Con pedidos de pena de 20 y 30 años de prisión, de Fiscalía y querella, el prefecto Ariel Condori quedó a un paso del juicio oral por el crimen de Maximiliano Zamudio, el chico de 16 años baleado en barrio Tablada, en mayo de 2015. Llegar a esa instancia es un avance importante para María, que vio archivarse dos veces la causa por el crimen de su hijo y ayer no pudo contener la angustia que la sacó de la audiencia. Si bien los querellantes, que hablaron de "ejecución sumaria", solicitaron que el acusado esté en prisión preventiva, Fiscalía señaló que viene cumpliendo con el proceso en libertad, y el juez Nicolás Foppiani resolvió que siga en esa situación. Los abogados del imputado insistieron con que fue un hecho en legítima defensa y adelantaron que pedirán la absolución. "La sociedad merece que una situación de esta naturaleza sea discutida en un debate oral y público", dijo el magistrado, en la audiencia preliminar.

La noche del 27 de mayo de 2015, Condori estaba detenido en un Ford Falcon color blanco, alrededor de las 22.50. En la calle Patricias Argentinas al 4350 -entre Ameghino y Uriburu-, Zamudio se acercó al automóvil y luego de intercambiar unas palabras con el acusado, éste disparó tres veces con su arma particular. Desde el primero momento, el prefecto -que estaba de civil- justificó que actuó en legítima defensa ante un hecho de robo. Testigos, en cambio, aseguran que "remató" a Maximiliano cuando se bajó del auto, luego de efectuarle un primer disparo que lo dejó tendido en el suelo.

La causa contra el prefecto Condori salió dos veces del archivo fiscal gracias a la movilización de las organizaciones contra el gatillo fácil que acompañaron el reclamo de María; y de los abogados que insistieron con recursos en la Fiscalía Regional. La audiencia preliminar llegó meses después de que la familia de la víctima presentara un reclamo "urgente" a la Fiscalía para que presentara la acusación, luego de cuatro años de idas y vueltas.

Tras el segundo desarchivo, hace casi un año, la fiscal Karina Bartocci, que estaba a cargo de la Oficina de Corrupción y Violencia Institucional, imputó a Condori. Sin embargo, no pidió la prisión preventiva del investigado, que vive en Santiago del Estero. Vera -junto con Nicolás Vallet y Guillermo Campana- solicitaron que esté preso hasta el juicio "considerando la gravedad de los hechos, que generan peligrosidad procesal y riesgos", pero el magistrado resolvió que continúe el libertad.

"La sociedad merece que una situación de esta naturaleza sea discutida en un debate oral y público". Juez Nicolás Foppiani

Si bien la querella coincidió con la calificación penal de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego", pidió más pena porque considera que se trata de un hecho "sumamente grave" que no cometió un particular, "sino un miembro de la fuerza de seguridad, que hizo todo lo contrario a lo que debía hacer". Según reconstruyeron, "desde el auto le dio el primer disparo y Maximiliano cayó; Condori bajó del auto, mientras la víctima estaba desarmada, herida y absolutamente indefensa y hubo un remate o tiro de gracia", dijo Vera.

 

El querellante mencionó que hay testigos que dicen "que el acusado fue en búsqueda de Maxi, lo llama, hay un intercambio de palabras, Zamudio intenta alejarse, es interpelado nuevamente por el acusado, y ahí hace el primer disparo". También mencionó que "dos o tres horas antes hubo un raro procedimiento donde el nieto de una testigo fue detenido y trasladado a la seccional 11. Cuando amplió sus dichos, la mujer dijo ver el Falcon estacionado en la puerta de la comisaría en ese momento. No está claro cuál fue el motivo de la detención del chico, que tenía 14 años, y dijo que los agentes le preguntaban si conocía a Machote, que era el apodo de Zamudio".