Fuera de la cárcel de Curitiba, donde pasó sus últimos 580 días, y luego de hablar ante centenares de dirigentes políticos, sindicales y militantes, el ex presidente Lula Da Silva envió un mensaje a través de sus redes para agradecer a quienes no dejaron de reclamar su libertad. "Voy a trabajar el resto de mi vida para pagarles con amor, gratitud y trabajo", dijo y aseguró que salió de la cárcel "con mucha voluntad de volver a luchar".
Dentro del auto que lo llevaba nuevamente a su casa y junto a quien había presentado minutos antes como su "compañera", Lula destacó la "conciencia política" de quienes realizaron la vigilia de los 580 días frente a la cárcel de Curitiba. "Después de 500 días de prisión, después de las elecciones y la elección del presidente, el pueblo de Brasil está con más desempleo, viviendo peor", denunció el líder del Partido de los Trabajadores.
El ex dirigente gremial calificó como "muy triste" la actualidad de su país, pero adelantó que salió de prisión "con mucha voluntad de volver a luchar". "No quiero hablar mal del presidente (Jair Bolsonaro), no quiero hablar mal del ministro (de Jusitica, Sergio Moro), quiero hablar con el pueblo brasileño y hablar de las cosas que son posibles", arengó.
El ex mandatario dijo tener "la convicción de que el pueblo brasileño, sobre todo el pueblo pobre, es el único que pueda ayudar a recuperar el país", y recordó que está demostrado, como ocurrió durante su gestión, que "es posible construir un país mejor, con más empleo, con mejores salarios, con más comida en la mesa, con más universidades, con mejor vida para nuestros hijos".
"Un gobernante serio no habla con mentiras, un gobernante serie habla de la redistribución de la riqueza", destacó Lula en referencia a las falsedades del presidente Bolsonaro y les prometió a quienes lucharon por su liberación que "trabajaré el resto de mi vida para pagarles a ustedes con amor, con trabajo, con gratitud". "¡Hasta la victoria final!", saludó.