Deudólares, hermanes en deuda, perjudicataries de la resignación universal, faltos de la vacuna anticarriólica, víctimos del neoliberalismo; deuduches, deudelches, deudandíes y demás deudoras originaries de la patria grande: a todos nosotros nos escribo.

Estoy confuse. Desde el domingo pasado. Porque luego de informarme de los sucesos neodictatoriales producidos en Bolivia en nombre de una absurda concepción de libertad y democracia, no puedo dejar de preguntarme ni de preguntar: ¿cómo puede alguien dudar de que eso fue un golpe de Estado?

Digo, la gente puede estar a favor en contra, pero lo que fue, fue. Porque, más allá de resultados electorales, se interrumpió, con apoyo implícito (y luego explícito) de fuerzas armadas (policía, ejército) un ejercicio presidencial.

Alguien podría dudar (no es mi caso) de la legitimidad del acto electoral para el siguiente período, pero nadie cuestionó el actual. Y Evo Morales era presidente constitucional, hasta enero de 2020. Un movimiento cívico-policial-¿militar?-¿acreedor?-¿religioso?, hecho desde el poder (suele pasar cuando los poderosos no están en el gobierno) provocó su renuncia.

Dicen que Evo tuvo que elegir entre la sangre y el tiempo, y eligió (sabiamente, a mi gusto) el tiempo.

Pero hay quienes suponen que cuando asumió la nueva presidenta autoproclamada –sin más votos que el de sus propias lágrimas, el de la Biblia que llevaba en una mano y el del “¿machirulo?” que hizo las veces de starring en esta mala serie que Netflix no filmó–, volvió la democracia.

Por tres votos. Como acá, cuando Videla (Viola, Galtieri), asumía con los votos de las tres fuerzas armadas, en los nefastos días del neoliberalismo setentista.

Pero para Trump, no fue golpe. Y si para Trump no fue golpe, para el ex Sumo Maurífice, devenido Opositor Autodenominado en Jefe, tampoco.

Es entendible que, en tiempos de tanta mentira llamada "posverdad", esta no sea la excepción. Pero cuando "tarifazo" es "sinceramiento", cuando “perdieron, pero ganaron” (¿alguna tribuna de fútbol cantó alguna vez “perdimos, pero ganamos, LPQLP”?, ¿verdad que no?); cuando "dejan un país en óptimas condiciones" (con 5 millones de nuevos pobres, más del 50% de inflación y más de 100.000 palos verdes más de deuda), uno –yo, al menos– se siente confuse. Y entonces, me pregunto: ¿cómo hacen? ¿Cómo se las arreglan para generar semejante falsedad sin que se les agrande la nariz al tamaño de una galaxia? ¿Cuáles son sus definiciones? ¿Qué es lo que para ellos “vendría a ser”? (ya que lo que es, no es).

Y la respuesta se me apareció en forma de canción, cuya letra incluyo acá (y que, con música e interpretación de Ale Sanz, pueden ustedes escuchar a continuación, o en el soundcloud de RS Positivo).

Vendría a ser

©Rudy-Sanz

A ver, a ver, a ver. A ver.

La libertad, ¿qué vendría a ser?

Cuando los lobos se comen a las ovejas

En pleno día, sin que nadie las proteja

Y el resto de los bichos lo festejan

o si se quejan, los meten entre rejas.

A ver, a ver, a ver. A ver.

La democracia, ¿qué vendría a ser?

Cuando el gobierno se elige en elecciones

que las presentan con muchísimas opciones,

pero deciden los dueños de las acciones

y los demás son solamente emoticones.

A ver, a ver, a ver. A ver.

La corrupción, ¿que vendría a ser?

Es un delito que nos tiene preocupados

cuando los pobres toman plata del Estado.

Si son los ricos, es porque se la han ganado.

Señores jueces, por favor tengan cuidado.

A ver, a ver, a ver. A ver.

Civilizado, ¿qué vendría a ser?

El que conoce bien las leyes del mercado

y las maneja con modales educados.

Destruye todo, pero nunca está enojado.

Cuando ve a un pobre, siempre mira pa otro lado.

A ver, a ver, a ver. A ver.

La justicia, ¿qué vendría a ser?

Un democrático gobierno de los bancos,

lo mío es mío, lo tuyo te lo arranco.

A uno lo echo, al otro lo apalanco

y yo decido quién es negro y quién es blanco.

A ver, a ver, a ver. A ver.

El trabajo, ¿qué vendría a ser?

Una conquista popular inclaudicable

y, al mismo tiempo, un deber inexcusable.

Cada uno, del suyo es responsable

y si lo pierde, el laburante es el culpable.

A ver, a ver, a ver. A ver.

El comunismo, ¿qué vendría a ser?

El gran fantasma con que asustan a los chicos,

hablan de monstruos con pezuñas, garra y pico.

La gran excusa para que entren los milicos

cuando el gobierno no está en manos de los ricos.

A ver, a ver, a ver. A ver.

Latinoamérica, ¿qué vendría a ser?

Un continente puesto a nombre de terceros

colonizado por antiguos bucaneros.

Tiene un gobierno liberal y financiero

con un sistema autoritario y bananero.

Final

A ver, a ver, a ver. A ver.

Siempre la misma excusa del poder.

A ver, a ver, a ver. A ver.

Nos están tratando de joder.

Hasta la que viene, que yayayayayaya viene.

@humoristarudy