Mientras el conflicto social se recrudece en Chile y la represión de Carabineros no cesa, la Iglesia católica se pronunció por primera vez a favor de uno de los principales reclamos de los manifestantes, la reforma de la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet
El administrador apostólico de Santiago, Celestino Aos, fue categórico sobre el tema: sostuvo que “es indudable” que es necesario avanzar en ese sentido y propuso además un pacto social para salir de la crisis. “Si no se hacen cambios profundos volveremos a repetir la misma historia y el estallido social va a ser igual de fuerte o mayor”, subrayó.
El reclamo que emerge en las calles incluye el pedido de renuncia del presidente Sebastián Piñera y la convocatoria a un plebiscito para reemplazar la actual Constitución, que institucionalizó las desigualdades acentuadas durante la dictadura.
El sacerdote católico se metió de lleno también en la discusión sobre las causas de la crisis y aclaró que fueron “las situaciones de injusticia que colmaron el vaso” las que lo desencadenaron.
“No puede ser que uno esté cobrando una miseria y el otro un sueldo tremendo. En algunos países se ha conseguido aplicar un porcentaje o proporción, por ejemplo, de 10 veces entre el salario más alto y el menor, pero no puede ser que sea de 40 o 200 veces más que el mínimo. Hablamos de un mejor reparto de los bienes”, puntualizó el sacerdote de origen español de 74 años.
Sus declaraciones generaron ira en las filas del ultraderechista partido UDI. El diputado Álvaro Carter calificó como “desafortunados” sus dichos porque dijo que la Iglesia “antes de comenzar a hablar de cambios a la Constitución, debiese hacer un mea culpa por todos los casos de abusos que han cometido en estos últimos años solamente en Chile”.