Una inspección ocular en la casa de la víctima y el pedido de prisión perpetua para el acusado, marcaron el inicio del juicio oral y público por el femicidio de Nadia Benítez. Luego de los alegatos de las partes en el Centro de Justicia Penal, el tribunal conformado por Román Lanzón, Mariano Aliau e Ismael Manfrín se trasladó a la vivienda de Pasaje Einstein al 5700, en cuyo patio fue encontrado el cuerpo de la mujer de 32 años, la madrugada del 6 de febrero de 2017. La medida sorprendió al realizarse recién iniciado el debate. El vecindario de barrio Ludueña, junto con organizaciones de mujeres que acompañaron a la familia de la víctima al Tribunal, se manifestaron en la casa de Nadia con una bandera que pedía justicia. La semana que viene continúa el juicio con la declaración de testigos.
Cuando la encontraron, Nadia tenía lesiones en el cráneo y el rostro. Federico Aranda estaba allí, en supuesto estado de shock. El relato de una discusión previa y la coartada del acusado fueron parte del alegato del fiscal Adrián Spelta que acusó a Aranda de "homicidio doblemente calificado por el vínculo y por femicidio", y pidió pena de prisión perpetua.
Según relató sobre su teoría del caso, la noche del hecho, la pareja -que tenía una hija en común- fue a cenar a la casa de unos amigos. Allí hubo una conversación que no le gustó y enojó a Aranda, por lo que se fue y al rato volvió a buscar a Nadia. "Sabemos que llegaron a la casa, sacaron el auto de la hermana de Nadia que estaba en la cochera, ingresaron el de ellos, siguieron peleando, subieron, tomaron cerveza, tuvieron relaciones y luego Nadia le mandó el último mensaje a su amiga: 'Federico es un pelotudo'. Seis minutos después estaba muerta", relató Spelta.
El fiscal Adrián Spelta pidió prisión perpetua por "homicidio doblemente calificado por el vínculo y por femicidio".
Además, señaló que el motivo de la pelea tuvo que ver con los problemas de consumo de estupefacientes del acusado. Tras volver a su casa, "Federico se fue a buscar drogas, ella pretendió impedirlo, entonces la tomó del cuello y con un elemento contundente le pegó en la frente". Tras ello, aseguró que el acusado "no llamó a los familiares que estaban en la planta baja, ni a urgencias, ni al 911, sino que encubrió la escena para hacernos creer que Nadia decidió suicidarse o que pretendió caminar por una cornisa y se cayó accidentalmente. Se cambió de ropa, tomó los celulares y se fue. Deambuló unos minutos, y volvió a la casa para pretender hacernos creer que estaba sorprendido. No entró por la puerta, sino que saltó el tapial y se encontró con el cuerpo de Nadia. Ahí sí, golpeó la puerta de los padres, se mostró acongojado; pero fue planificado". Además, el fiscal dijo que los "antecedentes de violento de Aranda serán demostrados por los testigos".
La defensa, en tanto, aseguró que Aranda "no mató a su esposa", y sumó: "Desconoce qué pasó esa trágica noche en la que no estuvo presente". Además, pidió: "Presten atención a quién estuvo en el lugar, cómo se investigó esta tragedia, los horarios y fotos que se mostrarán. No se puede condenar a una persona porque aparentemente fue la última en ver con vida a Nadia". El acusado también quiso hablar: "No fui quien le quitó la vida. No sé qué le pasó", dijo. Según describió, hubo una conversación sobre el tema de consumo, durante la cena, que lo molestó y se fue. Luego volvió a buscar a Nadia. "En el trayecto no hablamos de nada. Ella se molestó porque me levanté y me fui. Me pidió la llave de la casa porque quería ir al baño, subió y yo guardé el auto. Después se asomó a la ventana del balcón y me preguntó qué iba a hacer, le dije que iba al kiosco y volvía. Fue la última vez que la vi".