La villa porteña denominada históricamente con el burocrático número 1-11-14 dejó atrás ese nombre gracias a una ley aprobada por unanimidad en la Legislatura porteña y, de ahora en adelante, será conocida como barrio "Padre Ricciardelli" en honor a un sacerdote que vivió y desempeñó su tarea pastoral durante más de 30 años en esa zona de Bajo Flores. Varias decenas de vecinos del lugar se acercaron hasta el palacio de Perú 160 para acompañar la votación y celebrar la sanción definitiva de la iniciativa. Entre ellos estaba una delegación de la escuela primaria del barrio, integrada por el director del establecimiento y sus pequeños abanderados. Integrante de la corriente de Sacerdotes para el Tercer Mundo, junto a otros curas, Ricciardelli impulsó en 1968 lo que es recordado como el "primer piquete clerical" en Plaza de Mayo para reclamar "que se frenara la erradicación de villas".