el último año. Como se trata de pérdidas de embarazos es difícil tener una estadística pero debería haber un seguimiento salud laboral", sostuvo.
Y señaló que los reclamos que hacen los trabajadores son "también en beneficio de los pacientes, porque con dos salas que funcionan mal, la espera es de tres horas tres horas y media para atender la demanda". Y a eso se suma, según la profesional de la salud, que en los screening lo primero que se hace es una placa, y si no funciona bien el servicio se complejiza la atención.
Según fuentes del hospital consultadas por este diario, hay aprobadas compras para equipar el establecimiento y renovar los materiales. Sin embargo, sostuvieron que los equipos en uso están fiscalizados y en funciones.
En sentido opuesto opinó Josmar Flores Arnez, licenciado en producción de bioimágenes y delegado de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), quien se desempeña en el área de Radiología en Neurointervencionismo del hospital.
"Hace 20 años que no hay recambio"
"Tenemos un retraso en la actualización de los equipos que hacen placas porque hace 20 años que no hay recambio. Trabajamos sin las gafas plomadas para las cirugías mínimamente invasivas, las mismas que se utilizan para las placas, aunque en este caso es más grave porque se usa radioscopia, que es radiación continua. En la radiografía son décimas de segundos y la radioscopia puede durar varios minutos porque son cirugías", explicó.
Y agregó: "Hay chalecos que quedaron obsoletos porque llegaron a su fecha de vencimiento. Si bien el plomo no vence, tienen una vida útil. Y como faltan los percheros, se doblan o quiebra y pierde efectividad la protección. Faltan guantes plomados, que se usan para sostener a los chicos y evitar que se muevan al tomar la imagen, y los que hay son viejos y no se utilizan".
El especialista explicó también que hay protocolos para medir la radiación que absorben quienes trabajan en esas áreas, pero que no están conformes con las mediaciones que realiza la empresa seleccionada por el hospital.
"Tenemos una dosimetría personal, pero la empresa que nos provee el Garrahan nos genera dudas. A mí, que trabajo en el sector de radioscopia me da un dosaje menor que a un licenciado en resonancia, cuando en resonancia no se utilizan radiaciones sino ondas de sonido, por lo que no tendría que darle mayor dosaje a ellos que a mí. Por eso nos hace dudar de la veracidad de las mediciones que hace la empresa. No es la única empresa ni el único método, usan la termoluminiscencia, para detectar las radiaciones ionizantes, sino que hay otros, y no sabemos por qué el hospital prefiere este".
Para Flores Arnez, está claro que el trabajo que realizan es insalubre y que no sólo los ampara la ley sino un reconocimiento de hecho por parte del hospital. Según explicó, "desde la apertura en 1987 los radiólogos tienen nombramiento por 48 horas semanales, pero con un acuerdo de 32 horas efectivas. Y para contextualizar, hay que aclarar que los radiólogos de la municipalidad de la Ciudad trabajan 20 horas semanales y los que dependen de Nación 24 horas". Además, agregó que "junto al uso del dosímetro, se otorgan licencias profilácticas, por lo que hay un reconocimiento tácito de la situación aunque las autoridades no lo quieran reconocer".