El equipo económico del presidente electo, Alberto Fernández, trabaja alrededor de una serie de medidas para dar impulso a la producción de hidrocarburos en el yacimiento de Vaca Muerta. El economista Guillermo Nielsen, quien suena como futuro ministro de Hacienda para enfocarse en la renegociación de la deuda externa, mencionó que la iniciativa para el sector de hidrocarburos está siendo negociada con los gobernadores de las provincias petroleras (ver en nota aparte). Si bien todavía no se conocen los detalles, el nuevo marco normativo podría incluir beneficios impositivos, un mecanismo de fondeo a través de un fideicomiso en los Estados Unidos y un régimen especial para el giro de divisas al exterior para reducir el “riesgo argentino” que enfrentan las empresas petroleras e incentivar las inversiones. Otro punto central para las inversiones es la política de precios para el mercado interno, que es la fuente de donde proviene la mayor parte de la rentabilidad que tienen las empresas.

Los expertos plantean que mantener niveles crecientes de producción en Vaca Muerta requiere inversiones por entre 7 y 10 mil millones de dólares por año. De ese total, se calcula que YPF podría hacerse cargo de unos 3 mil millones. El resto debe ser dinero que invierten las grandes petroleras del sector privado, en su mayoría multinacionales. En el sector se habla de conversaciones para la constitución de un fideicomiso en el exterior para que las empresas de tamaño mediano puedan obtener financiamiento barato. También podría haber facilidades para el giro de divisas, que está fuertemente frenado por las regulaciones cambiarias. En suma, se trataría de un combo para “reducir el riesgo” argentino asociado al tipo de cambio y los usuales períodos de estrangulamiento de divisas suelen modificar el tablero normativo.

“El tema de Vaca Muerta es el financiamiento. Hay empresas grandes que tienen fondos propios, pero otras de tamaño mediano y chico que necesitan de sus inversores. En la Argentina, siempre se asoció autoabastecimiento energético a soberanía, pero ahora el desarrollo de Vaca Muerta muestra que apuntaremos a tener autoabastecimiento pero no soberanía. Parafraseando a Alberto, sin YPF no se puede, pero sólo con YPF no alcanza”, indicó a este diario Victor Bronstein, Director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad.

El próximo gobierno concentraría toda la problemática de las tarifas de los servicios públicos y del sector eléctrico en la Secretaría de Energía, en donde suena Sergio Lanziani, ministro de Energía de Misiones. En cambio, en los temas de producción hidrocarburífera habría otros interlocutores e YPF tendría un rol central. Otro de los temas bajo debate es la cuestión impositiva, ya que hay propuestas para desarrollar un marco normativo con excepciones favorables a las petroleras.

Uno de los puntos más sensibles del próximo esquema del sector de hidrocarburos es el escenario de los precios internos. Es sensible porque tiene impacto directo en la inflación y en el poder adquisitivo del salario y también es una variable central para las petroleras, ya que la mayor parte de la rentabilidad del sector proviene de las ventas al mercado interno. “Está la necesidad de enfocarse en la exportación, pero todavía eso está lejos, porque no se vende más del 10 por ciento de la producción local. Todos los actores del sector saben que Argentina no puede garantizar un precio equiparado al de exportación, a causa de las recurrentes crisis cambiarias. Pero no está clara todavía la tendencia que adoptarán los precios. El sector hidrocarburos genera rentas que pueden aprovechar el Estado y los consumidores, pero primero es necesario exportar volúmenes significativos para luego aplicar subsidios cruzados. En este momento no se puede porque toda la rentabilidad viene del precio local”, consideró un consultor del sector energético.