Miles de personas llegaron desde El Alto hasta la capital de Bolivia para repudiar la autoproclamación de la senadora Jeanine Añez como reemplazante del derrocado Evo Morales.
Embanderados en la whipala, el símbolo que representa a 36 etnias de los pueblos indígenas miles de ciudadanos salieron a las calles para rechazar que "el país sea gobernado por el racismo otra vez". Así, contradijeron la “vuelta a la normalidad” que proclamó Añez y que solo parece vivir Santa Cruz de la Sierra, bastión de los opositores al mandatario depuesto.
"Acá no somos evistas ni mesistas; hay gente que votó por Evo, otros no; eso no es lo importante, acá lo importante es que nos han discriminado mucho en el pasado, a los que ganamos el pan día a día, y no queremos tener otro gobierno racista", aseguró Celia Artiaga, un ama de casa de 52 años de El Alto, quien, confesó que no suele salir a marchar.
"¿Creen que este nuevo gobierno de ricos nos va a dar trabajo? ¿Creen que nos van a dejar estudiar carreras profesionales?", fueron algunas de las preguntas que, a los gritos, lanzaron los manifestantes, según consignó Télam.
"Nadie nos escucha, nadie nos muestra. Ayer hubo ocho muertos, dos acá en El Alto, y los medios lo único que muestran son los festejos en Santa Cruz. Nos gasearon, nos dispararon, nos acusan de saquear nuestros propios hospitales, nuestras propias escuelas, de autorrobarnos. No tiene sentido, pero lo dicen igual", denunció Artiaga.
Anoche, el fiscal general Juan Lanchipa informó que habían fallecieron cinco personas. Según Artiaga y el resto de los manifestantes, otra niña murió en El Alto de un disparo de la policía.
Por su parte, los diputados y senadores del Movimiento al Socialismo pidieron a las autoridades el cese de la represión. “Queremos que el país vuelva a la normalidad. Estamos aquí para trabajar por eso”, dijeron en conferencia de prensa. Denunciaron que esta mañana hubo una balacera en Yapacaní y hay muertos, así como otros tres en la zona sur, cuatro en El Alto y uno en Montero.
"Estamos acá por la discriminación contra las mujeres con pollera. Ayer cuando bajamos me gritaron 'india', 'cochina' y me dijeron que me vaya al campo. ¡Pero ellos viven también de la riqueza que da el campo y nuestro trabajo en el campo!", aseguró Artiaga.
Los maestros rurales hegemonizaron una de las principales columnas. "Mesa, cabrón, el pueblo está emputado", fue uno de los cánticos, destinado al ex presidente Carlos Mesa, quien compitió con Morales en los comicios del 20 de octubre.
Andrés Huayta Alvarez, secretario ejecutivo de la federación de maestros rurales, afirmó que no reconoce a Añez pero que no pide su renuncia. "De todas estas maneras este gobierno es transitorio. El 22 de enero de 2020 vence el mandato de Evo y ahí debe asumir el nuevo gobierno. Lo que sí pedimos ahora es respeto por la institucionalidad y no discriminar a los pueblos indígenas. Si lo hacen, seguiremos en las calles", manifestó.
Huayta aseguró además que “necesitamos un liderazgo que nos represente a todos más que nunca” y que se reunirá con miembros de los movimientos populares y de la Central Obrera Boliviana (COB) para discutir la necesidad de que surja un nuevo líder que una al oriente con el occidente del país.