La titular de la Oficina Anticorrupción (OA), Laura Alonso, se convirtió, en los últimos cuatro años, en una de las funcionarias más controversiales del gobierno macrista. La politóloga, que sólo pudo ocupar su cargo gracias al decreto de Mauricio Macri que eliminó el título de abogada de los requisitos para el puesto, ha sido cuestionada repetidas veces por su inacción ante causas de corrupción en los cuales se veían envueltos funcionarios oficialistas. Protagonista de numerosas polémicas declaraciones, Alonso no se ha esforzado en disimular su parcialidad.
Una de los episodios más resonantes se dio a principio de año cuando, en una entrevista con Luis Majul en La Cornisa, Alonso admitió que había decidido no querellar en ninguna de las investigaciones de corrupción sobre los funcionarios de Cambiemos para "preservar cualquier tipo de sospecha o duda". "En este momento no estamos querellando en ninguna de esas causas, porque para que me acusen de encubridora y de ir a embarrar causas de la corrupción de este Gobierno, que la lleven adelante los fiscales y los jueces naturales", confesó la ex diputada del Pro.
La titular de la OA, rápida para darle impulso a las causas que investigan a la ex presidenta Cristina Fernández pero lenta para investigar los casos que involucran a funcionarios macristas, fue cuestionada más de una vez por haber manifestado públicamente estar "enamorada" del presidente Mauricio Macri. "La verdad es que para mí es un tipo bárbaro. Si no estuviera casado él ni comprometida yo, hasta me enamoraría de Macri", sostuvo un 14 de febrero (Día de los Enamorados) del 2013.
En el 2016, cuando se difundieron los Panama Papers, Alonso protagonizó uno de sus primeros grandes escándalos. Cuestionada por la aparición de Macri en el listado de grandes figuras mundiales que tenían vínculos con paraísos fiscales, Alonso respondió que "constituir una sociedad en un paraíso fiscal no es un delito en sí mismo". La justificación generó tanta incredulidad que, además de suscitar los primeros pedidos de renuncia, la expresión "no es un delito en sí mismo" se terminó convirtiendo en un chiste interno entre los sectores de la oposición.
Ferviente antikirchnerista, Laura Alonso no se privó de atacar con virulencia a la gestión anterior cada vez que pisaba un set de televisión. En marzo de este año, también durante un programa de Majul, la funcionaria denunció que "lo atacan a Stornelli porque no le pudieron meter un tiro como a Nisman", en referencia a la causa de extorsión que involucra al juez de la causa de los cuadernos. En la misma entrevista, la funcionaria llegó a comparar los juicios por corrupción contra ex funcionarios kirchneristas con el Juicio a las Juntas militares.
Activa en las redes sociales, Alonso disfrutó generando más de una polémica en Twitter. Hace dos días tuvo que borrar un tuit en el que decía "Les pido que cuando el Presidente electo diga que Nisman se suicidó y anuncie un viaje a Siria: no me llamen". En el 2018, a una semana del aniversario de la muerte de Santiago Maldonado, festejó un mensaje que se burlaba de su muerte. Cuando CFK salió a hablar de marcas "pindonga" y "cuchuflito", la funcionaria macrista subió una foto presumiendo consumir segundas marcas. Entre muchas otras más.