La indiferencia del gobierno de Mauricio Macri ante el golpe de Estado en Bolivia sigue cosechando rechazos en la dirigencia política. “Me da vergüenza porque la Cancillería tiene una posición histórica”, lamentó el ex ministro de Salud Ginés González García, quien consideró “de una responsabilidad criminal” la posición inicial de no recibir a los perseguidos políticos en la embajada argentina en La Paz. José Luis Gioja, presidente del PJ, calificó de “payasezca” la actitud del canciller Jorge Faurie para intentar explicar que no existió un golpe y remarcó que Macri “es la misma clase de persona” que Luis Camacho y los referentes de la derecha boliviana que “han vivido toda la vida del Estado”. La diputada Graciela Camaño, de Consenso Federal, explicó que “no hay ningún atenuante ni justificación” de la posición oficial “salvo el alineamiento político que tiene el país durante la presidencia de Macri” y destacó la importancia de que el Congreso se pronuncie “habida cuenta de la distorsión en la definición del de Estado que hace el Ejecutivo”.
“Repudiamos la violencia de cualquier tipo”, fue la frase del día de Macri para referirse a la escalada de violencia desatada por la derecha opositora para exigir la renuncia de Evo Morales, que incluyó aprietes y amenazas a familiares de dirigentes oficialistas, levantamientos policiales y finalmente la “recomendación” de renunciar del jefe de las Fuerzas Armadas. La ambigüedad de Macri sumada a los malabares de Faurie para no admitir el derrocamiento de Morales generó rechazo no sólo en la dirigencia opositora sino también sus socios radicales (“¡No a las injerencias externas! ¡No al Golpe de Estado!”, escribieron) y en el diputado Pro Daniel Lipovetsky, quien remarcó que “acá no hay grises, estás de un lado o del otro y yo estoy siempre en contra de los golpes”.
“Me da vergüenza porque la cancillería nacional tiene una historia, una posición histórica. Es increíble en un Gobierno que se está yendo que tenga gestos de este tipo”, expresó González García. El ex ministro de Néstor Kirchner y ex embajador en Chile calificó como “de una responsabilidad criminal” la decisión original de no alojar a los dirigentes perseguidos por los golpistas en la embajada en La Paz. “Dijeron que no estaba apta la embajada para recibir presos políticos”, recordó, y lamentó que vivimos "una época donde la ideología es de un fanatismo tal que impide ver la realidad".
Gioja consideró “payasezca” la posición del gobierno y destacó que “todo esto representa un gran retroceso para la democracia en Latinoamérica”. Macri "es la misma clase de persona que los que han hecho el golpe en Bolivia: han vivido toda la vida del Estado, con prebendas, a costillas del esfuerzo y el trabajo de las mayorías populares”, dijo a Futurock. Consultado sobre Faurie, lo consideró “un payaso” y agregó que “no entiendo qué leen, cómo justifican estas cosas”. El titular del PJ condenó también las expresiones de los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Brasil, Jair Bolsonaro. “Son lacerantes, hirientes, no tienen nada que ver con lo que es democracia, voluntad popular. Este golpe está diseñado para desplazar al que gobierna bien y para todos, especialmente para los que menos tienen, y poner una pequeña oligarquía para que gobierne para unos poquitos”, explicó, y destacó que “esta derecha se pasa por el traste las instituciones”.
Camaño destacó que no hay “atenuante ni justificación” de la indiferencia oficial ante el derrocamiento de Morales. “Si los argentinos vamos a tomar nuestras acciones exteriores por los caprichos de los alineamientos de los presidentes, que son una circunstancia en el país, estamos al horno”, dijo la diputada en diálogo con Futurock. “Hay una suerte de cuestionamiento a la acción política de Evo y se justifica el golpe de Estado por eso. La acción política previa de un presidente tiene los mecanismos nacionales e internacionales para corregirse”, señaló, e insistió en que “no se pueden ponderar las irregularidades cometidas por el presidente en ejercicio para justificar el golpe de Estado”.
“Indudablemente se
interrumpió el orden constitucional: había un presidente en ejercicio y un
proceso electoral en marcha, cuestionado en la OEA. En ese contexto se
produce todo un momento de gran inseguridad personal para Morales y los
funcionarios bolivianos”, a lo que se sumó “la sugerencia desafortunada y fuera
de lugar de las Fuerzas Armadas, que en la Constitución claramente dependen del
presidente”, repasó la referente de Consenso Federal, quien respalda la
iniciativa del Frente de Todos para repudiar el golpe en una sesión especial de
Diputados. “Sería importante” que el Poder Legislativo se pronuncie para
“rechazar el golpe de Estado habida cuenta de la distorsión en la definición de
golpe de Estado que hace el Ejecutivo”, concluyó.