A los 16 años, mientras cursaba el secundario, les dijo a sus padres que iba a tocar en la calle porque quería compartir su música con la gente. Así, las veredas del conurbano se convirtieron en su primer escenario: transitó por algunos barrios del sur, como Florencio Varela, Lomas de Zamora y Quilmes, hasta que llegó al centro de la ciudad porteña. Más precisamente a la calle Florida. Allí logró llamar la atención de los siempre apurados transeúntes por su particular forma de tocar la guitarra. Las monedas en su tarrito aumentaban al ritmo de su pasión por la música. Hoy, a sus 29 años, Nahuel Pennisi es un músico consagrado y se prepara para su segundo teatro Opera.
“Para mí el tocar en Florida no significaba trabajar sino poder compartir la música con alguien, sin esperar nada. Y creo que cuando hacés las cosas sin esperar nada es cuando la vida más te sorprende”, recuerda Pennisi en diálogo con Página/12. Y vaya si lo sorprendió: desde que inició su carrera, el joven cantante, compositor y guitarrista autodidacta comenzó un camino ascendente que no se detuvo. En 2009, luego de ganar un concurso, participó del Festival de Folklore de Cosquín. Cantó con los artistas más consagrados del país, como León Gieco, Luis Salinas, Teresa Parodi y Abel Pintos. Se convirtió en artista de Sony Music y grabó dos discos de estudio, el último de ellos en Los Ángeles. Resultó ganador de dos premios Gardel. Fue nominado a los Latin Grammy en el rubro “Mejor Álbum Folclórico”, y cantó en la ceremonia de apertura en Las Vegas, donde presentó su canción “Primavera”. En 2017, interpretó el Himno Nacional en la cancha de Boca antes del partido entre Argentina y Perú en las eliminatorias del mundial de Brasil. Fue reconocido por Alejandro Sanz y Silvio Rodríguez, quien lo invitó a participar en sus shows en el Luna Park. Se convirtió en papá de Mateo. Y hoy, divide su tiempo entre la paternidad y los preparativos de Todas tus canciones, el nuevo show que presentará este sábado en el teatro Opera.
--¿Cómo será el concierto?
--Será un repaso por toda mi historia con la música. Haremos canciones que me vienen acompañando desde la época de la calle Florida, también las de mis discos y muchas versiones de covers, que ya venimos trabajando. Es una propuesta linda con invitados sorpresa, que no podemos adelantar, pero estamos hablando con varios amigos que quieren ser parte.
--¿Se valora más que en una época difícil como ésta el público pague una entrada para verte?
--Sí, lo valoro mucho y siempre lo agradezco, porque entiendo la situación que estamos viviendo. Además, también valoro el hecho de que se animen a meterse en mi propuesta, porque mi música no es masiva ni invita a bailar o a estar en movimiento, sino que es más para adentro. Un viaje por las emociones que quizás no todo el mundo se anima a hacer.
--Cuando inició su carrera, hace ya más de 10 años, ¿Imaginó que lograría todo lo que vivió hasta ahora?
No, la verdad que nunca lo imaginé. Pero tampoco no lo busqué ni lo esperé. Recuerdo como si fuera hoy cuando les dije a mis viejos que quería tocar en la calle, que tenía ganas de disfrutar las cosas sencillas a través de la música. Me siento despojado de una expectativa y eso hace que todo el tiempo la vida musical me sorprenda. Para mí es un regalo el respeto de mis amigos, de los colegas y sobretodo del público que es la otra mitad de este camino.
--¿Cómo es relacionarse con artistas de la talla de León Gieco, Luis Salinas, Abel Pintos o Silvio Rodríguez, y que reconozcan tu trabajo?
--De todos ellos aprendí mucho. Recuerdo cuando lo conocí a León (Gieco) fue muy emocionante porque en casa siempre se escuchó su música. Entonces, tenerlo tan cerca y que se muestre tan humano, me hizo recordar un montón de momentos de mi infancia y fue conmovedor. Lo mismo me pasó con Silvio Rodríguez. Cuando lo conocí me emocioné porque lo venía escuchando desde siempre: tenía casetes que me había regalado mi viejo para sacar sus canciones con la guitarra, y pasar de eso a conocerlo fue algo muy profundo. Abel (Pintos) es un tipo que quiero y admiro mucho por todo lo que él representa en la música y también por su honestidad y sencillez. Y de igual forma, conocer a Luis Salinas fue increíble. Todas fueron sensaciones muy lindas y toda la gente que conocí, además de ser grandes artistas, son sobretodo grandes personas. Nos unió el amor por la música y poder generar a partir de eso un vínculo, una amistad es un placer muy grande y un regalo muy preciado que me dio la música.
--Tu raíz en la música es el folklore, pero también incursionás en otros géneros. ¿Cómo definirías tu estilo?
--Creo que uno ama la música por sobre todas las cosas, más allá de los géneros. Obviamente tengo un amor mucho más profundo por la música popular, porque siento que es mi país y mi sangre. Pero amo la música en general y en este sentido me gusta tocar canciones. Es decir, si hay una canción que no es folklore pero me gusta y me emociona la quiero cantar porque lo que está en juego es la emoción que te genera. Y es esa canción la que está queriendo decir lo que yo busco expresar en ese momento. Nunca me alejaré del folklore, pero me gusta variar y buscar nuevos sonidos. Siempre manteniendo mi impronta y esencia con la música.
--¿Quiénes son tus máximos referentes?
--En la música popular la tengo a “La Negra” Mercedes Sosa, porque para mí es la voz latinoamericana. Admiro sobretodo su virtud de no haber necesitado escribir nunca una canción para decir tantas cosas. Ella rompió con el mito de que por más que un artista no escriba también puede decir mucho a través de la interpretación. En ese sentido me siento muy cercano a ella. También debo mencionar al Flaco Spinetta, quien nos mostró un universo musical y poético infinito, del que todos los días conozco un poquito más. Nos dejó una obra gigante para disfrutar. Y fijate qué coincidencia: casi lo último que grabaron ambos fue “Barro tal vez”, una canción que hicieron a dúo, que en una parte dice "Si no canto lo que siento/ me voy a morir por dentro". Y me siento muy identificado con eso porque no me imagino mi vida sin hacer música. Silvio Rodríguez también es una referencia muy grande para mí. Tengo muchas más influencias pero estos son, principalmente, los que más me nutrieron durante este camino.
--¿Saldrán canciones nuevas en lo próximo?
--Sí, estamos grabando el disco nuevo. Estoy trabajando con un productor muy grosso, Julio Reyes Copello, que grabó los últimos discos de Alejandro Sanz y Marc Anthony, y también laburó mucho con Jennifer López. Lo único que puede pasar con productores como él es mejorar, porque la vara está más alta. Así que estoy muy contento, con mucha expectativa. Seguramente saldrán canciones a lo largo de estos meses y el disco completó estará a fin de año en todo el país y en todas las plataformas digitales.
--Estarás presente en la edición 2020 del Festival de Cosquín. ¿Cómo vivís este tipo de convocatorias?
--Siempre me emociona mucho ser parte de Cosquín porque siento que es un escenario donde aprendí muchas cosas. Cuando era chiquito escuchaba folklore desde la radio y un día descubrí lo que era Cosquín. Lo esperaba cada verano. Soñaba con estar ahí alguna vez, pero ni siquiera era un sueño sobre realidades posibles sino una utopía. Y me brindo al máximo para ese show porque Cosquín es la casa del folklore y uno tiene que dar todo lo que pueda y más. Es una plaza para la que uno se prepara con mucha intensidad.
--Después de tantos logros ¿Queda algo pendiente?
Mi sueño es seguir creciendo en mi carrera y poder estabilizarme cada vez más. También, más allá de hacer y vivir mi música, me gustaría poder producir y ayudar a otros artistas para que hagan su camino. Poder ser el nexo entre la gente y otros artistas. Además, deseo tener la paciencia e intensidad para vivir el camino de la música porque es un camino donde uno a veces renuncia a muchas cosas por estar todo el tiempo detrás de un anhelo, pero creo que mientras se disfrute, todo es posible. Así que seguiré disfrutando de la música, de la vida, y aprendiendo todos los días.