Invitado por el presidente Tabaré Vázquez, el mandatario electo Alberto Fernández viajó ayer a Montevideo para apoyar implícito al Frente Amplio en las elecciones del 24 de nomviembre, en las que el candidato Daniel Martínez la tiene muy complicada frente al postulante del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, de acuerdo a lo marcan las encuestas. En ese sentido, la apuesta de Fernández por quienes llamó sus "amigos" puede haber sido arriesgada. Por eso se preocupó de aclarar que gane quien gane en las elecciones "Uruguay y Argentina no tienen ninguna posibilidad de tener un mal vínculo".
Fernández llegó temprano a Montevideo y se reunió primero con el presidente uruguayo, Tabaré Vazquez, en la residencia Suárez. Tabaré lo esperaba en la puerta, pero por esas cosas de protocolo la salida del auto de Alberto Fernández se demoraba. "Presidente, no me dejaban bajar", salió Fernández a saludarlo. Se dieron un largo abrazo. Según contó Alberto Fernández hacía mucho tiempo que no se veían. Tabaré también abrazó a Sergio Massa, que acompañó al presidente electo en el viaje.
"Acabo de tener una reunión espléndida con Tabaré, a quien quiero y respeto mucho. Y estoy contento porque me dijo que me va a acompañar en mi asunción el 10 de diciembre", arrancaría Fernández la conferencia de prensa posterior. Como ocurrió cuando visitó recientemente a Andrés Manuel López Obrador en México, por razones de protocolo las declaraciones las hizo sólo Fernández ya que todavía no tiene condición de presidente en funciones como para realizar una presentación conjunta.
Alberto Fernández destacó lo realizado por las gestiones del Frente Amplio en Uruguay, tanto las de Vázquez como la de José "Pepe" Mujica, con quien le tocó compartir varias actividades en los últimos tiempos, incluida la reciente reunión del Grupo de Puebla. "Uruguay se ha convertido en un país más competitivo, que ha crecido y que se desarrolló, con más igualdad, en estos tiempos de desigualdades en América Latina", sostuvo el presidente electo. Y agregó: "Uruguay es un país que en el 2005 tenía 40 puntos de pobreza y hoy tiene 8 puntos. Son los datos que he leído en la Cepal. Es una prueba de lo que ha hecho el Frente Amplio".
Fueron dos reuniones las que mantuvo en Montevideo. A la de Tabaré le siguió otra con Daniel Martínez, el intendente de Montevideo que busca continuar con la saga de gestiones del Frente Amplio. En las elecciones realizadas el 27 de octubre pasado, en simultáneo con las argentinas, Martínez se impuso con el 39 por ciento contra el 28,6 por ciento de Lacalle Pou, lo que lo dejó lejos del triunfo en primera vuelta. Para el ballottage la tiene complicada porque el votante de centro y de derecha que eligió al Partido Colorado y a Cabildo Abierto, aparece como más cercano al Partido Nacional. Así lo marcan las encuestas pero todavía falta y nada está dicho. Para Alberto Fernández es importante que se imponga el Frente Amplio en su idea de reconstruir el progresismo en la región.
"Daniel es mi amigo y puede ser un gran presidente, pero eso lo van a resolver los uruguayos", aclaró Fernández, para evitar que lo acusen de meterse en la campaña de otros países, cosa que igualmente sucedería unas horas más tarde, como era de prever. "Ahora voy a almorzar con Daniel. Valoro mucho lo que ha pasado en Uruguay en estos últimos años y siento un cariño entrañable por los dos", contó Fernández. En el almuerzo con Martínez, en la parrilla "El Berretín", también estuvieron Massa, Miguel Cuberos y su vocero Juan Pablo Biondi.
Al finalizar la comida, Martínez destacó que con Fernández estableció "una amistad a primera vista que nos ha permitido tener códigos similares, formas de ver el mundo similares, sueños similares". "Sumamos esfuerzos para hacer mejor las cosas. Los objetivos estratégicos del Mercosur se mantienen. Buscar potenciar nuestras economías, no para aislarnos del mundo, sino para competir mejor en el mundo", agregó el candidato a presidente del Frente Amplio, que ya se había visto con Alberto Fernández en sus oficinas de la calle México, antes de las elecciones.