El presidente de Bolivia, Evo Morales, advirtió que el golpe de Estado que impulsan sectores de la oposición
sigue adelante a pesar de la convocatoria que hizo a nuevas elecciones tras el informe preliminar de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA).
"Cuando dijimos nuevas elecciones dejando de lado nuestro triunfo y han pedido nuevos miembros del Tribunal Supremo Electoral, ningún problema; trabajemos para que haya nuevos miembros para el Tribunal Electoral. Ahora rechazan y solo piden renuncia: eso es golpe. Que sepa la comunidad internacional, que sepa el pueblo boliviano, que sepan las nuevas generaciones, so pretexto de fraude había sido golpe", afirmó Morales en entrevista con la cadena TeleSur.
Consultado sobre la posibilidad de no volver a ser candidato en los nuevos comicios -como exige la oposición-, respondió que “las candidaturas son secundarias en este momento, primero se debe pacificar el país”.
Para el presidente, "sorprende que algunos cívicos, algunos candidatos no acepten el diálogo. Yo propuse diálogo con agenda abierta, que planteen qué temas tienen para poder acordar, concertar y tomar decisiones", recordó. Agregó que la derecha primero anunció resistencia civil, luego pidió segunda vuelta, para después desconocer los resultados de las elecciones generales del 20 de octubre, acusar sin pruebas de un "fraude" y ahora buscar su dimisión.
"Lamento mucho (que) esos grupos no acepten, no entienden y serán las nuevas generaciones quienes juzgarán a quien está llevando a esta clase de convulsiones", apuntó el jefe de Estado en la conversación con TeleSur.
"El plan que tienen es quemar el Palacio Quemado (sede de gobierno) o la Casa Grande del Pueblo. Es su última meta (...). Lo que quieren es quemando la Casa Grande del Pueblo, quiero que sepa el mundo, obligar a tal vez firmar la renuncia. Eso están buscando. Es totalmente ilegal, totalmente inconstitucional. Yo tengo un mandato de llegar hasta el 22 de enero del próximo año", enfatizó.
El dirigente indígena subrayó que la decisión de convocar nuevas elecciones y elegir a nuevos vocales para el Tribunal Supremo Electoral (TSE) como demandaba la oposición se tomó en aras de la "pacificación" del país y como parte de su responsabilidad como mandatario, que es evitar el enfrentamiento entre bolivianos.
Agradeció las muestras de apoyo de muchos gobiernos y organismos de países latinoamericanos y europeos a su convocatoria al diálogo a los partidos de oposición con representación parlamentaria, rechazada por estos.
"Convoco a no seguir perjudicando a Bolivia, a no seguir dañando económicamente a la patria, a no perjudicar sobre todo a las familias humildes. Creo que como autoridades, como dirigentes de cualquier sector social, tenemos que tener ese principio de solidaridad de complementariedad y fundamentalmente pensar en la humanidad", remarcó.
Esta mañana Morales había convocado a nuevas elecciones para superar la crisis originada por los comicios anteriores, cuya realización y conteo de datos había sido rechazada por la oposición bajo la sospecha de que el resultado -un triunfo del mandatario en primera vuelta- podía ser fraudulento.
“Convocar a elecciones significa parar cualquier movilización, que no haya más paros”, sostuvo Morales a radio Panamericana, en sus primeras declaraciones mediáticas tras su aparición en el Palacio Quemado a primera hora de hoy.