“La verdad más básica en la condición del ser humano es la mentira”, sentenció el protagonista de Dr. House. Y si ese médico cambió el parangón de los dramas hospitalarios, con su cuota de amargura y cinismo para los galenos, Trust Me lleva la apuesta al paroxismo. Se trata de una serie antológica en la que no hay ningún tipo de bondad en los hombres de bata blanca. En la primera temporada una enfermera le robaba la identidad a una doctora. Aquí la paranoia de un soldado hospitalizado se intensifica cuando otros pacientes comienzan a morir inesperadamente a su alrededor. Su estreno será este martes por On Directv (a las 22).
Jamie McCain (Alfred Enoch) fue herido en combate y sus chances de volver a caminar son prácticamente nulas. Quedó cuadripléjico, por lo que su estadía en el hospital de Glascow será de las largas y dolorosas. Mientras se recupera, la tasa de mortalidad en la unidad donde se encuentra internado asciende inexplicablemente. Tampoco ayuda que el militar tenga alucinaciones y vea a compañeros muertos en los pasillos del lugar. Menos que aparezca con unas tijeras clavadas en su muslo. La propuesta aprovecha todos los elementos del thriller hospitalario donde el paciente no posee voz ni autoridad. Trust Me coloca al protagonista en un escenario intrigante y aterrador entre bisturíes, suturas y barbitúricos. ¿Sufre de paranoia aguda? ¿Lo endrogan a propósito? ¿Hay un ángel de la muerte en la sala? Todas las respuestas en cuatro episodios para ver sin prescripción médica.