El presidente Mauricio Macri abrirá hoy las sesiones parlamentarias por segunda vez. Se espera que dé un discurso que será tanto o más breve que el anterior, que duró poco más de una hora. Entre los temas centrales estará la transparencia de los actos de gobierno y las leyes de lucha contra la corrupción. Con estas iniciativas, el macrismo busca recobrarse del golpe que supuso el escándalo por la deuda del Correo Argentino, al que se le sumaron las vinculaciones del primo del Presidente y del titular de la AFI al Lava Jato, la principal causa de corrupción de Brasil. Además, el mandatario tendría pensado proponer al Congreso la baja de edad de imputabilidad, en contra de la mayoría de los especialistas a los que había convocado el oficialismo. El discurso estará centrado el elogiar su primer año y no tanto en la pesada herencia.
El equipo de comunicación trabajó hasta último momento en los detalles del discurso. Intervinieron el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis; el asesor presidencial Alejandro Rozitchner y la directora de Discurso, Julieta Herrero, junto a Fernando Santillán y Daniela Brocco. Además, Macri le pidió a Gabriela Michetti que lo leyera y sumara sus comentarios. La secretaria de Relaciones Parlamentarias, Paula Bertol, estuvo a cargo de reunir la memoria de las acciones de gobierno. También intervinieron otros funcionarios que sumaron la agenda legislativa del año. Macri tuvo un idea y vuelta en el que hizo correcciones y pidió sumar datos.
Los que trabajaron en el discurso hicieron un esfuerzo por evitar que se filtraran datos. Esto llegó al punto de que algunos de los principales dirigentes de Cambiemos se enteraron recién ayer por la noche de su contenido, cuando Macri agasajó a diputados y senadores de su espacio en Olivos, en tren de cerrar las grietas internas que se abrieron en medio de los escándalos paralelos del Correo y del ajuste a los jubilados, con los que finalmente el presidente Macri resolvió dar marcha atrás.
En total, fueron unas dos semanas de trabajo para construir el discurso que pronunciará hoy. El resultado, según cuentan en Balcarce 50, es un texto centrado en “los logros del año pasado y los temas a trabajar particularmente este año”. Habrá menos lugar para cuestionar a la gestión anterior, en línea con el espíritu de “mirar hacia el futuro”.
El relato de los “logros” está estructurado siguiendo las tres promesas-eje de la campaña 2015, que Macri ya repitió hasta el hartazgo: reducir la pobreza, luchar contra el crimen organizado y unir a los argentinos. Esta última, es reinterpretada ahora por los macristas como una apuesta a dar “más institucionalidad”.
En este aspecto es en donde hubo más controversia. ¿Debía Macri referirse en forma explícita al Correo y otros escándalos que lo expusieron en las últimas semanas? Había posiciones encontradas dentro del propio oficialismo. Hasta ayer, parecía ganar la postura de evitar ingresar en ese tema en forma directa, pero sí tocarlo por medio de las acciones de gobierno a emprender. En esa línea, Macri se referirá a la corrupción (siempre asociada al Gobierno anterior) y pedirá al Congreso que trate una serie de leyes en este sentido. También se referirá al establecimiento de un protocolo para dar transparencia en los casos en los que haya potenciales conflictos de intereses. Señalará que lo que busca es que los ciudadanos ganen confianza en las instituciones.
Luego hará una enumeración de lo que el Presidente considera que fueron sus hitos del primer año. Entre ellos, estarán:
- “La continuidad y aumento de la protección social”, que –según señalan en el Gobierno– incluye “desde el incremento de la Asignación por Hijo hasta la Reparación Histórica de los Jubilados”, que vino asociada al blanqueo.
- “Los logros en la obra pública, los proyectos de Hábitat y los avances en el área de energía”, será otro de los tópicos. Siempre entre el fuerte tono autoelogioso y el recordatorio de que se sabe que falta mucho.
- La seguridad ciudadana será otro de los ejes. Macri sostendrá con cifras que aumentaron las investigaciones con un final exitoso vinculadas al narcotráfico. Le reclamará al Congreso que avance con la Ley de Extinción de Dominio, inspirada en las actas RICO de Estados Unidos, que permiten confiscar los bienes que se pruebe que fueron habidos por el crimen organizado. En la misma línea de la seguridad, se colará el proyecto de un régimen penal juvenil. No estaba previsto, en un principio, que el presidente mencione la baja de edad de imputabilidad en forma explícita, aunque siempre puede haber cambios de último momento. También se referirá a la reforma judicial, que es resistida por distintos sectores del Poder Judicial.
- Sobre las reformas laborales que el Gobierno busca encarar, el presidente tiene previsto agradecer al Congreso por votar en extraordinarias la ley que modificó las ART. Asegurará que es el camino para “darle previsibilidad a la inversión productiva”. Tal vez prefiera olvidar que debió dar marcha atrás con un DNU y llamar a sesiones, ante la inminencia de un pronunciamiento del Congreso que iba a anular su decreto. Otro hito obligado será la eliminación de las restricciones a la compra de dólares.
- Sin mencionar los despidos, habrá lugar para hablar de la reforma del Estado, la mejora de la administración pública a partir de una carrera administrativa, tarea encomendada al ministro de Modernización, Andrés Ibarra.
En el Gobierno, hay una fuerte expectativa por el impacto que producirá el discurso en la sociedad. Ansían el momento de dejar atrás el ciclo de noticias del Correo Argentino y retomar el manejo de la agenda, sobre todo camino a las elecciones en las que saben que se plebiscitará la gestión.