Luego de que la empresa Agrotécnica Fueguina negara en una carta que la actividad en el Vertedero San Javier sea contaminante o tenga impacto negativo en el ambiente, el especialista en tecnología de recursos naturales y licenciado en ciencias del ambiente Lucas Seghezzo respondió a los cuestionamientos realizados por la concesionaria del servicio y aseguró que la evidencia sobre los posibles daños al ambiente es "inapelable".
"La empresa sistemáticamente ha negado la existencia de posibles impactos ambientales negativos, a pesar de que la evidencia en ese sentido es, a mi juicio, inapelable", dijo Seghezzo, quien además es profesor en Sociología Ambiental en la Universidad Nacional de Salta (UNSa) e investigador independiente del Conicet.
Seghezzo explicó que sus opiniones y observaciones sobre la actividad que desarrolla Agrotécnica Fueguina en el predio del Vertedero están basadas en "un análisis exhaustivo de los documentos a los que he tenido acceso, algunos de los cuales han sido elaborados por la misma empresa", además de observaciones tomadas durante numerosas inspecciones oculares en el sitio de la disposición final de los residuos durante el año 2014.
"Desconozco si las observaciones realizadas en mis intervenciones anteriores fueron subsanadas ya que la empresa nunca realizó una comunicación pública de dichas mejoras. Si las mejoras se realizaron, eso probaría que los problemas denunciados efectivamente existían a pesar de que la empresa siempre los negó. Si las mejoras no se realizaron, entonces la situación actual sería la misma o peor que en 2014, cuando había amplia evidencia sobre los posibles impactos ambientales del Vertedero San Javier sobre el ambiente circundante y sobre el agua superficial o subterránea", dijo.
Sin dudas sobre el daño
Con respecto a la refutación que realizó la empresa sobre el vínculo entre los daños ambientales y su actividad contaminante, Seghezzo sostuvo que "no es fácil obtener pruebas fehacientes"; pero destacó que en el derecho ambiental existe la figura del "principio precautorio" que debe aplicarse en casos de que existan evidencias suficientes de los posibles impactos ambientales negativos, incluso si no hay certezas absolutas.
"La duda está vinculada exclusivamente al ámbito judicial, ya que a mí, en calidad de científico y especialista en cuestiones ambientales, no me cabe ninguna duda de la vinculación entre la contaminación del río Arenales y el dique Cabra Corral con la presencia aguas arriba del vertedero San Javier y de otras fuentes de contaminación", dijo.
La laguna imposible
Entre las observaciones que realizó Seghezzo sobre las actividades de Agrotécnica Fueguina en el Vertedero, una de las evaluaciones fue la del Plan de Monitoreo Ambiental que realizó la empresa y que fue elevado al Concejo Deliberante. Allí, el especialista observó que la captación y el tratamiento de los lixiviados (los líquidos que se producen durante la descomposición de los residuos y que arrastan sustancias tóxicas, metales pesados o altas concentraciones de carga orgánica) mostraba que, según el informe de la empresa, el promedio diario entre junio y septiembre de 2014 era de 20.000 litros diarios en los sitios San Javier II y San Javier III, y que en este último sitio el volumen era todos los días un múltiplo exacto de la capacidad del camión atmosférico que se empleaba para la captación. Esa deducción demostró que todos los días había un excedente de lixiviados que no se captaba o que se perdía por infiltración.
Agrotécnica niega tener la obligación contractual de colocar una geomembrana de protección que evite el paso de contaminantes a la tierra y al cauce del río. Argumenta que los estudios de suelo demostraron que es impermeable por su contenido de arcilla.
Pero Seghezzo contrapuso que el hecho de que una arcilla sea más o menos impermeable (nunca es 100% impermeable), no implica necesariamente que una trinchera de grandes dimensiones, con la base supuestamente cubierta por esta arcilla, sea también impermeable. "Esa supuesta impermeabilidad depende de la calidad constructiva, del grosor de la capa de arcilla utilizada, de la ausencia total de movimientos sísmicos (Salta es una ciudad con alta actividad sísmica), y de la presión hidrostática a la que esté sometida dicha arcilla", sostuvo.
El río en peligro
El investigador agregó que la probabilidad de infiltración de los lixiviados en las trincheras del Vertedero "es muy alta" y que así lo demuestran las pruebas geofísicas realizadas en noviembre de 2010 mediante un radar de suelos. El estudio detectó anomalías morfológicas hasta a siete metros de profundidad, distintos niveles de humedad en el subsuelo y paleo cauces (antiguos cauces de escurrimiento) de material grueso.
Asimismo, el estudio indica que esa situación “podría comprometer seriamente la estanqueidad del relleno sanitario bajo presión hidrostática, producto del peso de los residuos que se depositarían en el futuro. Estos paleo cauces bajo presión serían posibles vías de escape de fluidos hacia el sistema hídrico de esta parte de la cuenca del río Arenales”, explicó Seghezzo y agregó que esta situación exige la instalación de la geomembrana porque la probabilidad de generar impactos ambientales negativos es "inaceptablemente alta".
Matar al cartero
Agrotécnica Fueguina le había exigido a Seghezzo que fundamentara sus dichos. "La empresa puede desconocer mi legitimidad como interlocutor, pero lamentablemente no puede desconocer la contundencia de los resultados de mis inspecciones e informes", dijo el investigador a Salta/12.
"Tampoco puede desconocer la existencia de estudios científicos realizados por otros profesionales de la Universidad Nacional de Salta", agregó y refirió al trabajo sobre la contaminación con metales pesados en el Dique Cabra Corral, el estrés ambiental observado en peces y la contaminación con efluentes y residuos sólidos aguas arriba, además de la detección de metales pesados en sedimentos del Dique y por encima de la normativa internacional.