Hoy a las 18:30 en el Museo Provincial de Bellas Artes "Rosa Galisteo de Rodríguez" (4 de enero 1510, Santa Fe) y el próximo miércoles 13 de noviembre a esa misma hora en el Museo Histórico Provincial "Dr. Julio Marc" (Parque Independencia, Rosario), el Ministerio de Innovación y Cultura presenta el libro El tiempo de la pintura. Grupos artísticos santafesinos entre 1910 y 1960.

En ambos eventos se contará con la presencia y con la palabra de la Ministra de Innovación y Cultura María de los Ángeles Chiqui González, de Agustín Alzari, coautor del texto del libro junto con Jimena Rodríguez, y de integrantes del staff editorial. En Santa Fe, hablará Raquel Garigliano, experta en pintura y docente de la Escuela Provincial de Artes Visuales Juan Mantovani, de Santa Fe; en Rosario, la investigadora Jimena Rodríguez, que además de ser experta en el tema fue parte del equipo editorial y es docente de la Escuela Provincial de Artes Plásticas Manuel Belgrano.

 

El tiempo de la pintura es un libro de lujo, realizado con la calidad de Espacio Santafesino Ediciones y producido por la Secretaría de Producciones, Industrias y Espacios Culturales. Este volumen de gran formato reúne con esmerado cuidado editorial la mayor galería impresa de pintura moderna santafesina publicada hasta el presente.

La dirección original del proyecto estuvo a cargo de Pedro Cantini, un editor que dejó su sello de profesionalismo en cada espacio que transitó. Laura D'Aloisio y Agustín Alzari se pusieron al hombro la edición general, al frente de un equipo curatorial y editorial integrado además por Jimena Rodríguez y Clarisa Appendino, con Irene Sferco como asistenta de edición e Higinio del Pozo en investigación documental, sumando a Verónica Franco en diseño y a Milena Bertolino como correctora. Entre las fotógrafas y fotógrafos convocados para reproducir las obras figuran algunos de reconocida trayectoria en el campo del arte como los rosarinos Norberto Puzzolo, Andrea Ostera y Laura Glusman, además de Enzo Mansilla, Gustavo Sosa Pinillo y Otilio Moralejo.

Dos rasgos del arte santafesino son la formación de grupos de artistas y la polarización entre Rosario y Santa Fe.

No es la única investigación publicada sobre pintura de la provincia de Santa Fe en la primera mitad del siglo XX; al respecto cabe destacar los importantes y pioneros trabajos de Guillermo Fantoni y de Adriana Armando. "Desde hace casi un siglo, artistas, periodistas, críticos e historiadores del arte vienen aportando su pasión, conocimiento y estudio para la construcción de una historia de la pintura santafesina moderna", comienza el texto del libro que se centra en los años comprendidos entre las décadas de 1910 y 1950, "el tiempo de las grandes discusiones estéticas y políticas".

Algo que aquí se señala, y que Fantoni se anticipó en notar, son dos características de la pintura en esta provincia durante la primera mitad del siglo veinte: la recurrente formación de grupos de artistas plásticos, y la polarización de sus actividades (aunque puede que esto cambie ahora con la relevancia cultural que está adquiriendo Rafaela en estos años) entre las ciudades de Santa Fe y Rosario.

"Motivo de río", de Carlos Uriarte.

Se puede agregar también como rasgos el compromiso con el paisaje y con los tipos humanos locales, en un regionalismo moderno que elude los lugares comunes costumbristas y plasma sus visiones de la región en lenguajes vernáculos pero informados y de calidad internacional.

¿Y por qué los grupos y por qué en las ciudades, y en esas ciudades? Hay un sello característico del arte en Santa Fe y Rosario y es precisamente el valor casi exclusivo que los vínculos entre pares tienen como motor de la producción, a falta de un mercado consolidado y de una burguesía culta que les aporte no sólo compradores sino además espectadores informados. "Bares, talleres, galerías, fueron algunos de los ámbitos donde se encontraron los artistas modernos", relatan los editores. "Así nacieron los grupos: Litoral, Setúbal, Bohemia, Asociación de Artistas Plásticos Santafesinos, Nexus, Refugio, Los 9, La Mutualidad, Zona Norte, Plásticos Independientes y Síntesis. Cada cual, a su manera, marcó un tiempo".

Cabe apuntar que ante la ausencia de un mercado vigoroso capaz de reconocer el valor material y simbólico global de estas obras (y la de ellas en estudios académicos curriculares, salvo excepciones como las mencionadas) es el gesto de reconocimiento entre pares cercanos lo que legitima a los artistas santafesinos, de ahí tal vez el valor de los grupos. Así, se existe desde la historia oral del arte de la zona, desgranada en sobremesas bohemias, o mediante la representación de los propios espacios creativos: algo que estudia Sabina Florio en relación con Manuel Musto y Augusto Schiavoni, y que ilustra bellamente Manuel Ferrer Dodero con una vista al óleo de su taller reproducida en este libro. Este carácter evanescente de la pintura provincial se subsana en parte con la labor de los museos y en parte con libros como este, que permiten a Juan Grela, a César Caggiano (autor del paisaje reproducido en la tapa), a Ana Caviglia y a tantos otros llegar con sus obras al pueblo, que fue lo que soñaron.