"Aquí tengo las marcas de los perdigones", dice Manuela Royo Letelier mientras se levanta un poco la blusa y señala bajo su brazo. La abogada de 36 años, representante de mapuches, conversa con Página12 sobre los niveles represivos cotidianos que sufre el pueblo chileno. Vive en Temuco, y conoció al lonko Facundo Jones Huala, preso en la cárcel de esa localidad, junto al activista Alberto Curamil. La presencia de banderas mapuches en las marchas y los monumentos derribados son parte del combate contra lo que llama "el Chile colonial, lleno de cruces gigantes y estatuas de genocidas como Saavedra y Valdivia, símbolo de las masacres de los pueblos originarios, tan ofensivo como una estatua de Videla". Fue abogada en la causa Luchsinger Mackay y querellante en el caso Huracán: la Unidad de Inteligencia de Carabineros que hizo operaciones de inteligencia, presentó como prueba un chat de WhatsApp para encarcelar a dirigentes mapuches acusados de ser una asociación ilícita que quemaba camiones.
"La fiscalía descubrió que era todo incongruente, nos intervinieron los teléfonos a activistas y abogados. Hoy día salió Pacoleaks, que mostró que la inteligencia seguía a dirigentes ambientalistas. Con el lonko Curamil, ganador del Premio Nobel Verde, hace un par de años paramos la construcción de dos centrales hidroeléctricas. Ahora lo acusaron de asaltar una caja compensadora. Por eso no sorprende que haya profesores acusados de incendiar el Metro, es la misma dinámica. En Huracán, el subsecretario de Interior Mahmud Aleuy se encontró con Patricia Bullrich, porque supuestamente investigaban traslado de armas de un país a otro, y quedó demostrado que fue un montaje de la policía chilena contra el pueblo mapuche. Usan la ley antiterrorista preventivamente, luego los casos se caen pero pueden encarcelar como herramienta de control social, y les permite realizar tareas investigativas intrusivas".
--¿Pacoleaks estalló este año?
--Sí, se filtraron informes donde la policía investigó a activistas medioambientales, sindicalistas, dirigentes sociales, ya no a personas imputadas de delito alguno. Un escándalo. Fue un trabajo de Interferencia. https://interferencia.cl/articulos/pacoleaks-estos-son-los-nombres-y-organizaciones-que-han-sido-vigiladas-por-carabineros-en
Candidata a doctora en Derecho, profesora de Derecho Constitucional, y madre de una niña de un año, Royo Letelier aclara que habla "a título personal", no del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), donde es colaboradora. "En las calles, comisarías y centros de detención comprobamos multiplicidad de violaciones a los derechos humanos, desde Arica hasta Punta Arenas. Más de 400 personas perdieron ojos o directamente la vista, hay muertos por agentes del Estado en situaciones irregulares, lesiones gravísimas por los disparos indiscriminados contra quienes salieron a las calles desde el 18 de octubre. Según la Sociedad Oftalmológica, la pérdida de ojos es similar a lo que pasa en Palestina. Presentamos querellas donde la dinámica es idéntica en todo el país: policías y militares disparan a la cara de personas desarmadas que salieron a manifestarse y vuelven sin un ojo, o ya no vuelven. Hay denuncias de torturas, golpes en detención y agresiones sexuales de los agentes estatales. Sucedía antes, ahora explotó a nivel nacional". Este diario consultó sobre los desaparecidos.
"Sí hay, pero sin cifras oficiales. Hay muchas organizaciones trabajando, pero el gobierno no da cifras ni respuestas. Piñera visita a los carabineros lesionados y no a las familias de los muertos. Vengo de la Araucanía, donde hace mucho tiempo existe violencia contra las comunidades mapuches. Chile fue condenado por la Corte Interamericana, fui a la CIDH por niños y niñas afectadas por perdigones. Ví el cuerpo del asesinado comunero mapuche Camilo Catrillanca, la policía golpeó al testigo y eliminó los registros de las cámaras. Hoy día quienes eran escépticos ven la verdadera cara de cómo actúa el aparato represor en situaciones de crisis. El pueblo mapuche construyó un espacio de resistencia ante el neoliberalismo y el gobierno, eso es muy simbólico para las luchas de hoy en día. El mapuche ya se ha enfrentado a esto, ha sido víctima, y ahí reside la identificación que está viviendo el pueblo chileno. Por otro lado, este proceso de transformación no puede dejar de lado al pueblo mapuche, a las mujeres, a los estudiantes porque todos y todas lo contruimos. Las miles que salimos el 8 de marzo hicimos las marchas más masivas desde el regreso de la democracia. Además, los militares que cometieron delitos en dictadura siguen sueltos o en cárceles de lujo, con pensiones altísimas y salud gratis. Eso es violencia.
--¿Qué lugar ocupa el componente mapuche?
--Las comunidades en resistencia estuvieron separadas de las demandas del pueblo chileno, no existía un mirarse unos a otros. El pueblo mapuche fue el primero en enfrentarse a un modelo de desarrollo que parecía inabordable, a partir del cuestionamiento al modelo extractivista-forestal. El monocultivo se chupa todo el agua para hacer celulosa en empresas dueñas de los medios, de las salmoneras, de las AFP. El pueblo mapuche cuestiona la forma en que el estado chileno administra los recursos naturales, plantean relacionarse desde el respeto con la naturaleza, como en otros países del continente que reconocen derechos a ríos y lagos. Es recuperación territorial y de otras formas de vida no capitalistas. La semana pasada todas las comunidades, unas 10 mil personas, marcharon en Temuco en apoyo al pueblo chileno.
--¿Esto no va a parar hasta que renuncie Piñera?
--Hay que modificar esta Constitución antidemocrática, ultraconservadora en lo moral y ultra liberal en lo económico. Está amarrada en sí misma, con una rigidez extrema que exige quórum altísimo para modificarla. En su parte dogmática no reconoce derechos básicos --salud, educación, vivienda-- ni la existencia de los pueblos indígenas. El pueblo propone otras formas de organización por demandas urgentes. Piñera es el gobierno de los dueños de un país desigual y la clase política no lo admite. La represión generó más movilización. La apuesta es al desgaste, volver a la normalidad, pero nadie quiere la normalidad de antes. Queremos que nuestros hijos vayan al colegio pero no vamos a perder esta lucha, hay una base importante de organización. Hay marchas todos los días, los fines de semana asambleas en las plazas, hay doctores atendiendo gratis, es unidad de quienes pensamos diferente para consolidar esta transformación.