Desde Santa Fe

El operativo político en San Genaro que encadenó las supuestas renuncias de tres concejalas electas por el Frente Progresista: Ariana Mergen, Beatriz Vivas y Griselda Altamira, para que la banca en juego la ocupe un varón, Luciano Morello, quedó al descubierto. Mergen es secretaria de Gobierno del intendente Gastón Marconcini y Morello su colega de gabinete. Ya el viernes, Altamira había retirado su renuncia ante el Concejo Municipal y pidió que se la convoque para asumir el cargo. Y ayer hizo lo mismo Vivas, quien era la segunda en la lista del oficialismo, y por lo tanto, debería reemplazar a Mergen, si se aplica la ordenanza municipal de paridad que ordena los reemplazos por género. La diputada Alicia Gutiérrez que denunció el caso en la Legislatura festejó la actitud de sus compañeras como un triunfo. "La acción conjunta y mancomunada de muchas mujeres y de algunos varones dio sus frutos. Paridad es ahora", planteó. "Obligar o engañar a las mujeres candidatas electas para que renuncien a sus derechos es violencia política. Felicitaciones a ellas, que deciden defenderse y defendernos a todas y a quienes las acompañan en el camino. Sin mujeres no hay paridad", completó la legisladora bonaerense Malena Galmarini.

Rosariol12 ya informó que las renuncias de las tres mujeres: Mergen, Vivas y Altamira, tienen la misma fecha: 15 de octubre. Y se presentaron ante el Concejo de San Genaro el mismo día: 29 de octubre y a la misma hora: 12.15. Mergen era la primera en la lista oficial. Morello el número dos. Y para que éste la reemplace en la banca, debían esquivar la ordenanza de paridad con las renuncias de todas las mujeres de la lista: Vivas (que era la segunda) y Altamira (la tercera), que fue lo que sucedió.

El jueves, la diputada Gutiérrez denunció la "maniobra" en la Legislatura y la calificó como un acto de "violencia política" contra sus compañeras. Mientras que su colega del Frente Progresista, Verónica Benas, la consideró un "abuso de poder contra las mujeres" y un hecho "absolutamente repudiable". "Es imposible que tres candidatas renuncien al mismo tiempo", advirtió.

El viernes, Altamira retiró su renuncia, reveló que la había firmado contra su "voluntad" y mandó al frente a Mergen, quien la convocó a su despacho y le dijo que tenía que firmar "sí o sí". Lo que ella "desconocía" es que también habían renunciado la propia Mergen y la segunda mujer de la lista, Vivas, por lo que faltaba su renuncia para que pueda asumir Morello. "Amparándome en el principio constitucional de la igualdad consagrado en el artículo 37 de la Carta Magna y en la ordenanza 695/18", pidió al Concejo que "tenga por desestimada mi renuncia" y "en su oportunidad", se la "convoque a sesión preparatoria para prestar juramento".

Ayer, Vivas hizo lo mismo. Le comunicó al Concejo que "tenga por desistida" su renuncia. Y fundó la decisión en tres "hechos y situaciones" que "viciaron su consentimiento". Dijo que ella "desconocía" la renuncia de Mergen, la "vigencia de la ordenanza de paridad" que la habilitaba a ocupar la banca, y que las tres renuncias (de Mergen, Vivas y Altamira) "dejaba sin posibilidad de representación femenina al Frente Progresista". "Esta serie de factores me condujeron a suscribir un acto en el marco de un 'error esencial' respecto de la naturaleza y alcance del mismo" y por lo tanto, su "renuncia" está "viciada desde su génesis", explicó. Por lo tanto, solicitó a la presidenta del Concejo Paola Rasadore que "desestime" su renuncia y la convoque "a prestar juramento y asumir el cargo para el que fui electa".