Mauricio Macri se va con las manos limpias, según dijo en el CCK. Pero no quiere dejar a sus amigos con las manos vacías. El presidente pidió por varios de sus colaboradores más cercanos para que sean ubicados en distintos cargos en la Ciudad, en donde el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, se resiste a un desembarco masivo. Por lo pronto, el secretario de Legal y Técnica, Pablo Clusellas, apareció entre los candidatos a la Auditoría General de la Ciudad. A Francisco Quintana, hombre de Marcos Peña, le dieron la presidencia del Consejo de la Magistratura porteño. Y le están buscando un lugar al secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis. Podría ser en el Ente de Turismo porteño. Además, siguen las conversaciones para ubicar a Miguel Angel Pichetto en la presidencia de la Auditoría General de la Nación.
Nadie se quiere quedar sin su cargo. Pero no habrá lugar para todos. Ya lo dejó en claro en privado Larreta. "La Ciudad no va a ser un aguantadero", fue la manera diplomática en que lo comunicaron en el entorno del jefe de Gobierno. Es probable que Larreta use un lenguaje más refinado, pero el concepto es el mismo: el jefe de Gobierno privilegiará a sus funcionarios, los que lo acompañaron en sus primeros cuatro años por encima de otras figuras. Con un gabinete todavía en armado, podría haber algunas excepciones como Hernán Lacunza o Gustavo Ferrari. Se trata de dos funcionarios que provienen del sector de María Eugenia Vidal. Tanto a ella como a Larreta se los vio incómodos en el Centro Cultural Kirchner cuando Macri anunció su continuidad en política y gritó: "Hay Gato para rato".
No obstante, pese a que no habrá un trasbordo masivo de funcionarios, Macri viene pidiendo por sus más cercanos. Por eso es que en la reunión de la Junta de Ética, Acuerdos y Organismos de Control de la Legislatura apareció el nombre de Pablo Clusellas, el actual secretario de Legal y Técnica, y amigo personal de Macri desde su paso por el colegio Cardenal Newmann. Apareció en una lista de 19 nombres para los siete cargos de auditores porteños que deberán controlar a Larreta por los próximos cuatro años. Clusellas cuenta con el favor presidencial por lo que sería uno de los elegidos.
No fue el único que terminará en un organismo de la Ciudad. Francisco Quintana, una de las autoridades del PRO y cercano a Marcos Peña, tenía destino como viceministro del Interior si ganaban las elecciones. La derrota del 11 de agosto llevó a una serie de reacomodamientos. Quintana dejó la vicepresidencia primera de la Legislatura porteña, lugar que ocupó Agustín Forchieri, un hombre de Diego Santilli. Quintana fue al Consejo de la Magistratura porteño en un gesto poco común para los que responden a Peña, que tendrán difícil encontrar un lugar en el futuro. Para Peña mismo se rumorea que no habría otro lugar que alejarse de la política e incluso irse a vivir fuera del país. Por ahora, son versiones. Pero las palabras traen intenciones de jubilación del jefe de Gabinete, que estuvo en la Antártida en un acto a miles de kilómetros del resto del partido. Así lo quiere más de uno.
Otro por el que pidió Macri es por Fernando de Andreis, a quien también le espera algún puesto en el segundo gobierno de Larreta. "Lo pondremos donde haya lugar. En algún desván", bromeaban en Parque Patricios. En verdad, De Andreis podría volver al Ente de Turismo, del que ya fue presidente antes de ser secretario general de la Presidencia durante toda la gestión nacional de Macri. Se analizan otras incorporaciones menores que pidió Macri -según publicó Perfil-, como la de sus amigos del paddle, el actor Martín Seefeld y el asesor en comunicación de la AFI, Hernán Nisembaum.
Por fuera de los cargos en la Ciudad de Buenos Aires -el principal distrito que seguirá gobernando el PRO, a parte de algunas intendencias como La Plata, Mar del Plata o Vicente López- también le estarían buscando destinto al ex compañero de fórmula de Macri, Pichetto. Pese a que el senador -al que se le termina el mandato- aseguró que se iba a dedicar a la actividad privada, están negociando para darle la presidencia de la Auditoría General de la Nación que, en el gobierno de Alberto Fernández, le corresponderá a la oposición. "Hay conversaciones, pero nada definido", indicaron en el bloque macrista sobre la posibilidad de que Pichetto recale en la AGN.