Un grupo de investigadores argentinos desarrolló una técnica sencilla para limpiar agua contaminada con bacterias patógenas. Se trata de “un avance particularmente apropiado para casas y escuelas que no cuentan con servicios de red y la extraen de pozo, o para el tratamiento de efluentes cloacales”, explicó María Belén González, investigadora del Instituto de Ingeniería Electroquímica y Corrosión (INIEC), de Bahía Blanca, en diálogo con la Agencia CyTA-Leloir.
Además de sales y arsénico, el agua de pozo puede tener Escherichia coli, un grupo de bacterias que se encuentra en el ambiente, los alimentos y los intestinos de las personas y los animales. En esos casos, González detalló que su desarrollo "logró remover casi el 100 por ciento de los patógenos”.
“Si bien se probó en condiciones de laboratorio, pueden desarrollarse sistemas masivos de tratamiento de aguas residuales para proteger los ecosistemas y, por lo tanto, la salud humana y animal”, agregó.
“La técnica se basa en la inmovilización de especies de cobre sobre una superficie porosa formada por polímeros, constituyendo una especie de filtro o celda de flujo continuo", explicó la investigadora.
En el estudio, los científicos pusieron agua de pozo contaminada con Escherichia coli en contacto con ese material, y midieron la carga microbiana antes y después de atravesarlo. “En algunos casos la reducción llegó a un 99 por ciento”, indicó González.