2 de julio

Ahí van los del 10. Apasionadísimos con el eclipse. Más temprano aproveché el sol y la quietud para regar y acomodar el jardín. Ni bien asomo el pelo a mi patio, sale como un pajarito de reloj cucú la débil mental del segundo. Ya forma parte de la naturaleza. Su risa burlona es un piar. Entro a buscar algo, dice: "Se metió adentro" y se mete adentro.

Hoy más temprano elaboré algunas hipótesis tranquilizadoras sobre mis vecinos del fondo:

1) Creen que vendo droga;

2) se consideran al tope de la escala social por tener un empleo de tiempo completo con horarios rígidos;

3) piensan que todos los demás somos marginales.

Había pensado una idea más pero ya me la olvidé.

Fue uno de los mejores acontecimientos últimamente: estar en el jardín de mi terraza junto a mis plantas hoy a las seis menos cuarto viendo cómo el cielo se había puesto de un gris ceniza plano, un gris acero semejante a un lago frío, mientras sobre las paredes de los edificios seguía resplandeciendo el sol dorado de la tarde invernal.

Había un silencio religioso, y de pie en las terrazas de los edificios dos o tres jóvenes contemplaban el fenómeno, quietos como vigías de piedra en lo alto de algún acantilado marino. Me hizo acordar a aquella pintura de Magritte donde es mitad de noche y mitad de día.

Para quienes preguntan si afecta a los animales, sí, apareció por los techos un gato negro grande al que yo nunca antes había visto. Mi gato y mi gata le hicieron frente desde su tapial y después entre todos lo corrimos. En la "aldea medieval"-pasillo no se hablaba más que del eclipse de sol y de ese gato negro, a quien ahora mi gato le grita enloquecido.

Otra buena es que los gritones lejanos, los que se insultaban y gritaban a lo lejos entre ellos, se callaron. Los puede haber enmudecido el eclipse, la luna nueva o simplemente el cansancio. A lo mejor se mudaron, en grupo o por separado. Quizás se mataron al fin, mutuamente o a sí mismos, o se redujeron a un estado vegetativo. Como sea, no los oigo más.

En mi búsqueda desesperada de buenas películas para ver en You Tube estoy explorando el universo del cine independiente de bajo presupuesto sin subtítulos. Vi unas pelis hermosas: Reset, Paradox, The Coming. Antes de encontrarlas atravesé el infierno vintage.

Una de motoqueros de 1970, que no pude seguir viendo por lo estúpidamente violenta, empieza con una escena de ocio en un parque de diversiones. Tipos de jopo y campera dando vueltas al sol en juegos de pibes. La música es circense, pegadiza. Le di pausa y la seguí oyendo.

Esto fue hace unos días, antes de sumirme en una hibernación reparadora de dormir y dormir. Los gritones gritaban de veras porque los grabé y compartí la grabación y otra gente los oyó gritar en la grabación. Pero además es posible que de todas las horas de gritos que oí hayan sido reales la primera mitad. Al resto no lo calificaría de alucinación ni de ilusión sino de eco, eco en la memoria.

¿Será un síntoma de stress?

3 de julio

Se cortó el agua. No sé quién la cortó. El agua es compartida con la de al lado. Hoy a la mañana se oía a la de al lado refunfuñando pero me convencí de que una mujer de mi edad no puede referirse a mí como "vieja", adjetivo que aparecía como de costumbre entremezclado entre otras lindezas. Seguro, me dije, hablaría de su suegra.

Hoy al mediodía pasó refunfuñando la piba del 10 pero surtió efecto la estrategia de pararnos las dos en el patio: en lo alto del muro, como una gárgola inmortal, bien visible, mi gata, a quien apodé "La Tota" desde que viene engordando y ya es una totalidad gris eclipse; quien suscribe montó guardia tras la cortina de niñitos desteñidos haciendo un ruido audible y fantasmal con el cortinado de cuentas.

 

Se ve que la piba lo notó y pasó rápido.