Desde San Luis
En San Luis, las mujeres tendrán vedados los altares, porque el obispo local, Pedro Daniel Martínez Perea, resolvió por decreto “mantener” en su diócesis “la costumbre litúrgica de aceptar solo a monaguillos varones para el servicio del altar” en los oficios religiosos. La prohibición del obispo a la presencia femenina fue comunicada “a los sacerdotes, tanto seculares (laicos) como religiosos” para que mantengan “dicha costumbre litúrgica”.
La disposición fue cuestionada, con reserva de nombre, por varias mujeres que habían comenzado a participar en los oficios religiosos. Martínez Perea es un obispo que suele generar controversias, incluso más allá de los templos, como cuando dio a conocer –este año— un instructivo a los fieles haciéndole recomendaciones sobre a quién votar en las elecciones.
El decreto del obispo, que consta de cinco artículos, generó comentarios adversos porque en algunas iglesias y parroquias de San Luis varios sacerdotes habían formado a mujeres para que presten el servicio de “monaguillas”. Ese avance de las mujeres en ámbitos siempre reservados para los patriarcas de la Iglesia católica, había generado molestias y enojos de sectores conservadores de la feligresía, que se expresaron a través de las redes sociales.
"Una medida injusta, que nos discrimina"
La prohibición dispuesta por el obispo de San Luis provocó malestar entre las mujeres que habían empezado a participar en las misas. Dos mujeres consultadas por Página|12 consideraron que es “una medida injusta que nos discrimina”, pero pidieron mantener reserva de sus nombres porque “no pretendemos producir un conflicto, simplemente ejercer lo que entendemos que es nuestro derecho”.
Una de las mujeres señaló, de todos modos, que el hecho no es nuevo. “Con una amiga intentamos leer una carta en un oficio religioso fúnebre, pero el cura de la parroquia nos dijo que las mujeres no tenemos la posibilidad de estar en el altar”.
Promover a los varones, reprobar a las mujeres
El decreto del Obispado exhortó a los sacerdotes a cumplir con la medida, a la vez que les recomendó “promover y formar en sus respectivas jurisdicciones a niños y jóvenes varones en el servicio de monaguillos”. Al mismo tiempo, los instó a “reprobar, en la diócesis de San Luis, cualquier costumbre en contrario” a la de poner a las mujeres lejos de los altares.
El obispo dejó en claro que él es “el moderador, promotor y custodio de toda la vida litúrgica de la diócesis que le fue confiada”. Otra característica de la diócesis de San Luis es que está entre las pocas, en el país, en la que, en la comunión, las hostias se dan sólo en la boca y no en la mano. Esto, a pesar de que el Papa Francisco, en una homilía reciente, dio su consentimiento para que se realice de una u otra forma, de acuerdo con lo que decida cada una de las iglesias.
Los "criterios católicos" para votar
Antes de las elecciones generales del 27 de octubre, el obispo de San Luis había dado a conocer una carta pastoral en la que propuso “algunos criterios católicos” que deberían “ayudar” a los votantes creyentes. En esa ocasión, recomendó dar el voto “de modo responsable y personal, en cuanto ciudadanos y cristianos”. Puntualizó que debían tener en cuenta “argumentos fundamentales tanto en sí mismos como para la vida social”. Sostuvo que el compromiso “por el bien común” debe conducir a un voto “libre”, pero “a la luz del orden natural, de la fe y de las enseñanzas de la Iglesia.
Estimó que para emitir el voto en forma “coherente con el Evangelio” hay que tener en cuenta que los candidatos y las plataformas elegidas tengan presente “la dignidad de todo ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios”,
Aseguró que “todo fiel cristiano considerará atentamente al momento de emitir su voto las propuestas y contenidos de los distintos programas políticos-partidarios, especialmente referidos a aquellos argumentos que podrían ser compatibles o no con la ley natural y la ley divina y, por ello, con el anuncio del Evangelio”. Entre otras cosas, nada de votar a candidatos y candidatas que estén a favor del aborto legal, seguro y gratuito.