En el lugar donde nos debiéramos formar en concepciones soberanas nadie piensa mucho en soberanía”, sintetizó Carlos Giordano, docente investigador de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y ex combatiente de la Guerra de Malvinas. Las propuestas de las universidades públicas para formar profesionales en políticas soberanas son escasas, al igual que las líneas de investigación y extensión.
En general, los debates y proyectos en torno a la temática surgen cuando "algún grupo, en alguna carrera, en alguna facultad, en alguna universidad, logra introducir la idea”, señaló Giordano al Suplemento Universidad. A esta situación se suma el desfinanciamiento de la universidad pública y el ajuste en ciencia y tecnología del actual Gobierno. Entonces, ¿qué lugar queda para pensar, debatir y construir un pensamiento soberano?
En el caso de la UNLP hay “muy poca cosa genuina, real y con algún tipo de continuidad”, afirmó Giordano, jefe de Gabinete de la Universidad. Entre las experiencias de la casa de estudios, destacó la cátedra libre de “Soberanía alimentaria”, una propuesta "consolidada" y transversal a algunas de las facultades, pero que "no logró perforar la academia”. Esta iniciativa también se presenta bajo la misma modalidad en las universidades de Cuyo, Quilmes, Buenos Aires y San Luis, entre otras.
Con 30 años de trayectoria, la cátedra libre "Malvinas, Comunicación y Nación" de la Facultad de Periodismo de la UNLP, creada por Giordano a partir de su tesis de grado, es otra de las propuestas afianzadas en esa casa de estudios. Allí se abordan “diferentes aspectos de lo soberano”, como las “política soberanas satelitales, alimentarias y sobre los bienes naturales, el proyecto Pampa Azul y el tema comunicacional con la Ley de medios”, entre otros.
Además, la Universidad posee una línea enmarcada en los estudios históricos y otras vinculadas a carreras tecnológicas, como Ingeniería Aeroespacial y Farmacia.
Al sur del sur
A mediados de 2016, la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTdF) comenzó a desarrollar la Maestría en Estudios Antárticos. La carrera no sólo inaugura la oferta de posgrado de la Universidad, sino que también es la primera propuesta formativa del país en abordar la temática antártica de forma específica.
El director de Posgrado de la UNTdF, Mariano Hermida, explicó a este Suplemento que la Maestría se enmarca en el proyecto que dio origen a la Universidad, emplazada a sólo mil kilómetros de la península Antártica. "Somos puerta de entrada a la Antártida y también a la tensión y al aprovechamiento de los recursos que genera", indicó Hermida.
La directora de la Maestría y docente investigadora de la UNTdF, Marisol Vereda, aseguró que carrera posee una "naturaleza pluridisciplinaria”. El plan de estudios prevé una cursada de dos años y se estructura en cuatro ejes: Histórico- político; Ambiente y sostenibilidad; Logística antártica, y Conocimiento. Además, cuenta con un área metodológica y otra de formación práctica a través de pasantías.
El primer eje contempla los “Intereses económicos y geopolíticos sobre el Atlántico Sur y la Antártida en los Siglos XIX y XX”, la “Política Antártica Argentina”, el “Sistema del Tratado Antártico” y las “Políticas y gobernanzas en el siglo XXI”. El segundo se estructura en torno a “Geología y ambientes glaciarios antárticos”, “Ecología y cambio climático”, “Oceanografía y plataforma continental”, y “Actividades económicas y debates sobre la sostenibilidad”. En tanto, el tercero abarca “Gestión de bases y programas antárticos” y “Planificación estratégica y gestión de proyectos”. El cuarto y último eje aborda los “Estudios antárticos como episteme pluri/transdisciplinar” y las “Imágenes antárticas en la producción cinematográfica y audiovisual documental”.
“Si bien la carrera está anclada en el área de Posgrado de Rectorado, es una maestría interinstitutos, porque cada eje lo proporciona uno de los cuatro institutos de la UNTdF", dijo Vereda en diálogo con este Suplemento.
La nueva propuesta está destinada a los responsables de gestión pública y privada directamente ligados a la temática antártica, pero que no poseen una formación explícita sobre el tema. Se trata de “una formación que los actualiza en aspectos históricos, políticos, ambientales, científicos y educativos y logísticos de la problemática y que les va a dar distintas herramientas para su actuación profesional”, expuso la directora.
Serán competencias de los graduados: reconocer la complejidad y multidimensionalidad de la problemática antártica; identificar las relaciones entre distintos contextos, visualizando la implicación de procesos globales, nacionales, regionales y locales en perspectiva histórica; diseñar, desarrollar y evaluar proyectos de desarrollo e innovación; desarrollar tareas de gestión en áreas vinculadas al diseño de políticas, planificación y logística antártica, y asesorar instituciones públicas y privadas relacionadas con la problemática, entre otras.
La carrera fue acreditada por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) a fines de septiembre y comenzaría a inscribir en el segundo cuatrimestre de 2020.
Según indicó Vereda, se prevé la realización foros de discusión abiertos en cada módulo con el fin de "generar en la comunidad local esta identidad territorial respecto de la Antártida”. En ese sentido, la docente investigadora de la UNTdF aseguró: “Como Universidad, nuestro compromiso y nuestra obligación, sobre todo por el lugar donde nos encontramos, es tratar de generar una serie de herramientas para vincularnos con estos temas y, de esa forma, sostener los intereses de Argentina de este espacio de nuestro territorio, que no es para nada ajeno a la provincia de Tierra del Fuego, Antártica e Islas del Atlántico Sur”.
Pensar y sentir Malvinas
La UNLP firmó hace cinco años un convenio con el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (Cecim) La Plata para crear el Instituto Malvinas de Investigaciones, Desarrollos, Transferencias e Innovaciones Productivas en Políticas Soberanas. Su misión es aportar al “objetivo constitucional del conjunto de la Nación Argentina de la recuperación plena de la soberanía política, la independencia económica y la integridad territorial”.
A su vez, el Instituto es solidario con los principios fundacionales del Cecim La Plata. Por ello, también se propone honrar permanentemente la memoria de los caídos en Malvinas, colaborar con el esclarecimiento total de los hechos y responsabilidades en el conflicto del Atlántico Sur y defender la aplicación irrestricta de los Derechos Humanos para el conjunto de la sociedad, entre otros objetivos que se enmarcan en las políticas de Memoria, Verdad, Justicia y Soberanía.
Desarrollado bajo la órbita de la Facultad de Ingeniería pero transversal a todas las unidades académicas de la UNLP, el Instituto está emplazado en el edificio donde funcionó el comando de la X Brigada de Infantería Mecanizada del Ejército Argentino, en diagonal 80 al 350. Se trata de un espacio académico pero, al mismo tiempo, abierto a la comunidad, donde se conjugan laboratorios para desarrollo e investigación en petróleo y talleres abiertos de soberanía alimentaria y economía familiar.
Allí también se dicta la cátedra “Malvinas, políticas soberanas”, una de las materias optativas para los estudiantes de Ingeniería. Giordano consideró que el paso de los alumnos por el espacio aún “no forma ingenieros soberanistas” y señaló que el aprendizaje “todavía está muy ligado al quehacer tecnológico y no preguntarse para qué hacer esa tecnología, ese puente o represa”. Por eso, consideró que “sería bueno” que la cátedra fuera curricular en el plan de estudios.
Para jefe de Gabinete, “el desafío es grande". “No hemos logrado instalar seriamente una discusión en el plano de la docencia, la investigación y la extensión”, admitió Giordano. En ese sentido, aseguró: "Hay que seguir trabajando y no mentirnos de dónde estamos parados, quiénes somos y qué estamos dispuestos a hacer".
Defender los recursos
El vicedirector del Instituto Malvinas y miembro del Cecim La Plata, Mario Volpe, señaló que “en el Atlántico Sur están las cinco cosas que la humanidad necesita para vivir: agua dulce en la Antártida; metales para la industria en los nódulos polimetálicos de la plataforma; energía (gas, petróleo e hidratos de metano) dentro de la plataforma; alimentos para el mundo y biodiversidad antártica”.
En esa misma línea, Volpe aseguró que “el Atlántico Sur tiene enormes posibilidades” y que la “creación de un nuevo país con conciencia marítima, insular y antártica, y bicontinental puede cambiar el destino de los argentinos”.
“El Instituto –explicó el vicedirector al Suplemento Universidad– piensa a futuro el PBI del Atlántico Sur. Qué cantidad de pesca podemos tener y desarrollar, y cuántos puestos de trabajo se pueden crear.”
Esa línea que plantea la generación de miles puestos de trabajo vinculados a la actividad pesquera y el impacto ecológico que podría ocasionar un desastre nuclear a partir del desplazamiento de submarinos nucleares británicos en el Atlántico Sur también se vio reflejada en el curso “Derechos Humanos desde las luchas populares”, que se realizó en el marco de la cátedra abierta de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Formosa (UNF), a cargo del docente Juan Lenscak, por tercer año consecutivo. Pablo Vassel, ex subsecretario de Derechos Humanos de Corrientes y disertante del encuentro, subrayó la importancia de formar profesionales con “mirada soberana”, porque “las problemáticas están íntimamente vinculadas con la realidad de cada localidad, aunque parezcan lejanas geográficamente”.
En ese marco, Volpe calificó como “un retroceso” a la autorización por parte del gobierno del presidente Mauricio Macri a la empresa brasileña TAM Linhas Aereas S.A. para “explotar servicios regulares internacionales de transporte aéreo de pasajeros, carga y correo” entre San Pablo y las Islas Malvinas, con una escala mensual en la ciudad de Córdoba, a través del decreto 602/19.
Publicado el 2 de septiembre pasado en el Boletín Oficial, el decreto contempla las rutas “San Pablo-Islas Malvinas-San Pablo”, “San Pablo-Córdoba-Islas Malvinas-San Pablo” y “San Pablo-Islas Malvinas- Córdoba-San Pablo”. Los vuelos –que paradójicamente comenzarían a operar el 20 de noviembre, Día de la Soberanía Nacional– facilitarían las conexiones con la base militar Monte Agradable, ubicada en la Isla Soledad, que constituye una amenaza no sólo para Argentina, sino también para la paz de la región.
Volpe apuntó que "San Pablo es la capital industrial de América del Sur". Por lo tanto, la ruta aérea le facilitará a Gran Bretaña la "conexión con otros países para intercambiar productos y tecnologías", y será "un aporte a la logística” de la pesca ilegal y de la explotación del petróleo.