Una nueva tragedia vinculada al narcotráfico sacude a la sociedad mexicana. El secretario de Seguridad Pública de México, Alfonso Durazo, confirmó la muerte de tres mujeres y seis niños tras el brutal ataque cometido contra una importante familia de mormones, los LeBarón, en el límite de de los estados de Chihuahua y Sonora.
Durante el ataque, los tres vehículos en que se dirigían los integrantes de la familia LeBarón sufrieron cientos de impactos de bala y fueron posteriormente incendiados. Todavía no se confirmaron detenidos y si bien no hay una hipótesis definida, la tragedia está fuertemente salpicada por la disputa territorial entre cárteles de la droga, grupos a los que algunos miembros del clan LeBarón enfrentaron en los últimos años a través de una activa militancia. El presidente estadounidense Donald Trump manifestó que desea colaborar con el gobierno mexicano, mientras su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador, agradeció el gesto aunque prefirió no hablar de "guerra" contra el narcotráfico.
Según el relato de Durazo, alrededor de las 9:30 horas del lunes salieron tres mujeres y 14 menores desde el pueblo de Bavispe, perteneciente al estado de Sonora. Los miembros de la familia LeBarón se trasladaban en tres vehículos diferentes rumbo a Chihuahua, para de ahí dirigirse a Estados Unidos, cuando fueron emboscados por una banda fuertemente armada. Allí les dispararon, y luego prendieron fuego los tres vehículos.
Del total de 17 personas que se trasladaban, murieron las tres mujeres que manejaban y seis menores (entre ellos dos gemelas de un año). Sobrevivieron ocho menores, de los cuales seis permanecen hospitalizados en Arizona y uno resultó ileso. Una niña de ocho años que se encontraba desaparecida fue finalmente hallada a unos 15 kilómetros del lugar.
La Fiscalía de Sonora informó que tras el violento ataque se encontraron en el lugar de los hechos más de 200 casquillos calibre 223 y siete milímetros. Un familiar de las víctimas, Lafe Langford Jr., compartió en redes sociales un video en el que puede verse uno de los coches calcinados, alcanzado por múltiples impactos de bala.
Julián LeBarón, primo de una de las víctimas, afirmó entrevistado por Milenio Televisión que el secretario de Seguridad Durazo le informó por la mañana que "ya se habrían detenido a tres personas” por el ataque. Sin embargo, esa información nunca fue confirmada por autoridades de gobierno. El propio Durazo indicó que ahora buscará determinar si se trató de una "confusión" entre bandas dedicadas al narcotráfico que se disputan el territorio, o si se trató de un ataque directo contra la familia LeBarón, sobre la cual ya se habían registrado otros hechos violentos años atrás. Es conocida la militancia contra la violencia ligada al narco de algunos de sus integrantes (ver recuadro).
"Los hechos ocurren sobre una zona en disputa entre diversos grupos criminales, hay una célula del crimen organizado vinculada al cártel del Pacífico con presencia importante en Agua Prieta y en la sierra, en los límites Chihuahua y Sonora. Hay grupos criminales del lado de Chihuahua, que pretenden tomar control de zonas territoriales de Sonora, entre ellos Los Salazar", dijo el Secretario de Seguridad en conferencia de prensa acompañado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, el funcionario reservó detalles de la investigación.
Desde México, Ángel Adrián Huerta, miembro del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, habló con Página/12 en relación a las primeras pistas del caso. Destacó que "todavía es prematuro hablar de hipótesis al respecto. La Fiscalía plantea que el asesinato se debe directamente a la saña, el contexto que se vive en la región. Los crímenes ocurrieron en un lugar alejado de la zona urbana, así que es difícil pensar en algo fortuito".
Huerta destaca que, en entrevistas otorgadas por Julián LeBarón, éste hizo hincapié en la demora en la respuesta por parte de las autoridades: "Recién la Guardia Nacional (policía nacional mexicana) comenzó a trabajar a partir de las 5 de la tarde, cuando los hechos se dieron a las 10 de la mañana. Ese es otro elemento a tener en cuenta".
La familia LeBarón, compuesta principalmente por ciudadanos estadounidenses, forma parte de una importante comunidad de mormones recibida por México a finales del siglo XIX, que como tantas otras familias huyó de la persecución que sufrían en su país de origen. Con el recrudecimiento de la violencia ligada al narcotráfico, estas comunidades se vieron fuertemente afectadas.
La tragedia impactó de lleno en el vínculo entre los gobiernos de México y Estados Unidos. El presidente Donald Trump aprovechó para enviarle un mensaje directo a su par mexicano, López Obrador. "Este es el momento para que México, con la ayuda de Estados Unidos, le declare la guerra a los cárteles de la droga y los borre de la faz de la Tierra. ¡Simplemente esperamos una llamada de su nuevo gran presidente!", expresó el mandatario a través de Twitter.
Por su parte, López Obrador agradeció la colaboración y prometió llamarlo. Pero descartó que su gobierno plantee una guerra contra las bandas criminales. "En eso no coincidimos, los que tienen esa manera de pensar se les respeta, pero no va de acuerdo con nuestras convicciones, lo peor que puede haber es la guerra. La guerra es sinónimo de irracionalidad", dijo en conferencia de prensa.
De acuerdo a cifras oficiales elaboradas por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, se produjeron al menos 250.547 homicidios en el país entre diciembre de 2006 y abril de 2018. Una cifra que pone en evidencia las fallas del modelo de seguridad implementado en el país a lo largo de más de una década, y que dejó al país sumido en una espiral de violencia equiparable a la que se vive en países en guerra. La política mexicana tiene allí una deuda importante, y López Obrador, que en diciembre recién cumplirá un año de mandato, intentará estar a la altura de las circunstancias.
Informe: Guido Vassallo.