Los asistentes al Grupo de Puebla cenaron anoche en Buenos Aires, en un evento en el que Alberto Fernández formalizó la invitación a los ex presidentes brasileños Luis Inácio Lula Da Silva y Dilma Rousseff a su ceremonia de asunción. “Me encantaría que el 10 de diciembre Lula y Dilma nos estén acompañando”, dijo el futuro mandatario.
En el Café Las Palabras se congregaron, además de Fernández y Rousseff, los ex presidentes de Colombia y Uruguay, Ernesto Samper y José Mujica, respectiamente; y el anfitrión, el diputado del Parlasur y ex embajador en el Vaticano, Eduardo Valdés.
“Hay que estar del lado de los injustamente perseguidos, es una obligación moral”, señaló Fernández, quien recalcó que “somos la Patria Grande que se llama Sudamérica y América Latina”, y que “nunca debemos olvidar la obligación que tenemos, si tenemos la razón, la razón siempre vence”.
En el cierre del encuentro, hubo un brindis por la libertad de Lula y “por América Latina libre”. Fernández insistió en estar “feliz de saber de su libertad” e hizo un llamamiento: “Tenemos que estar todos unidos”.