El expresidente de Bolivia, Evo Morales, ofreció una conferencia de prensa en el Museo de la Ciudad de México para referirse al golpe de Estado que terminó con su mandato. El líder indígena rechazó las acusaciones de fraude electoral, disparó fuertes críticas contra la Organización de Estados Americanos (OEA) y sembró dudas respecto a la falla mecánica que sufrió el helicóptero en el que se trasladaba el 4 de noviembre. Por la tarde, el exmandatario habló con la cadena Telesur y destacó que su gran pecado fue ser "antiimperialista y anticolonialista".
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, destacó la gestión de Morales en su habitual discurso matutino, mientras que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, lo nombró Huesped Distinguido. El exmandatario pisó territorio azteca el martes en condición de asilado político, luego de renunciar a la presidencia el domingo pasado.
"En mis primeras elecciones presidenciales en 2002 ganamos pero nos robaron, y en mi última participación también ganamos pero nos robaron", afirmó Morales en conferencia de prensa. "Nunca en mi vida le he pedido a las instituciones que hagan cosas ilegales", agregó más adelante.
"Sólo le pido al Tribunal Constitucional que cumpla con la legalidad", aseguró el expresidente, considerando que en el informe presentado por la Organización de Estados Americanos (OEA) predomina "la interpretación". Para Morales, el organismo regional opera directamente al servicio de Estados Unidos. “Debería llamarse Organización de Estados del Norte y no de América”, arremetió.
Morales adelantó que estaría en condiciones de regresar al país en un futuro cercano para formar parte de una mesa de negociación conjunta que incluiría a “cívicos, políticos que perdieron las elecciones y movimientos sociales. Si mi pueblo lo pide, estamos dispuestos a volver (a Bolivia) para pacificar", dijo Morales, para quien la única forma de frenar el conflicto es a través un "diálogo nacional".
Tal como expresara el martes desde el aeropuerto de México, el exmandatario aseguró que el primer delito que cometió fue el de ser indígena. "Mi segundo delito para algunos grupos que ostentan el poder económico, es mi lucha en favor de las familias más humildes. Cuando llegué al Gobierno había 38 por ciento de la población con pobreza extrema. Nosotros la bajamos a menos del 15. Tampoco aceptan la nacionalización de los recursos naturales y los servicios", expuso.
En otro momento de su conferencia abierta a las preguntas de los periodistas presentes, el exmandatario recordó el apoyo brindado a las Fuerzas Armadas a lo largo de sus 13 años de gestión. “Nunca pensé que todo ese equipamiento brindado iba a ser usado contra el pueblo boliviano. Quiero pedirle a la policía y a las Fuerzas Armadas: dejen de usar las armas contra el pueblo boliviano. Las balas no paran la insurrección", advirtió.
Por último, el expresidente sembró dudas respecto a la falla mecánica que tuvo el helicóptero en el que se trasladaba el pasado cuatro de noviembre hacia la ciudad de Colquiri, en La Paz. "Quiero que se investigue. Ahora me doy cuenta, y seguramente ustedes se han informado, de que el accidente de helicóptero creo que no era casual", sostuvo.
Por la tarde, Morales ofreció una entrevista a la cadena Telesur. En el mismo tono calmo de la conferencia de prensa, destacó su condición de indígena como detonante del golpe. “El pecado de fondo es ser antiimperialista y anticolonialista. Esta conspiración es parte de una lucha de clase, no aceptan que un indio y su equipo puedan cambiar un país”, expresó.
El líder latinoamericano también se refirió a los motivos de su renuncia. “Renunciamos para que no haya más violencia, para que no salgan heridos mis hermanos, dirigentes sindicales, ni nadie. Van a las casas de las familias de (los militantes del) MAS a amenazar. Esto es un total sicariato. Han ido a quemar las casas”, expresó.
Morales aterrizó el martes en territorio azteca tras un complicado viaje
. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dio la instrucción para que se le brindara asilo al expresidente, por lo que un avión de la Fuerza Aérea fue enviado a Bolivia para permitir el traslado. También fue importante la gestión del presidente electo de Argentina, Alberto Fernández
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El propio López Obrador pidió este miércoles respeto por el expresidente y defendió abiertamente su gestión. "Lo considero un buen gobernante, aunque esto no es lo que nos llevó a tomar la decisión que tomamos. Se le dio asilo porque estaba en peligro su vida", dijo AMLO en su conferencia matutina. "Ojalá que se conozca cómo sacó a Bolivia de ser un pueblo con mucha pobreza", sostuvo el presidente mexicano.
La jornada de Morales en territorio azteca incluyó una orden de Huesped Distinguido otorgada por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Durante el evento, Sheinbaum recriminó el golpe de Estado orquestado contra quien, aseguró, "elevó la calidad de vida de los bolivianos y sólo llevó bienestar a las familias".