Las petroleras aumentaron el precio de los combustibles un 5 por ciento promedio en todo el país, por lo que el litro de nafta súper superará los 50 pesos. El ajuste se realizó a partir del jueves, luego de que finalizara el plazo de 90 días de congelamiento que había fijado el Gobierno tras la derrota en las elecciones primarias. Pese a que regía un control de precios, es el segundo incremento que las empresas aplican este mes, y se espera una nueva suba para diciembre, que tendrá un piso cercano al 5 por ciento. Estos aumentos impactarían en la inflación de noviembre, que será superior a la de octubre y se ubicará por encima del 4 por ciento, según datos aportados por consultoras a PáginaI12.

Nafta al fuego

El aumento del combustible es el segundo del mes, pese a que regía un control de precios. Es que el congelamiento de las naftas se descongeló en varias oportunidades. El Gobierno autorizó un incremento del 4 por ciento el 19 de septiembre y otro el 5 por ciento el primero de noviembre. La medida había sido anunciada por Macri a mediados de agosto, tras la disparada del dólar y la derrota sufrida en las PASO. "Estamos congelando la nafta por 90 días, para que la inflación no los afecte", había dicho. 

Sin embargo, el congelamiento no pudo contener la inflación. En agosto fue del 4 por ciento y en septiembre del 5,9 por ciento, la más alta del año. El IPC de octubre fue del 3,3 por ciento y para noviembre las consultoras lo estiman con un piso del 4 por ciento. “La suba de la nafta impacta indirectamente en otros sectores por efecto cadena. Aumenta el transporte, la entrega de mercaderías y hasta los viáticos del sector servicios”, ejemplificó Victoria Giarrizzo, directora de la consultora Elypsis. Estima que la suba del 5 por ciento en la nafta puede incidir en un 0,4 por ciento en el índice de precios al consumidor, que desde Elypsis prevén que alcance el 4,5 por ciento en noviembre. “Lo que más traccionaba eran los servicios, pero ahora habrá que ver cómo se empiezan a comportar los precios de los bienes a partir de la semana que viene”, agregó.

La economista Eugenia Arioua explicó a este diario que desde julio, en los meses previos a las elecciones, la evolución del precio de la nafta estuvo por debajo de la evolución del IPC. A principios de noviembre, la nafta registraba un aumento interanual del 33 por ciento, contra un 50,8 por ciento de inflación. “Esto va a tener consecuencias en la evolución de la inflación, porque para corregir esta disparidad, los aumentos en el combustible serán importantes”, explicó. “Como con cualquier bien que congelás, al volver a acomodarse, aumenta de más”, agregó. Además, dijo que esta suba impactará en los distintos rubros que mide la inflación, de manera directa en transporte, y de manera indirecta en otros, como en alimentos y bebidas, no sólo por la logística, sino por el uso del gasoil en la producción. “Según dónde se produce y se comercializa cada bien va a depender en cuánto impacta el transporte en la estructura de costos", detalló.

Por este motivo, el jueves por la mañana, organizaciones sociales marcharon desde el Obelisco a las oficinas de YPF en Puerto Madero, en rechazo a los aumentos. "Exigimos que se le ponga un freno porque eso se trasladará de forma inmediata al valor de los alimentos y de los bienes de primera necesidad, repercutiendo en el bolsillo del pueblo trabajador", señalaron en un comunicado. 

Por su parte, Matías Rajnerman de Ecolatina relativizó el impacto que pueda tener esta suba en la inflación mensual. "A las empresas les van a subir los costos, pero en este contexto recesivo van a preferir perder márgenes de ganancia antes que subir los precios, para no resignar más ventas", estableció.

Así quedan los precios

YPF: en la Ciudad de Buenos Aires, la petrolera aumentó la nafta súper de 47,79 pesos a 50,19, y la premium de 55,14 a 57,94 pesos. El gasoil común lo ajustó de 44,74 a 46,99 pesos y el premium de 52,34 a 54,99 pesos. En el año, YPF incrementó 34,9 por ciento su nafta súper, 33,6 por ciento la nafta premium, 34,9 por ciento el gasoil común y 34,6 por ciento en gasoil premium.

Shell: la brasileña Raízen, que controla las estaciones de servicio de Shell, informó que subió la nafta súper de 47,96 a 50,64 pesos, la premium de 55,61 a 58,56 pesos, el gasoil común de 46,92 a 49,34 pesos, y el gasoil premium de 53,38 a 55,98 pesos. En el año, aumentó su nafta común un 33,3 por ciento, la premium 33,1, el gasoil común 37,1 y el gasoil premium 33,3 por ciento.

Axion: en la Ciudad, la marca que le disputa el segundo lugar a Shell informó que la nafta súper trepó de 47,92 a 50,29, la premium de 55,56 a 58,34 pesos, el gasoil común de 45,98 a 48,28 pesos, y el gasoil premium de 53,19 a 55,85 pesos. En lo que va del año, el aumento acumulado de Axion es de 32,6 para la nafta común, 32,6 por ciento para la nafta premium, 34,1 por ciento el gasoil común y 33 por ciento el gasoil premium.

Los aumentos seguirán

Los combustibles volverán a subir en diciembre al menos un 4,6 por ciento. Esto se debe al incremento impositivo que definió el Gobierno, que prevé el traslado a precios del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), postergado durante el año para atenuar el impacto que provocó la devaluación en los surtidores. Esa norma estableció que el traslado se haga en dos etapas. Una parte se aplicó con el aumento del 5 por ciento que rige desde inicios de mes, y el resto se aplicará en diciembre. Lo que queda pendiente son 2,22 pesos por litro de nafta y 1,46 pesos en gasoil. El impacto porcentual difiere de acuerdo a los precios de cada empresa. Si se toman los valores que YPF tiene en la Ciudad, la nafta súper debería subir otro 4,6 por ciento y el gasoil 3,3, solo por los impuestos.