Desde México
El vicepresidente de Brasil, el general retirado Antonio Hamilton Mourau, asistirá a la asunción de Alberto Fernández, según le comunicaron al presidente electo. En la comitiva argentina creyeron ver en este gesto más que un cambio de actitud de parte de la gestión de Jair Bolsonaro, una interna creciente dentro de la administración brasileña respecto a las actitudes del presidente en política exterior. Por otro lado, Fernández comentó que llamará al presidente chileno Sebastián Piñera para ponerse a disposición para lo que pueda ayudar y reiteró que, si es necesario, viajará al país trasandino.
Al parecer, el viaje a México de Alberto Fernández para reunirse con Andrés Manuel López Obrador removió un poco el avispero en la región. Casualidad o no, un día antes de subirse al avión, el presidente electo recibió el saludo de Donald Trump, quien le comentaba su predisposición de trabajar juntos y de renovar la ayuda al país en el FMI. Ayer, llegó la comunicación de que habrá un representante del gobierno de Brasil en la ceremonia del 10 de diciembre. Pese a que Bolsonaro ni lo llamó para saludarlo, su vice lo representará. ¿Es un cambio de posición del gobierno de Brasil luego de todos los mensajes agresivos de Bolsonaro, su hijo y su canciller por el triunfo de Alberto Fernández? En la comitiva argentina creían ver una grieta creciente en la administración brasileña, donde varios funcionarios estarían ya cansados del estilo de Bolsonaro en materia internacional que lo llevó a pelearse con Emanuel Macron y Michelle Bachelet.
El otro país vecino al que se refirió ayer Fernández fue Chile. "Es un problema", comentaba sobre el estado de convulsión. El presidente electo sorprendió en la conferencia de prensa del lunes al revelar que podía viajar a ese país por invitación de Piñera, con quien tuvo un buen diálogo telefónico. Comentó que a la vuelta a Buenos Aires le devolverá el llamado para ver en qué puede ayudarlo. Si él cree que una visita servirá, podría concretarse. Dado el estado de convulsión que permanece, suena difícil.